Dia 9/Ronroneo Alfa

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗣𝗲𝘁𝗲𝗿:

Estábamos todos preocupados por Miguel, hoy era el cumpleaños de Gabriela y Miguel se encerró en su oficina sin que nadie pudiera acceder, los niños y yo tratamos de pedirle a Lyla que nos abriera, ella dijo que no podía por un código que Miguel había puesto. Jess trató de llamarle por su Gizmo, pero también ignoró las llamadas.

—Debemos de hacer algo, nos está volviendo a alejar de él —comentó Miles con preocupación.

—Nadie debería estar solo en esos días—expresó Gwen con tristeza.

—Oigan, nosotros tampoco queremos que Miguel se encierre, él es nuestro amigo—explicó Jess mirando la puerta cerrada de la oficina.

Algo en mí presentía que mi omega estaba triste y me necesitaba, suspiro sabiendo lo que iba a hacer haría enojar a Miguel, miró a Hobbie y le di la indicación, él asintió en eso sacó sus herramientas para dirigirse a la puerta, tardó unos minutos manipulando el sistema y se abrió la puerta, entramos para ver todo oscuro.

—Todos huele ese aroma a chocolate agrio—susurró Pavitr y asentimos todos.

Encontramos a Miguel sentado en su plataforma que estaba en el suelo y no flotando como usualmente lo era. Miguel estaba viendo una pantalla donde se reproducía videos de Gabriela con el mientras lloraba en silencio.

–Miguel...—lo llamé en voz baja para ver como sus hombros se tensaban.

—Váyanse—habló fríamente.

—Lo siento tío, pero no nos vamos a ir, nos necesita—dijo Miles mientras nos acercábamos más a él.

De repente Miguel se levanta y se gira hacia nosotros —Les dije que sé ¡VAYAN!—grito sacando sus colmillos, pero solo vimos sus lágrimas en su rostro.

No lo pensé, me acerco a mi pareja para poner mis manos en su rostro y suelto mi aroma a café haciendo que Miguel se relajara un poco.

—No estás solo cariño, nos preocupamos por ti, por favor no nos alejes de ti...—le acaricio sus mejillas —Déjame hacer mi trabajo.

Vi como dudado por unos segundos hasta que se soltó a llorar, yo lo abracé con fuerza mientras él recostaba su cabeza en mi pecho, de pronto sentí como los demás se acercaron abrazar a Miguel y soltaron su aroma dándole a entender que éramos una manada y no dejábamos solo a nadie.

Después de eso los chicos fueron por mantas y almohadas y las pusieron en el suelo para acostarnos, así vimos los videos de Gabriela acompañando a Miguel.

—Gracias...—susurró Miguel.

—Te amo—le murmuré y empecé ronronear.

—Te amo mi alfa—sonrío mientras se acurrucaba en mí y se relajaba con mi ronroneo.

Hola a todos 😁, espero les gusten este día 9, voten y comenten, solo dire que mi bebé necesita un abrazo y consuelo.

Omegacember ParkHaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora