durante los siguientes días agustín y valentín no se separaron ni un rato. vivían juntos, dormían juntos, cocinaban juntos y siempre coordinaban sus horarios para tratar de aprovechar lo más que podían el tiempo en su burbuja. paseaban, estudiaban, miraban películas, se besaban, cantaban, bailaban, trabajaban, jugaban y volvían a besarse, como si fuese que no lo hacían desde hace décadas.
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cuando quisieron darse cuenta se encontraban sentados en la mesa de la quinta de juan junto a fede, matias y alejo compartiendo su última cena antes de volver a buenos aires. la comida estuvo normal. juan conversaba con matias recordando aquella vez que se habian conocido en un boliche de buenos aires donde juan era dj, alejo escuchaba atento y fede comía empanadas solo. sin embargo, algo generaba tensión en el ambiente, y ese algo era agustín. desde que había comenzado el día se encargo de distanciar a valentín. no dejaba que le de un beso porque corría su cara aproposito, los abrazos no los correspondía y se quedaba rígido cuando el colorado se le acercaba buscando algún tacto.
espero que vengan a visitarnos después eh ― dijo juan, mirando a valentín, quien se encontraba vagando entre sus pensamientos preguntandose qué es lo que le pasaba al morocho. no tuvo tiempo de responder cuando alejo lo interrumpió. ― sí, nos encantaria. también que ustedes vayan para alla, mas les vale. de que son las pizzas? ― habló esta vez valentín, buscando cambiar de conversación. agustín solo permanecia en silencio.
luego de cenar cada uno hizo lo suyo. valentín buscó a agustín por toda la casa, hasta que lo vió sentado al borde de la pileta remojando sus pies en la helada agua.
- te estaba buscando ― le dijo sentandose a su lado ― ¿te vas a meter? - ¿que va a pasar con nosotros cuando vuelvas? ― soltó agustín de repente, desconcertando a valentín quien tragó saliva nervioso sintiendo como su estómago se contraía. esta conversación era la que habia estado evitando desde hacía una semana. - no sé, ¿que pensas vos? - en que no va a funcionar. ― agustín no lo miraba, corría su cara para un costado - no digas eso, podemos hacer que funcione ― la voz de valentín se fue suavizando y acercó su mano a la del morocho, comenzando a acariciarla - no creo, valentín. vo' tenes tu vida alla, vas a empezar a estudiar y no va' a tener tiempo para venir al pueblo. tampoco va' a tener tiempo para que yo vaya, nisiquiera tengo mucha plata para viajar. - pero existen las videollamadas agus, podemos hablar por mensajes... sé que no es lo mismo y qué nos vamos a extrañar, pero se puede solucionar... ey, mirame. - no tiene sentido ― dijo agustín, por fin mirándolo ― vivimo' a ocho hora' de distancia, con ritmos de vida totalmente diferente'. es al pedo. - ¿al pedo? dios, agustín, ¿por qué estas hablando de esto ahora? - es lo mismo que hablarlo mañana o cuando estes allá, todo se va a terminar tarde o temprano. - pero estamos con los chicos todos reunidos, no es necesario hablarlo ya. hablemos después mas tranquilos ― valentín no recibía respuestas del morocho, este solo miraba sus pies dentro del agua. ― agustín... - e' mejor que se termine esto ya ― el morocho se levantó sin mirar a valentín. - ¿te vas?, ¿por que tenes que hacer escándalo al frente de todos? estás exagerando las cosas - ¿exagerando? perdón por querer sacarme algo de encima y enfrentar la realidad ― agustín se dio vuelta hablando firmemente. - ¿sacarte algo de encima? ¿estar juntos es una molestía para vos? ― los ojos de valentín se cristalizaron y su cabeza parecía pesar, su respiración se volvió pesada y las lágrimas no tardaron en brotar cayendo sobre sus mejillas. - no fue lo que quise decir - ya lo dijiste, agustín. andate. andate a quedarte solo en tu campo como siempre estuviste ― y esta vez fue valentín quien se levanto y se dirigió rápidamente fuera del lugar, caminando por las calles del pueblito escondiendose en una plaza.
y cuando decidio volver, desesperado por enmendar las cosas, las luces de la casa estaban apagadas, ni su hermano, ni alejo, ni federico, ni agustín, nisiquiera el anfitrión de la casa estaba. todos se habian ido.
