Nueva Vida. || V.B ||

¢αριтυℓσ ση¢є.

POV Vegeta.

Atrapó el puño de Kakaroto con mi mano derecha, ya que este iba directo hacía mi rostro, en un movimiento rápido lo solté y después el yacia en el suelo.

—Cielos Vegeta, aún sigues siendo un buen rival después de todo este tiempo—sonrío de lado y le extiendo mi mano para ayudarlo a levantarse.

—Tú no estás nada mal, insecto.

El sonrie y está apunto de responderme cuando suena su celular, indicándole que tiene un mensaje.

—Espera un segundo, debe de ser Milk o mi padre.

Camina hacía la pequeña mesa de cristal dónde están nuestros celulares y se queda helado durante unos segundos mirando el aparato fijamente.

—¿Sucede algo?—Kakaroto sacude su cabeza.

—Lo siento Vegeta, olvide que Milk me pidió que pasará por ella a su trabajo y después la llevará a recoger un bolso que pidió, ya que su camioneta está en reparación, ¿Te puedo pedir un favor?—me pregunta nervioso y yo asiento.

—Bulma vendrá en unos minutos, ya que pasará el fin de semana con nosotros, ¿Podrías cuidarla tan sólo unos minutos? Prometo recompensartelo—junta sus manos a modo de súplica.

—Supongo que no tengo opción.

—Así aprovechan y se conocen, tiene un carácter un poco complicado, pero es buena niña.

—Oh créeme, ya he tenido ese placer—me mira sorprendido.

—¿Pero cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste nada?

—Te había dicho hace semanas que comencé a dar clases en la escuela de tus hermanos, la conocí el primer día y es una chiquilla muy insolente, nadie se había atrevido a retarme, así han sido estos días con ella.

—Sí, ha sido un poco complicado para mi padre lidiar con ella, ya que suelen discutir muy seguido, ya sabes, tienen el mismo carácter, pero si Bulma te da problemas no dudes en llamarme, haré lo posible por llegar rápido.

—Hmp, bien, aunque ella no tiene nada que ver contigo, ni Bardock.

—¿A qué te refieres exactamente?—ruedo los ojos con fastidio.

—Me refiero a físicamente, supongo que el color de cabello y ojos fueron de su madre, ni Raditz y tú juntos son tan rudos cómo ella.

—Oh... Bueno, no te equivocas, la madre de Bulma era una mujer muy hermosa, son idénticas físicamente, ya que era más dulce y tierna, al contrario de que lo es mi hermanita, pero en fin, debo irme si no Milk se enojará conmigo—se fue casi corriendo del dojo y cuando lo perdí de vista se regresó de la misma forma casi se tropieza al frenar tan de golpe.

—Puedes tomar una ducha, aquí hay un pequeño baño o igualmente puedes tomar cualquier habitación de huéspedes, están en el segundo piso, Kina, nuestra chef está en la cocina por si te da hambre.

Le doy una seca cabezada y el sonríe para después irse, le tomaré la palabra, pero me daré una ducha aquí mismo y esperaré a la mocosa.

POV Bulma.

Tocó la puerta de la nueva casa de Goku, es muy bonita debo admitirlo y viéndolo a más detalle creo que Milk la escogió. Pasan unos segundos y una chica de cabello rosa muy sonriente me abre la puerta.

Pasaré el fin de semana aquí y no porque haya sido idea mía, mi hermano y su esposa me insistieron en venir, me prometieron un fin de semana increíble aunque lo dudo, pero no pierdo nada con venir.

—Buenas tardes señorita Bulma, adelante, soy Pepper, mucho gusto, yo la ayudó con su pequeña maleta.

—Buenas tardes, muchas gracias—dejo que tomé mi maleta y la sigo hasta que llegamos a las escaleras, pero un gruñido en mi estómago detiene nuestro andar, yo me sonrojo fugazmente y ella me sonríe dulcemente.

—Si quiere puede ir con Kina, ella podría prepararle algo delicioso en lo que los señores llegan, la cocina está al fondo del pasillo.

Le agradezco, ella se sube por las escaleras y no me cuesta a encontrar la cocina, aunque la casa es algo amplia, tan solo seguí las indicaciones de Pepper, entré y efectivamente había una mujer cortando unas verduras, al notar mi presencia, me saludo y se presentó, le hice saber que tenía hambre.

—Le prepararé un delicioso platillo, sólo deme 10 minutos, la comida ya está casi lista.

—Claro, por mientras daré un pequeño tour por la casa.

—Por supuesto, yo la llamaré en cuánto esté lista la comida.

Asentí y salí de la cocina, camine unos cuántos pasos y había unas escaleras que llevaban a la parte de abajo, supongo que será un sótano, por curiosidad me dirigí hacía allí, mi sorpresa fue ver la puerta abierta y un amplio dojo. Desde pequeña me han gustado las artes marciales, así que ver esto fue un paraíso me adentre y como una niña di vueltas por la habitación, hasta que me percató de que se escucha agua caer, como si alguien se estuviera duchando, me quedo estática y pensando quién puede ser.

La chica menciono que Goku y Milk no están, hasta que veo que la puerta se abre, dejando ver a mi "querido" profesor tan solo con una toalla cubriendo su cuerpo. Siento mis mejillas arder y un cosquilleo en mi cuerpo. Sin poder evitarlo mis ojos comienzan a escanearlo, iniciando por sus hombros amplios, después por sus brazos musculosos, hasta llegar a sus dedos yo siempre he tenido una fijación con las manos de los hombres y aunque lo deteste, está jodidamente bueno, tiene unos dedos largos y grandes, sus venas se hacen notar en sus brazos, mis ojitos se van hacía su torso y cuando bajo la vista, me sonrojo aún más, es cuando sacudo mi cabeza, lo miró está vez a los ojos y ya no sé si sea mi imaginación producto de la calentura que siento en este momento, notó un brillo de maldad en sus onix, un extraño cosquilleo en mi parte baja se hace presente.

Más avergonzada no puedo estar, jamás había estado tan nerviosa, así que lo único que se me ocurre es darme la vuelta y salir corriendo, casi me rompo un pie al subir por las escaleras, me detengo algo agitada en medio del pasillo, recargandome en la pared, puedo escuchar los latidos fuertes de mi corazón, me dejó caer al suelo.

Recapituló las últimas semanas del instituto con este idiota y siempre han sido enfrentamientos, miradas de enojo, se ha hecho una costumbre para mí, incluso fuera de clases me lo he topado, pero justamente ayer sucedió algo muy extraño.

Discutíamos como siempre, pero ambos nos acercamos demasiado y aunque es más alto que yo, las escaleras me hacían quedar a su altura, sin notarlo pude verlo mejor de cerca, es muy guapo, pero cielos, es tan engreído e idiota, eso le quita el encanto, sin quererlo nos habíamos acercado, pero reaccione y justamente como ahora, salí corriendo como una cobarde, me sentía patética yo jamás huyó de nada, pero este hombre complica todo y agregándole lo sucedido, se empeora.

—Maldición, todo sería más fácil si este hombre no fuera tan ardiente.

—Interesante concepto tiene sobre mi, señorita Son, pasé de ser un idiota a ardiente.