Kuroko No Basket x Reader.

Akashi Seijuro (2).

Estabas nerviosa, no, nerviosa no, ansiosa quizás, expectante del trato que el pelirrojo te iba a dar, interesada en cómo te iría a tratar después de lanzarle un vaso de agua helada en la cabeza, además, no era cualquier metida de pata, si hubiera sido un día soleado seria más aceptable, pero cuando lo hiciste el clima era el peor, llovía a tormentos, quizás no a tormentos pero hacia frio.

T.N: Oh, ahí está -Susurraste al verlo sentado en su puesto, su mirada era seria, no expresaba nada, un empujón te obligo a sacar tu vista de Seijuro-

Roberto: Oh, oh, lo siento, no era mi intención, iba rápido -Dijo revolviendo sus cabellos rojizos, sus ojos negros te recorrieron rápidamente- Que linda... -Susurro, tu lo ignoraste & comenzaste a caminar hacia tu puesto- Oi, oi, espera -Agarro tu muñeca haciendo que te detuvieras- ¿Cómo te llamas? -Te sonrió amablemente-

T.N: Yo... -Notaste la mirada de Akashi sobre ti- __ (T.A) __ (T.N) -Le sonreíste haciendo que se sonrojara levemente- ¿El tuyo?

Roberto: E-El mío es Roberto Satō, un gusto __ (T.A)-chan -Tomo tu mano & la beso-

T.N: Dime __ (T.N), Roberto-kun -Sonreíste complacida ante el aura del chico de ojos bicolor-

Roberto: Perdón si es algo atrevido, pero el color de tu cabello me encanta -Gritaron el nombre del chico- ¡Me llaman mis amigos! ¡Nos vemos __ (T.N)-chan! -Despeino tus cabellos de forma amable & fue con sus amigos-

Ignoraste la mirada de Seijuro & seguiste hasta tu puesto, no te molestaba usar a las personas para conseguir tus propósitos, tus padres & amigos lo hicieron contigo, así que, ¿Por qué no hacerlo tú?

Notaste que Akashi se levanto calmadamente de su puesto & se sentó frente a ti, su mirada estaba penetrando la tuya, su mano paso por tu mejilla haciéndote estremecer, la quitaste con un manotazo.

T.N: ¿Qué quieres Seijuro? -El chico levanto una ceja & te sonrió de lado, oh si, sabias muy bien lo que quería pero no le darías el gusto-

Akashi: Sabes lo que quiero, a ti, lo que quiero lo obtengo, no hay cosa que no consiga si la quiero, además, estaba probando mi nuevo puesto -Frunciste el ceño-

T.N: ¿Tu nuevo puesto? -Agarraste el cuello de su camisa- No te atrevas, tu asqueroso rostro me da asco...

Akashi: Sabes que es mentira, te encanta -Tomo tus manos entre las suyas- Lo que pasa es que no quieres aceptarlo -Alejaste tus manos con brusquedad, el chico acomodo su camisa- __ (T.N), no vuelvas a hablar con ese tipo.

T.N: El es mucho mejor que tu ¿Celoso Sei-Kun? -Usaste un tono burlesco, el chico paso de ti, te dio la espalda, no sabías que tipo atracción sentías por él, pero entendías que existía una, no aceptarías eso frente al pelirrojo pero harías que cayera a tus pies, que te necesitara, luego estás segura de que te hartarías & lo desecharías-

El profesor llego, todos pasaron a sus asientos, mirabas la espalda del chico, su cuello, su cabello, todo en el era extrañamente atractivo, sabias del peligro que implicaba probar un poco del podía hacerte adicta, tal vez tenias miedo, no lo aceptarías.

Quizás te gustaba, tampoco lo aceptarías, tenias entendido que el solo era uno de esos chicos que utilizan a las chicas una vez para luego desecharlas, no eras diferente a él, sabias como se sentía el que te utilizaran, sabias como se sentía el dolor, por eso mismo ibas a hacer lo necesario para no revivirlo. Akashi Seijuro, era peligroso, pero no mostrarías debilidad, no había que tener miedo, no quedarías embobada solo por sus palabras, solo por su rostro, menos por sus acciones, si alguien fuera a actuar primero serias tu, no tenias pensado ser su esclava.

Tu mano se deslizo desde el pupitre hasta el cabello rojizo de tu "enemigo" lo acariciaste, sentiste como el chico se tenso, pero enseguida se relajo, no se quejo, disfrutaba aquel caricia, te lo sacaría en cara, sí, eso estaba más que claro, pero estabas aburrida, era solo un método para pasar el tiempo.

El timbre sonó dando inicio al receso, antes de que el chico se volteara con su sonrisa de suficiencia le tiraste el cabello, soltó un pequeño gruñido de dolor, te levantaste & saliste rápidamente del salón, caminabas por los pasillos sin pausas, sabias que venía detrás de ti, te reclamaría lo que acababas de hacer, poco te importaba.

Akashi: ¡__ (T.N)! -Llamo fuertemente, casi como una orden para que te voltearas- ¡__ (T.N)! -Repitió igual de potente- ¡Detente! -Estaba muy equivocado si creía que lo obedecerías, no le tomo tiempo para agarrarte de la muñeca & voltearte- Cuando te llame, mírame -Ordeno-

T.N: Yo hago lo que quiera, no necesito que me digan que debo hacer ¿Entiendes?

Akashi: Entiendo, pero lo que estás diciendo está mal, todas mis peticiones son ordenes, mis órdenes se obedecen aunque no te gusten... Además -Allí venia, te iba a sacar en cara lo que habías hecho- En clases parecías muy entretenida con mi cabello -Una mano del pelirrojo paso por tu cintura atrayéndote hacia el- ¿No crees?

T.N: Tu tampoco parecías incomodo Seijuro.

Akashi: Claro que no, tu sabes que yo quiero que te enamores de mi, al parecer voy por buen camino -Sonrió de lado con mucha suficiencia-

T.N: Ah, es cierto -Te miro interrogativo, mas aun cuando tus brazos atraparon su cuello en un abrazo- No te lo dije Sei-kun -Acercaste tus labios a los del chico, era un simple roce, pero hacia que muchas sensaciones agradables recorrieran el cuerpo de ambos- Yo te voy a enamorar -El chico sonrió, acababas de darle una declaración de guerra- Prepárate Seijuro.

Akashi: Sorpréndeme -Sus labios atacaron los tuyos, era un beso desesperado, no te quedaste atrás correspondiste aquel beso, el chico mordió tu labio inferior estirándolo, lo soltó justo en el preciso momento, volvió a unir sus labios, tu lengua paso por su labio inferior haciendo que abriera la boca, enseguida tu lengua se encontró con la suya, comenzaron a luchar por el dominio, las manos del pelirrojo se posaron en tu cintura, te apretaba fuertemente contra su cuerpo, tus dedos recorrían su cabello, tirabas levemente del, esta vez tu atacaste su labio con tus dientes, tirando ligeramente del, para luego chuparlo, el chico te dio una mirada con demasiadas emociones, no podías descifrarlas, lo mismo se podía decir de la tuya-

Ambos eran libros cerrados, no sabían cómo abrirlos, el que se besaran no implicaba que iban a llevar una relación de ahora en adelante, alejaste tus labios del pelirrojo que clavo sus labios en tu cuello, sentías su respiración chocar en el, sin embargo, no hacía nada, no lo besaba, pensabas que aprovecharía esta oportunidad para buscar tus puntos débiles, pero estaba quieto tranquilo, oliendo tu perfume.

Levanto su mirada, penetraba la tuya, querías saber que estaba pensando, que estaba pasando por su mente, pero no podías, no lograbas entenderlo, el chico tampoco, el silencio comenzó a hacerse incomodo.

No te soltaba, tu tampoco lo soltabas, el chico nuevamente te mordió el labio inferior & lo chupo, ahora que lo notabas sus labios estaban rojos, un poco hinchados por el beso, de seguro los tuyos estaban igual, sabias que solo querías darle un beso para demostrarle que no caerías en su trampa solo por eso, pero ahora querías mas, no querías comenzarlo tú, el chico harto de esperarte retomo el beso, de nuevo sus lenguas comenzaron una lucha, pasaba de su boca a la tuya, ni uno se rendía, no querías que este momento terminara, te convencías que solo era un capricho, que solo querías esos besos porque eran extremadamente buenos, pero no era porque te gustara, el sonido de la campana resonó en los oídos de ambos, se separaron casi por inercia, ambos con un brillo en los ojos.

Akashi: Entonces __ (T.N), esto es la guerra -Declaro con su voz más ronca que lo normal-

T.N: Espero que estés preparado Seijuro -Sonreíste de lado-

Ambos lo tenían claro, sabían que aquella "Guerra" era una excusa para tratar de transmitir aquellos sentimientos que no podían expresar, ambos tenían sus heridas, sus secretos dolorosos, aquellos que impedían que abrieran su corazón a las personas, era por eso mismo que no podían decirse las cosas claras, ambos creían que podían conseguir lo que querían, pero la realidad no era así, la realidad era que aunque lo que más desearan era entregarse al otro no podían abrirse & no podían aceptar aquello, ese deseo oculto, ese sentimiento de amor que no podían demostrar.

Fin capítulo (2).