Una carta había llegado.
Luego de que el Come Libros, algunas hojas haya devorado.
Se convocó a quienes podrían rescatar el día.
Con su coraje y su algarabía.
Lo que para unos era una tortura.
Para otros, era una aventura.
Al abrir la carta, un portal apareció.
Arrastrando a los elegidos, con desesperación.—¿Dónde me hallo? —inquirió uno de los elegidos que había caído sentado en una silla que era acompañada por una enorme mesa rectangular.
—Saludos, con todos. Soy Poeta.
—Y yo psicólogo, sabes, la carrera fue muy ardua, pero...—Poeta lo interrumpe de sopetón.
—No, es mi nombre. Mi nombre es Poeta, aunque también es parte de mi oficio.
—Bueno ¿Qué pretendes? —espetó uno de los hombres que estaba sentado.
—Sean pacientes, aún aguardamos a unos invitados —de repente el cielo se tornó plomizo y un fuerte viento azotaba la ventana—, creo que uno de ellos ya llegó.
Una silueta masculina de 1.90 de altura cayó en una de las sillas, ocultaba su rostro con una capa roja que dejaba entrever sus manos que eran acompañadas por unas puntiagudas uñas negras. Y que al ver a todos sentados se lanzó sobre uno de los tipos.
—¡YA BASTA! —exclamó Poeta, y el misterioso hombre con capa retornó a su lugar—, él es Drácula.
—Dijiste que faltaban varios invitados, lo pluralizaste, y aquí sólo llegó un sucio murciélago. ¿Qué farsa es esta? Me marcho —se puso de pie uno de los elegidos—, ven Allard.
—¿Allard?, ¿Como Allard el príncipe? —uno de los elegidos sacó un celular de su bolsillo para mostrarle una imagen.
—¿¡Que es ese artefacto que replica mi imagen!? —Allard desenvainó su espada amenazando al celular-—, no, no. Mejor aún ¿Cómo sabes quién soy yo?
—Basta, yo se los explicaré. Verán —continuó Poeta sujetando unas anotaciones de su libro, en donde estaba la vida de todos ellos—, ellos dos, son Mordred y Allard, quisiera entrar en detalles pero hay cosas del destino que no puedo revelar acerca de ellos. El psicólogo Hugo, que es quien posee el celular, viene de un mundo futuro al nuestro, por eso tiene herramientas inteligentes con él. Drácula, tiene una historia muy enrevesada, contrarrevolucionario, causante de una guerra.
—Y asesiné a todos los Franceses —añade Drácula.
—Sí...Bueno, son detalles de la vida privada de ustedes, sus lectores, y su escritora —continúa Poeta—, y pues yo, Poeta, el creador de mundos.
—¿Por qué tú puedes crear mundos y yo los destruyo? —pregunta Drácula con indignación— ¡Qué incompetente es mi autora!
—Tenemos a la misma creadora, Drácula.
—Tiene sus favoritos —Drácula se cruza de brazos.
Poeta sale apresuradamente de la habitación dejando a todos encerrados.
—Yo lo noto muy raro, su lenguaje corporal, siento que esconde algo —comenta Hugo.
—¿Ser psicólogo es como ser un consejero del rey? —pregunta Allard.
—En teorí... —son interrumpidos por la amenazante voz de Mordred.
—¡Drácula, suelta eso!, no podemos fisgonear.
—¿No podemos fisgonear, o es que no sabes leer?
—Sólo sé leer frases cortas. Pero no lograrás leer todo eso, Poeta volverá en cualquier momento y te atrapará haciéndolo.