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Capítulo 20

El inicio de una nueva generación

Mintiendo y asesinando a quien sea sin piedad...

3 años después

No estaba segura de cuánto tiempo había pasado. La rutina que seguía firmemente durante todo ese tiempo ahora le resultaba una forma de vida; recordaba vagabamente cuando le parecía sumamente martirizante, cuando se desesperaba y se sentía impotente de no poder controlar sus propias acciones, de sentirse débil y constantemente hambrienta. Ahora se había acostumbrado a todas esas sensaciones, el hambre constante ya no le parecía aterradora, seguir la rutina en cuanto a horarios de comida y limpieza la mantenían lo suficientemente cuerda, incluso en algún punto aceptó su cegara forzada, comenzando a desarrollar los demás sentidos.

Sus músculos no terminaban de amoldarse a la dura silla, sintiendo dolor cada vez que se debía levantar para asearse, durmiendo con incomodidad sobre la madera. Estaba segura de que si le quitaban las cuerdas de chakra ni siquiera recordaría cómo utilizarlo de nueva cuenta. La única forma en la que había logrado sobrevivir a ese calvario eran los recuerdos de su familia. ¿Cómo estaría su hermano? Debería tener tal vez entre seis o siete años... No estaba segura de cómo corría el tiempo dentro de esa habitación. ¿Qué había de sus padres? ¿Habrían pensado la promesa de tener otro hijo? ¿Estarían pensando en ella?

_____ soltó una fuerte exhalación a modo de suspiro. A veces resultaba abrumador pensar lo mismo una y otra vez sin tener una respuesta clara. Además, durante todo ese tiempo no había podido encontrar una manera de hacerle ver a Obito que se trataba de ella, y en el proceso incluso había perdido las ganas de seguir intentando.

Aunque, debía admitir que ahora, bajo la llegada de dos nuevas personas a la guarida, podía sentirse un poco mejor.

Fashback

Escuchó la puerta abrirse lentamente, casi con cuidado, lo cuál le pareció extraño porque ni Obito ni Zetsu tenían ese tipo de consideraciones hacia ella, además, había pasado tanto tiempo desde la última vez que el Uchiha se había presentado que sinceramente ya ni siquiera guardaba la esperanza de que fuera él.

Por un momento creyó que se trataría de Tobi, pocas veces lo dejaban a su cargo, pero usualmente se comportaba de manera extrovertida. Y sí, también se sentía como un perro, la sacaban a dar caminatas –a ciegas- cada cierto tiempo, la alimentaban, la bañaban e incluso la ayudaban a vestirse; al principio se había sentido completamente humillada, Obito nunca se había encargado de eso, y creyó que si lo hacía tal vez podría reconocer su cuerpo, pero nunca estuvo presente en ninguna de esas partes de su cuidado. También supo que en algún punto de su estadía habían cambiado sus ropas, dejándola con algo más cómodo y holgado.

— ¡Ah! —Una exclamación femenina la puso de nervios. ¿Se trataría de ayuda? ¿Una cómplice? Su corazón se aceleró temiendo cuál sería el siguiente movimiento de la persona desconocida—. Hay una chica aquí...

—Uchiha-sama dijo que no entraras, Konan —la voz grave, esta vez masculina tensó el estómago de _____ sabiendo de antemano que solo le quedaría aceptar lo que sea que le fueran a hacer—. Aunque no pensé que sería tan pervertido.

—No digas eso —la misma voz de mujer se acercó, sintió la delicada mano posarse sobre su hombro. — ¿Te encuentras bien?

La Uchiha no podía hablar, si bien en algún momento de aquellos años se habían decidido por retirar la máscara, aun mantenía la mordaza sobre sus secos labios, su garganta estaba completamente seca y rasposa. No la alimentaban con comida física, usualmente sobrevivía a traves de los sueros que estaban conectada a ella, lo cuál había desencadenado su rápida baja de peso.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐅𝐔𝐈𝐒𝐓𝐄 𝐓Ú↪【Uchiha Obito】[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora