Al ver un flujo de sangre gotear por en medio de sus piernas, el corazón de Giyuu se apretó en un sentimiento de angustia y miedo. La sensación de contracciones en su vientre era dolorosa e incómoda, y lo único que pudo hacer fue maullar de susto a la espera de la ayuda de su Alfa
- Ah! Sanemi! S-sangre!
Él se estremeció con nervios, siendo sacudido por espasmos de ansiedad que no le dejaban pensar correctamente. Deslizó sus dedos por el sector cercano a su entrepierna, mojando levemente las puntas de sus dedos con sangre, la cual no tenía idea que se trataba de los restos de su amado bebé.
Sanemi sintió una sensación agobiante recorrer repentinamente su espalda al escuchar los maullidos de susto de su Omega, a lo que decidió ir a revisar si todo estaba en orden con su pareja al interior de la habitación.
- Cariño? Qué pasa? Por qué estás- AHH! GIYUU!
Sanemi corrió desesperado hasta estar a un costado de su Omega, quien se encontraba estático y de pie al borde de la cama mirando en shock como brotaba sangre de su cuerpo. El Omega no era capaz de comprender el proceso por el cual estaba pasando su cuerpo.
Un aborto espontáneo.
Tomioka emitió un jadeo de dolor, sintiendo ardor en todo el sector alrededor de su vientre.
- S-Sanemi... qué...qué me pasa?... Me duele mucho, y tengo miedo...
Sanemi empezó a sudar frío, tratando de procesar lo que le estaba pasando al cuerpo de su Omega. No podía ser lo que estaba pensando, no?
Dios no podía ser tan cruel de arrebatarles la mayor felicidad de sus vidas, cierto? De seguro... de seguro era una pesadilla...
Sanemi agarró con delicadeza las manos de su Omega, quien seguía en un trance de miedo y angustia. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver su carita inocente llena de confusión.
- Amor... Hay que... Hay que ir al hospital ahora...
Giyuu emitió un maullido y miró a Sanemi con los ojos llorosos, apoyando ambas manos en su pancita para aferrarse a su bebé.
- Por...qué? Me lastimé?... Yo no quería lastimarme, Sanemi... Perdón...
Su garganta se apretó al escuchar la voz temblorosa de su Omega, además de ver sus manos tocando su panza.
El bebé...
- Giyuu, dime qué sientes en la panza...
Tenía la esperanza de que Tomioka solo sintiera algo de incomodidad, porque quizás tendrían la oportunidad de salvar a su cachorro.
Su corazón se rompió y comenzó a llorar cuando Tomioka dijo que sentía intensos cólicos en su barriga. Ya habían comenzado las contracciones... Seguramente todos los fluidos que caían del cuerpo de Tomioka eran el cachorro que con tanta ilusión estaban esperando...
- Tan malo es?... Sanemi, qué pasa con el bebé?...
Sus pies temblaron cuando se acercó un poco más a Sanemi y le tocó el pecho para tener su atención. La mirada de tristeza de Sanemi le apretó el corazón.
- Giyuu, amor... Ya... Ya no hay ningún bebé...
Tomioka chilló y su cuerpo se enfrió, empezando a sollozar mientras torpemente intentaba detener el sangrado con sus manos.
- No! No! Mi bebé!
Él apretó los labios y cayó de rodillas, abrazando su propia panza con el deseo de no dejar ir a su hijo. Sanemi le miró con un gesto de dolor, sin ser capaz de consolarlo.
Era demasiado doloroso... incluso para él...
Giyuu miró a través de la puerta, observando la habitación que sería del bebé. La cuna llena de peluches y juguetes, adorables diminutas prendas y zapatitos...
Esas cosas jamás serían usadas por su hijo...
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Una semana después de la pérdida, Tomioka seguía deprimido. El médico le había dicho que estuviera pendiente de su Omega porque una experiencia como esa era traumática...
Lo peor de todo es que Giyuu no quería aceptar lo que había pasado. Él seguía acariciando su vientre a pesar de estar llorando, como si de esa manera su cabeza podría creer que el embarazo aún no había terminado.
Era doloroso ver a su ser amado sufriendo de esa manera...
De alguna manera tendría que sacar a su Omega de la depresión post aborto, pero para ser honesto él también estaba afectado por la pérdida de su cachorro.
No tenía opción más que ser fuerte por su pareja, por más que le doliera el corazón lo que estaban viviendo...
Sanemi suspiró y fue a llevarle un té a su Omega, quien dormía en la habitación, pero se desesperó al no verlo ahí.
- Giyuu?
El Omega no estaba en la cama ni en el baño.se había ido!? No! Eso era extremadamente riesgoso! El Omega en ese estado corría mucho peligro solo en la calle!
Sanemi dejó el té en el mueble y estuvo a punto de salir corriendo por la puerta en busca de su Omega, cuando escuchó un pequeño ronroneo en la habitación del bebé.
- Uh?...
Sanemi apretó los labios y aguantó las lágrimas al ver a Tomioka acurrucado estrechamente al interior de la cuna del bebé, abrazando un peluche de Jirafa el cual habían estado llenando con sus aromas para cuando naciera el cachorro.
- Giyuu...
Tomioka tenía los ojos irritados, por lo que habría estado llorando mucho antes de quedarse dormido.
Le dolía el alma verlo así, pero no podía hacer nada para eliminar el sufrimiento de su corazón.
- Giyuu, perdóname...
Sanemi comenzó a llorar en silencio mientras acariciaba la cabeza de Tomioka para darle aunque fuera un poco de comfort.
- Perdóname por no ser lo suficientemente fuerte para ayudarte...
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Hola hola!! Cómo están? Espero que muy bien! ^^
Qué les pareció el capítulo? Espero que les haya gustado!
Opiniones o ideas? Pueden escribir lo que quieran aquí, con confianza :D todas las opiniones bien recibidas.
Disculpen el capítulo tan corto, pero si lo hacía más largo iba a ser más sad.
Bueno, sin nada más que decir, muchas gracias por haber leído!
Espero esta noche poder actualizar un Omega terco!!
Bye byeee!!!
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★Inconcebible /Sanegiyuu-Omegaverse/★
FanfictionA pesar de su amor y pasión el uno por el otro, Giyuu y Sanemi eran incapaces de concebir un hijo. A medida que pasaban los meses y los años sin resultado, con intentos fallidos y pérdidas dolorosas, Giyuu tenía miedo de que Sanemi estuviera insatis...