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➪ Yang Jeongin, un joven de 20 años. Perdidamente enamorado de su mejor amigo; Seo Changbin. Seo Changbin, conocido en toda la facultad por ser un play boy de unos 25 años.
El pequeño Yang, en el intento de olvidar su amor platónico...
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Estaba en blanco, no podía decirle la verdad, del porque estaba allí—. Em, bueno...
— ¿Y bien? — Volvió a decir el mayor.
Pensó rápidamente en que decir, y decidió mentir, no estaba bien, pero no había otra opción—. Solo no podía dormir, ¿y tu? ¿que te trae por aquí?
— Aah, nada interesante la verdad. Las ganas de beber y salir de mi casa, me ganaron — Y en su rostro se notó que se arrepintió de decir aquellas palabras.
— ¿Quieres hablar de eso, Hyung? —Preguntó Yang, con una pequeña sonrisa tímida en su rostro.
— Quizá cuando este borracho. ¿Quieres beber? — Preguntó, rascando su nuca.
— Esta bien, te aceptó los tragos, y la charla — Dijo mirándolo con picardía.
Con eso dicho, se dirigieron a la barra, donde se sentaron y comenzaron su ronda de bebidas con algo fuerte; Vodka Ruso.
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— Changbin, enserio, tienes que cambiar con el chico ese, si tanto le gustas, va, según tú — Aclaró — No puedes seguir ilusionandolo — Dijo el muchacho, sentado frente a él, llevándose el vaso de jugó a sus labios. Sorprendentemente estaban tomando jugo de naranja y no cerveza, como siempre hacían—. Si solo vas a jugar con él, como haces con todos con los que sales, no es amor.
—Ya lo sé, pero no lo sé. Cuándo me lo estaba fo- — Fue interrumpidó, ahora sabía lo que se sentía que te interrumpan a cada rato, él lo hacía seguido.
Y se lo hizo a Jeongin cuando cogían.
— No digas más detalles de los necesarios, no quiero saber — Lo fulminó con la mirada, al terminar de decir eso. Siempre que escuchaba sus dramas, se terminaba enterando de cosas desagradables que lo traumaban, odiaba eso. Solo fue una advertencia, la siguiente vez le daría con una botella de vidrio, de eso estaba seguro.
— No seas dramático, Yeyo. Solo iba a decir, que mientras lo hacíamos, sentí cosas que jamás sentí con nadie antes. Fue único — En sus ojos apareció un brillo especial, Yeyo lo noto quizá, pero él no—. Y extraño, aún me siento extraño. Iba a quedarme en su casa a dormir, pero no pude. No con este sentimiento tan raro.
