• Hubo un tiempo en el que Venus se regocijaba, bendecido con la promesa de una vida floreciente. Se sentía orgulloso, sabiendo que sus esfuerzos habían valido la pena. Pronto, los seres vivos poblarían su vasta superficie, y experimentaría la dicha de albergar organismos en él. Sin embargo, la desgracia se cernió sobre su mísera existencia y arrebató el único sentido y alegría que había conocido: el don de tener vida.
• La Tierra, en su interior, se apiada de sí mismo. Aunque lo niegue abiertamente, anhela ser la Tierra, aspira albergar esos seres formidables. El dolor y una muerte prematura serían sacrificios insignificantes ante la posibilidad de cumplir ese sueño. Lamentablemente, el aire tóxico, la temperatura inhóspita y su órbita inalterable hacen que tal anhelo sea tristemente imposible.
• Hubo momentos en los que Venus habría deseado que su propia civilización lo destruyera y lo matará lentamente. No le importaría, verdaderamente. Después de todo, la felicidad que alguna vez conoció ya no volverá a sus brazos, y debe aceptar ese cruel destino.
• Venus, sin embargo, no entiende las quejas de la Tierra. Ya que él por otra parte disfruta del dolor que pueda causarle la vida sobre su superficie, y aunque nunca lo reconozca es masoquista.
• Guarda en silencio esa tristeza bajo la fachada de ese carácter duro y un tanto cruel que lo caracteriza, expulsando a los demás de su cercanía. Hasta que sane esa herida y se conceda el perdón, cargará con esa amargura hasta el día que el Sol se haga una gigante rojiza y finalmente lo haga perecer sin haber alcanzado su anhelado sueño.
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𝗛𝗲𝗮𝗱𝗰𝗮𝗻𝗼𝗻𝘀 𝗥𝗮𝗻𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝙎𝙤𝙡𝙖𝙧𝙗𝙖𝙡𝙡𝙨👹💫
FanfictionLa Tierra detesta el Día de la Tierra, lo cuál resulta algo sumamente irónico.