★Inconcebible /Sanegiyuu-Omegaverse/★

1. Decepción

Giyuu bajó la tapa del inodoro y se sentó encima, sintiéndose bastante ansioso. Sus manos temblaban mientras se mordisqueaba el labio en un gesto para tratar de calmar su ansiedad. 

Miró el test de embarazo entre sus manos casi sin parpadear, esperando que se marcaran las dos deseadas líneas que indicaban un embarazo positivo. 

- Por favor... Por favor... 

El Omega apretó los ojos y rezó internamente a todos los dioses posibles con tal de ser bendecido con un bebé. Su Alfa, Sanemi Shinazugawa, se encontraba afuera del baño haciendo exactamente lo mismo. 

Estaba expectante de ver que su Omega saliera del baño con una sonrisa y un test de embarazo positivo en vez de escucharlo llorar de decepción otra vez. Llevaban años intentando concebir aunque fuera a un solo cachorro, intentando aparearse durante el celo, cambiando a una alimentación más saludable, tratamientos de fertilidad e incluso fecundación in vitro, pero lamentablemente nada les estaba dando resultados. 

Aún así... No quería perder las esperanzas. Sabía que su Omega no deseaba nada más en el mundo que poder estar embarazado y sentir en su barriga las pataditas de su bebé. Y siendo honesto, él también quería ver eso. 

Sanemi sabía que todos sus amigos y conocidos que tenían su misma edad ya eran padres y tenían muchos cachorros, así que no tener hijos a esa edad era un poco mal visto. Realmente le daba lo mismo lo que pensaran los demás, pero él realmente quería saciar ese deseo de tener un cachorro propio. 

Sería un orgullo tener un hijo al cual poder llamar propio, escuchar sus primeras palabras y enseñarle a caminar... Criar a un pequeño y delicado ser nacido del amor con su Omega era un sueño. 

Y por el momento, al parecer seguiría siéndolo. 

Escuchó como el test de embarazo se estrelló y rompió contra la pared de cerámica del baño y después rebotaba en el suelo. Giyuu gritó de rabia y después empezó a llorar desconsolado por la frustración de otro intento fallido. 

- Tomioka! 

Sanemi entró corriendo y se arrodilló junto al Omega, abrazándolo con fuerza para calmarlo y darle consuelo. 

- Shh, shh, shh... Tranquilo, mi amor... No llores, sí? Para la próxima lo vamos a lograr... 

Le dio suaves besos en la frente y secó sus lágrimas con los pulgares, pero Tomioka se aferró a los brazos de su Alfa y volvió a llorar. 

- Estoy cansado, Sanemi... Me duele mucho ver todos los test de embarazo negativos... Nos hemos esforzado tanto, pero por qué no podemos tener un bebé?... 

La mirada de Sanemi se volvió triste, pero trató de mantener una sonrisa para poder darle estabilidad emocional a su Omega. 

- No lo sé, pero estoy seguro de que llegará el día en el que toda esta larga espera y sufrimiento haya valido la pena... Te lo prometo, mi dulce Omega... 

Sanemi apoyó su mano en el vientre de Tomioka y lo acarició de forma circular para relajarlo, porque le gustaba que lo acariciaran ahí. 

Agarró entre sus brazos a Giyuu y lo cargó hasta la cama para que descansara un rato, y después fue al baño con la escoba y la pala para barrer los trozos rotos de plástico del test de embarazo esparcidos por el suelo. 

Era deprimente repetir este ciclo 3 o 4 veces a la semana, pero de a poco se estaba acostumbrando a la rutina. Intentar, fallar y llorar. Intentar, fallar y llorar. 

Le dolía ver a su Omega llorando de pena al no poder volverse madre, pero no podían hacer nada más allá de lo que ya estaban haciendo para tratar de concebir. El cuerpo del Omega ya se había expuesto a muchos tratamientos invasivos para poder quedar embarazado, y eso ya le estaba causando un desgaste físico que no le gustaba ver en el cuerpo de su amado. 

Suspiró y terminó de barrer, para después recostarse al lado de Giyuu y abrazarlo para brindarle amor y el apoyo que este necesitaba. 

- Crees... Crees que esto es mi culpa? 

Giyuu habló sin energías y miró a Sanemi con tristeza. 

- Qué? Por qué dices eso, mi Omega? Por supuesto que no es tu culpa! 

- Pero yo soy el que tiene problemas de fertilidad... Mi útero es inútil... 

Giyuu volvió a sollozar, y a Sanemi se le volcó el corazón de pena al escuchar como su amado se culpaba a si mismo. Apoyó ambas manos sobre la barriga de Giyuu y le acarició. 

- Te lo repito, pequeño Omega. No es culpa tuya ni de tu útero... Solo no hemos tenido suerte... Recuerdas lo que dijo el doctor? Nuestras posibilidades son bajas, pero puede pasar que quedes embarazado... Solo hay que tener fe en que todo va a salir bien, okay? Lo más importante de esto es estar confiado de que tendremos un bebé. 

- Y si... Eso no llega a pasar, Sanemi? Te vas a enojar conmigo? 

La voz de Tomioka tembló mientras Sanemi le acariciaba las mejillas con todo el afecto del mundo. 

- Por supuesto que no. Un bebé no va a cambiar lo mucho que te amo... Si nunca nos llega esta bendición, juro que voy a seguir amándote de la misma forma que cuando te conocí... 

Ambos se acurrucaron juntos en la cama y Sanemi besó la marca en el cuello de Tomioka, a lo que Giyuu ronroneó y se metió entre los brazos del Alfa para estar protegido y cómodo. 

Por fin después de varios minutos el Omega se durmió. De seguro el pobre estaba cansado de sufrir esa pena todas las veces que usaba un test de embarazo... También le dolía mucho recibir la noticia de otro intento fallido... 

- Te amo, mi pequeño Omega... Siempre voy a estar contigo... 

Sanemi susurró suavemente esas palabras en el oído del Omega y después le acarició la cabeza de forma delicada deslizando sus dedos sobre las hebras del pelo negro de Tomioka. 

Se sentía frustrado... Pero jamás le diría eso al amor de su vida. No importaba si su sueño de ser padre jamás se volvía realidad, siempre estaría al lado de su Omega para darle su amor. 

Por eso se comprometió a ser su Alfa y lo marcó... Porque lo amaba por sobre todas las cosas, incluso por sobre sus propios sueños. 

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Nueva historia Sanegiyuu! Advierto que quizás hayan algunos capítulos tristes 😱

Espero que les haya gustado! Qué les pareció? Cualquier opinión o idea es bien recibida! 

Muchísimas gracias por leer <3

Cuídense muchoo!