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Esa tarde-noche de pasión, Jeongin se durmió, lo logró con una enorme facilidad, ya que había quedado exhausto. Logró un sueño profundo en cuestión de segundos. Se veía sumamente adorable mientras dormía con una sonrisa linda la cual marcaba sus hoyuelos en sus mejillas, o eso pensaba el contrario mientras lo veía.

Aunque Seo no. Seo no podía dormirse tranquilo sabiendo que le pasaban ciertas cosas con ese chico de hermosa sonrisa.

No podía dormirse con ese extraño sentimiento en su corazón. Se levantó de la cama con cuidado de no despertar al de cabellos color pastel y se asomó a la ventana.

Allí vio la hermosa luna que había esa noche, en ese encantador cielo azul estrellado. Abrió la ventana, eh ignorando el hecho de que estaba en ropa interior, salió al mini balcón que tenía la habitación.

Había llevado sus cigarros consigo, así que saco uno, lo encendió y comenzó a fumar mientras miraba las estrellas, pensando.

En determinado momento, se cansó de pensar en silencio y comenzó a hablar solo, era en susurros, pero en la tranquilidad de la noche, todo era muy claro.

— Ay Jeongin, lo siento mucho — Dijo dandole una calada a su cigarrillo, tirando su cabeza hacía adelante.

— Pero creo que no soy el indicado para ti. Como no pude darme cuenta antes de que estabas enamorado de mí — Concluyo, soltando el humo retenido en sus pulmones—. Que desperdicio — Suspiró desanimado.

Giró su rostro y miro el cuerpo desnudo del chico cubierto por una sábana blanca, el chico con quién hacía unos minutos, había estado teniendo una gran noche, estaba preguntándose porque carajos había sido tan imbécil—. Perdóname, Innie — Murmuró con su mirada algo perdida.

De repente vio ese cuerpecito incorporarse en la cama, alarmandolo por completo, por temor a haber sido escuchado.

— ¿Innie? — Preguntó en un susurró, tirando su cigarro por el balcón—. ¿Te desperté?

— Creo que, tenemos que hablar, ¿no crees? — Respondió en un tenue susurro endeble, sintiendo como sus ojos pedían a gritos que dejara salir sus lágrimas guardadas.

—Ya veo.

Entró de nuevo a la habitación, cerrando la ventana del balcón y finalmente se sentó en la cama junto a él—. ¿Que ocurre?

— ¿Crees que estoy enamorado de ti?

Esa pregunta calló como un baldé de agua fría para el más grande. Definitivamente lo había escuchado, ahora ya no sabía que hacer, así que simplemente, sería sincero, no podía no serlo en un momento así.

— Si, si lo creo.

— ¿Y a ti te gusto? — Lo miro de reojo, sus hermosos ojos resaltando a la luz de la luna llena, su cuerpo viéndose sensual y a la vez delicado, como si fuera a romperse en cualquier segundo, frágil. Definitivamente parecía una obra de arte en carne y hueso.

Esa fue otra pregunta que mató a Changbin internamente, no sabía que hacer, así que igualmente, fue sincero y dijo lo que quiso, a este punto, ya le daba igual.

Su mirada se oscureció, y no fue reconocible para Jeongin quien estaba sentado frente a él, sus crueles palabras no eran propias de él Seo que él conocía—. No, no me gustas. Jamás podrías gustarme. Me das asco, no podría amarte jamas — Sonrió descaradamente, como si lo estuviera disfrutando.

¡Amor doloroso! - 𝓢. "𝓐𝓶𝓸𝓻𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓥𝓲𝓭𝓪" ||• 𝘷𝘦𝘳. 𝘫𝘦𝘰𝘯𝘨𝘣𝘪𝘯❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora