Park Jimin es príncipe de ciudad lunar, él nació siendo Omega pero con ayuda de los reyes oculta sus ojos, olor y símbolo para parecer un Alfa y no ser menospreciado por el país entero.
Un evento único sucede en una de las festividades en el reino y...
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—Despierta, tu destinado está a punto de rendirse...
Escuché una voz en mi cabeza resonar con fuerza, desperté abruptamente buscando al dueño de esa voz.
—Fuiste bendecido por la luna para elegir a un lobo que te marcara, pero ahora tienes que ir por el que amas...
—¿Eres mi lobo? —pregunté en un susurro tallándome los ojos.
Por supuesto que era mi lobo, ¿por qué insistiría en decirme que buscara a mi destinado?
Cuando me puse de pie Taehyung estaba entrando a la habitación, parecía molesto. Sin decirme una sola palabra tomo mis zapatos poniéndomelos con mucho cuidado, después me tomó de las mejillas dándome un beso amargo y por último me jaló del antebrazo con fuerza llevándome afuera de la habitación.
—Elegiste a Jungkook, ¿ah? —preguntó, parecía un regaño.
—Lo hice...
—Está a punto de irse al norte, va a casarse con Lee Inguk porque piensa que me elegiste a mí y porque hicimos un pacto de sangre que si alguno de los dos rompe la madre luna nos quitara lo que más amamos.
>>La trama se complica porque los padres de Jeon también hicieron ese pacto prometiendo que Jungkook se casaría con Inguk, no es nuevo para ti pero solo quiero recordártelo.
>>Ese pacto quedaría anulado si Jungkook te marca, pero no lo hará porque piensa que me elegiste a mí.
Decía mientras me arrastraba por los pasillos del castillo, yo estaba procesando toda la información porque me acababa de despertar.
—¿Por qué piensa que te elegí a ti?
—Porque yo sé lo dije. —Me detuve mirándolo con recelo— ¿Qué? Quería que sintiera lo mismo que estoy sintiendo, no puedes juzgarme. Además te estoy ayudando.
—Si no le hubieras dicho eso estaría aquí en el castillo. —Me zafé de su agarre con brusquedad.
—Lo siento, pero las cosas pasaron de esa manera.
Taehyung tomó su radio encendiendo la bocina.
—Aquí Kim Taehyung, cierren los portones del castillo. No dejen que salga la familia Jeon.
—Entendido, cambio —contestó alguien del otro lado.
