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-Yo que vos ese top me lo llevo, te hace unas re tetas- decía mi amiga del otro lado del teléfono.

-Ay Camila, sos una zarpada- estaba terminando de armar las valijas para mi viaje a Abu Dhabi, y como siempre, mi amiga me "ayudaba" mientras estabamos en llamada.

-Solo te ayudo, imaginate que vas a estar rodeada de pilotos lindos. Yo si iría me lo pondría, a ver si tu hermano me da bola- Cami era mi amiga desde que tengo memoria. Habíamos pasado por muchas cosas juntas, e incluso fue una de las razones por las que me quedé en Argentina. Además, cuando teníamos 9 años, me confesó que estaba perdidamente enamorada de Franco.

-Te recuerdo que tiene novia- dije en un tono obvio.

-Bue, entonces me lo pondría por Kimi Antonelli o por Oliver Bearman, otros bombones.

-Bueno esos si son lindos, pero deja de pensar en pibes y distraerme, en menos de una hora tengo que salir para Ezeiza.

-Vos te distraes solita mi amor- dice tirándome un beso- Che nada que ver, pero cuánto te sacaste en la prueba de química?

-Un diez, y vos?

-Que suerte, yo un 5, ya veo que me la llevo a diciembre.

-Que tarada- digo entre risas- Yo porque soy una genia en esa materia.

-Te juro que no sé como haces, te envidio.

Mis clases terminaban el 1ro de diciembre ya que no me llevaba ninguna materia, los exámenes que tenía para los próximos días los rendí antes de irme, lo que significaba que podía ir a ver la última carrera del año sin preocuparme por la escuela.
Vi debutar a mi hermano en todas las categorías por las que él pasó, y hoy, luego de bastantes meses, voy a ir a verlo en la última carrera del año. Significa mucho para él probar un auto de Fórmula 2, y luego uno de Fórmula 1. Por eso, aprovechando que estoy por terminar mi quinto año de secundaria, decidí acompañar a mis papás a ver la carrera de Abu Dabi, con pases al Paddock que habíamos conseguido gracias a Franquito (ser su familiar tiene sus privilegios). Además, este año no había podido acompañar a mi hermano en muchas ocasiones, solo fui a la primer carrera de la temporada.
Cuando él tenía 13 años consideraba necesario mudarse a Europa para crecer como piloto y poder llegar a la Fórmula 1. Yo solo tenía 10 años y no estaba lista para dejar mi vida en Argentina, así que me quedé acá con el resto de mi familia.

Seguí hablando un rato con Cami por teléfono hasta que terminé lo que tenía que hacer.

Hoy era miércoles, lo que significaba que llegaríamos a Abu Dhabi justo para las prácticas del viernes.
Baje con mis papás, que estaban subiendo los equipajes al auto para ir saliendo. Entre charlas de cualquier cosa y risas por chistes malos de mi papá, llegamos al aeropuerto e hicimos todos los trámites que teníamos que hacer.

-Hija, querés ir a ver la parte del shop conmigo?- pregunta mi mamá.

-Dale, sabes que me encanta ver la tienda de Victoria Secrets- dije sonriendo.

Teníamos media hora antes de el despegue, que salía a las 23:00 hs, así que me compre un par de perfumes de VS, mi mamá se compro alguna que otra cosa también, y buscamos comida, ya que no habíamos merendado ni cenado. Comimos rápido y compramos chicles para el vuelo, aunque de seguro iba a dormir la mayoría del tiempo. Teníamos 12 hs de vuelo hasta Roma, donde nos quedaríamos por 5 hs, y luego saldríamos para Abu Dhabi en en vuelo de 6 hs. Cortito el viaje no?
Por suerte me gustaba, y de alguna manera tenía que despejarme del colegio, tuve muchas pruebas y cosas así. Además, seguía afectada por el tema de mi ex, quizá no lo demostraba, pero a veces me agarraba la melancolía de noche. Había terminado con él hace más o menos 3 meses, luego de llevar más de 2 años juntos. Todo porque tenía problemas de toxicidad y ya no lo aguantaba.

Algunas personas, se ve que fans de mi hermano, nos reconocieron y nos pidieron fotos, no nos negamos ya que no teníamos apuro, y nos preguntaron cosas relacionadas con la carrera de Franco, que tratamos de responder a la mayoría. Ya en el avión, me pedí el asiento al lado de la ventana, y cuando despegamos saqué algunas fotos de Capital desde el cielo.
Sin dar mas vueltas, me puse mi auriculares con la playlist de Taylor Swift de fondo y me dormí, pero le pedí a mi mamá que me levante cuando falte poco para llegar a Roma.

Varias horas después, escucho la voz de mi mamá despertandome, avisando que faltaba media hora para llegar.

-Que pinta eh- me burla mi papá. Me había dormido muy profundamente, tanto que hasta desperté babeada.

-Ay que asco- digo haciendo cara de disgustada- Voy a ir rápido al baño para arreglarme un poco.

-Con cuidado, y rápido antes de que anuncien el aterrizaje- dice mi mamá.

Agarre un neceser pequeño que tenía en mi mochila, con cepillo de dientes, peine y algunos maquillajes. En el baño me lave la cara, los dientes, me arqueé un poco las pestañas y me puse rímel, y para terminar me cepillé el pelo, tratando de que quede lo más arreglado posible. Y por último decidí agarrar uno de los chicles que tenía en el bolsillo de mi short.
Al salir, la pantalla de mi asiento decía que en 10 minutos aterrizaríamos, y así fue.

Roma era hermosa. Había venido una vez con mi familia cuando tenía 11, y desearía poder quedarme más tiempo esta vez.
No habíamos alquilado ningún hotel por tan poco tiempo, aunque a la vez parecía bastante 5 hs.

Agarramos las valijas y fuimos a algún lugar cerca del aeropuerto para merendar, ya que eran las 16 pm. Parecíamos locos con el equipaje por todos lados, pero no nos importó. Al final decidimos ir a un Starbucks que no quedaba muy lejos.

Una vez que estabamos esperando a que esté nuestro pedido, mi celular empezó a sonar, y cuando vi quien era no dude en contestar.

-Al fin loco, 8 veces te llame- se queja mi hermano.

-Bueeno che, te recuerdo que pasamos 12 estresantes horas en un avión para ir a verte.

-Igual muy mal no la pasaste, si dormiste todo el viaje- dice mi papá haciendo que yo lo calle y logrando que Franco se ría.

-Que raro- contesta él- Bueno yo solo llamaba para saber si habían llegado bien a Roma.

-Sisi, justo estabamos por merendar algo, viste que la comida de los aviones no es muy rica.

-Vos siempre te quejas de todo flaca- dice riéndose- Pero bueno, tengan cuidado.

-Siempre hermanito.

-Callate que la chiquita acá sos vos- dice en un tono molesto.

-Bueno me voy que ya esta mi café, nos vemos.

-Chauu cuídense- termina Franco para que después cuelgue.

Tengo que admitir que me puse bastante molesta para lograr convencer a mis papás de ir a Starbucks, porque definitivamente amaba Starbucks. Así que disfrute mucho la merienda.
Más tarde, cerca de las 20 pm, decidimos comprar algo en un McDonald's para comer algo mientras esperabamos en el aeropuerto a nuestro vuelo de las 21 hs. El resto de la tarde nos la habíamos pasado recorriendo algunos lugares turísticos de la bella Roma mandándole muchas fotos a mi hermano, y ahora nos encontrabamos otra vez haciendo trámites para el vuelo.

Como dormí mucho en el vuelo anterior, no tenía mucho sueño, así que sabiendo que el vuelo era de 6 hs me puse los auriculares con música, disfrute del paisaje que veía por la ventanilla del avión y leí un poco. Además hablé bastante con mi mamá, que gracias a Dios se sentó al lado mío, porque en cambio mi papá sí se había dormido.
Finalmente, para matar el aburrimiento dormí al rededor de una hora, y al despertarme faltaba poco para llegar por fin a Abu Dhabi.

How you get the girl (Kimi Antonelli)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora