Lena Luthor y Tú | Mi Misión Eres Tú

CAPITULO 11

*Pov Lena*

Por milésima vez los dedos de mi mano izquierda rozan levemente el vendaje que cubre la sutura a un costado de mi frente, mientras que mis ojos no paran de analizar los datos que recopilan los monitores en la sala de control sobre el rastreo de todo lo relacionado con los parademomios, o de aquellos que decidieron acabar con mi vida.

—Deja el vendaje en paz— dicen a mis espaldas, luego de colocar ambas manos sobre mis hombros rígidos.

—Sam, no puedo seguir estando aquí. Tengo que salir— ruego por octava vez en un intento de que esta vez mis demandas se cumplan.

Samantha se coloca a mi lado y con los brazos cruzados me estudia con su mirada. Una vez más se ve descontenta con mi capricho de exponerme al mundo exterior después de lo que aconteció hace tres noches atrás.

—¿Salir a hacer exactamente qué, Lena? ¿A exponerte al peligro tan pronto y regresar aquí con otra sutura, o en peores condiciones?— Su tono de voz es neutro, pero su ceño fruncido indica que para nada está contenta.

—Debo seguir buscando a Lillian. Si apareció esa noche debe significar que aún podemos encontrarnos con ella, sé que aún no ha acabado con lo que sea que tenga en mente.

Los ojos color marrón oscuro de Samantha me analizan detenidamente y con el pasar de los segundos relaja su entrecejo.

—Eso lo puedes hacer desde aquí — respondió, volteando su mirada a los monitores frente a nosotras —. Además, no eres la única que la está buscando, todos aquí al final tienen la misma tarea.

Solté un suspiro pesado, a la vez que me resigno a no lograr mi demanda para salir de aquí sin hacer sentir mal a los que tratan de cuidarme desde lo ocurrido esa noche.

Pero esa pesadez en mi pecho no ha desaparecido desde que fui atrapada de una caída en picada.

Aún podía sentir sus brazos rodeando mi cuerpo y en las noches cuando cerraba los ojos para descansar lograba revivir su mirada melancólica.

—No tienes razones para regresar allí afuera donde el peligro está acechando para atacar en el mínimo momento que te descuides— vuelve a hablar Sam —. Con la ayuda de J'onn J'onnz dejaste a alguien suficientemente capacitado frente a L-Corp, alguien confiable y capaz de seguir e imitar tu modelo de trabajo. Entonces, ¿cuál es la verdadera razón para volver?

Tras el ataque, además de ser obligada a resguardarme y no exponerme por órdenes de J'onn J'onnz, también tuve que presenciar cómo el marciano cambiaba su apariencia física y tomaba la mía para resolver bajo mis indicaciones algunos problemas en la superficie relacionados a mi mando en L-Corp y mi ausencia con tiempo indefinido.

Todo con tal de que estuviera lejos del peligro.

Fue incómodo de ver, pero aún sigo agradeciendo sus intenciones.

—Solo necesito buscar respuestas — respondo sin mirarla.

—¿Qué respuestas?

Hay un silencio que deja un hueco en nuestra conversación, pero a la vez es llenado con el sonido de los teclados tras ser presionados por los dedos de aquellos agentes que se encuentran monitoreando lo que sucede en la sala de control.

No tengo el deseo de tocar temas tan personales frente a personas que no conozco, pero estos se encontraban atentos y absortos con lo que los monitores logran recopilar.

—No se sabe nada de los demás desde esa noche— digo después de un rato en silencio y cambiando de tema.

—Hum… los únicos que no volvieron fueron Diana, el hombre que se cree murciélago y _______… entonces aún preguntas por el paradero específicamente de ellos, pero principalmente por el de ________, ¿no?