Park Jimin es príncipe de ciudad lunar, él nació siendo Omega pero con ayuda de los reyes oculta sus ojos, olor y símbolo para parecer un Alfa y no ser menospreciado por el país entero.
Un evento único sucede en una de las festividades en el reino y...
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Taehyung me dijo que no quería ser un plato de segunda mesa, que quería conquistarme como era debido, despacio y sin intermediarios. ¿Cómo le explico que quiero borrar toda huella de Jeon? Ese día se marchó dejándome solo con mi prima, ella me acompañó durante todo el día a holgazanear, después se nos unió Hoseok. Los dos trataban de animarme para que no pensara en el par de destinados pero sobretodo en Jungkoook porque en ese momento se había sobrepuesto por encima de Taehyung.
Llámenme romántico o estúpido pero hacer el amor con él para mí no fue cualquier cosa.
Al día siguiente cuando desperté había una canasta de frutas en mi alcoba con una nota escrita a mano.
"Organicé un picnic, te espero en el jardín, KT"
Era Taehyung, en realidad estaba empeñado en hacerlo a su manera... En ir despacio.
Con entusiasmo me duché e hice todo el ritual para disfrazarme de alfa, caminando con paso seguro y con la esperanza de toparme a Jungkook en los pasillos del castillo salí dirigiéndome am punto de encuentro. Iba cabizbajo pero al ver a Taehyung alzar la mano en medio del jardín eufóricamente mientras sonreía hizo que se desvaneciera la tristeza. Avancé trotando hacia él sin despegar la mirada de sus ojos, lo quería, lo quería bastante.
En el mantel habían bocadillos de todo tipo e incluso vino. Era tan romántico, parecía sacado de un cuento, lo único que faltaba eran las mariposas y hadas volando en el aire para darle el toque fantástico. Pero con la mera presencia de mi alfa era compensada la ausencia de un par de alas revoloteando.
—¿Te gusta? Esta es nuestra primera cita —dijo ruborizado.
—Me encanta, cuidaste cada detalle —Eso lo dije porque los bocadillos eran en su mayoría mis favoritos.
—Le pedí ayuda a Hoseok, él me dio una lista larguísima y detallada con todo lo que te gusta.
—Que bueno que no le pediste ayuda a Yoongi, él te habría cobrado.
—Bueno, él ha estado ocupado buscando a su destinado.
—Cierto... Desde el anuncio solo he tenido ojos para los míos.
—Eso me ofende, pero también me gusta.
—Sobre ayer... Bueno, creo que no pensé en tus sentimientos cuando te pedí que, bueno, ya sabes. —Bajé la mirada.
—No te preocupes, te entiendo Jimin. Siempre voy a hacerlo.
Desayunamos juntos mientras reíamos y hacíamos bromas bobas. Las ocurrencias de Taehyung y las historias que me contaba eran graciosas e interesantes. El desayuno se convirtió en comida y la comida en merienda. Las horas a su lado se pasaron volando e incluso el sol ya se estaba ocultando. Él se esforzó bastante para llegar a su puesto actual, mira que pasar toda su vida entrenando para convertirse en el jefe de seguridad real no había sido fácil. Me estaba contando una anécdota de cuando aprendió a utilizar las armas y resultó que se disparó en el pie. Solté la carcajada echándome para atrás, dejando caer mi cabeza en el césped. Mientras reía Taehyung corrió a mi lado colocándose sus rodillas cerca de mi cabeza, tomándome con las manos por las mejillas y dándome un tierno beso invertido. Cuando abrí los ojos miré sus labios y sonreí sintiendo cientos de mariposas revoltosas en mi estómago.
