En(clip)sada.

capítulo 3: clip.

Después de haberlo pensado por un par de segundos acepté la invitación del chico que en medio de la penumbra me extendía su mano para ir con él. Ya habían pasado cerca de unos cinco o diez minutos desde que estabamos los dos sentados en andén de la casa de B, de momento nos manteníamos en silencio, ninguno de los dos decía nada, lo único que lograba escucharse era el sonido de los grillos y algunas ranas. 

Mi cuerpo se encontraba cerca al suyo, casi que por unos cuantos  centimetros no lograban rozarse, me debatía en mi mente entre lo que debía decir o no para romper el silencio, sin embargo, el chico misterioso pareció leer mis pensamientos y habló de primero. 

- ¿Te gusta aquí? - Preguntó mirando hacia el frente y reponsando sus manos detrás de si mismo.- Por cierto, no sé tu nombre, ¿cual es? 

- ¿A qué te refieres con aquí? - Le dije confundida mientras cruzaba mis piernas y giraba mi rostro hacia él.- Mi nombre es Anne, el tuyo lo sé. 

- O sea, quiero decir que si te gusta Canterbury. - Expresó aún con su mirada fija en el horizonte.- Lo digo porque parece ser un lugar tranquilo, casi que llegando a tornarse aburrido, por lo que he visto, es como si aquí todos conocieran la historia de todos. ¿No es algo molesto eso? 

- Oh... - Bufé mientras pensaba en que contestar a su pregunta.- Pues este es el único sitio que conozco, toda mi vida la he crecido aquí, así que no puedo decirte si es aburrido o no porque es todo lo que por el momento conozco. - Contesté con cierta melancolía, pues a veces quisiera que lo último que dijo el chico misterioso no fuera del todo cierto.- Más allá de ser algo molesto, creo que tiene sus partes buenas, ¿sabes? - Añadí antes de que él pudiese responder algo.- Pues creo que si todos te conocen tienes un poco más de seguridad, ya sabes, si te pasa algo o estás en peligro, quizá cualquier conocido te pueda salvar. 

- Mmm... - Murmuró casi que para sí mismo el chico a mi lado y seguido a ello, logré escuchar como chasqueaba su lengua.- No lo sé, creo que el que todos te conozcan y sepan de ti y tu historia, sólo hace que sea más fácil que hablen de ti y que estén al pendiente de lo que haces. -Dijo ésta vez girando su rostro hacia mi.- Y no lo pienso del buen modo, no siempre habrán personas buenas que te quieran salvar, sino que contrario a eso, sólo quieran hacerte el mal. - Encogió sus hombros tras decir esto último.

Me quedé un par de segundos en silencio mientras mi mirada parecía perderse en algún rincón del rostro de aquel chico que se encontraba frente a mi, lo que él decía en parte ya lo había pensado, sabía que sus palabras traían consigo algo de verdad, pues, desde que sucedió lo de mamá, no había dejado de pensar en lo mucho que me hubiese gustado que no hablaran tando del tema como algo de lo que cualquiera podía opinar. Nadie conocía la historia, no al menos la real y lo que traía consigo todo su desenlace, pero en lugar de eso, todos en Canterbury parecían creer tener el derecho de decir u opinar algo sobre ello sin medir el impacto que podían tener sus palabras. 

- ¿Te quedas callada por qué he dicho algo malo o por qué he mencionado algo cierto? - Escuché decir al castaño. 

Ante sus palabras tomé un fuerte suspiro, no podía creer que este chico recién aparecido pudiese decir tantas cosas ciertas, es que parecía conocerme de siempre. 

- Es más lo segundo, deberías trabajar como adivino, seguro ganarías mucho dinero por ello. - Le respondí intentando ser graciosa.- ¿De dónde vienes tú? - Pregunté ésta vez intentado cambiar un poco el tema pero a la vez, con la intención de saber más de él.- Es que llevo ya algún tiempo conociendo a Blue y su familia, de ti es la primera vez que escucho. ¿Los conoces de hace tiempo? 

Antes de decir cualquier cosa el chico a mi lado solamente rió, casi podría decirse que con cierta ironía en medio de ella. ¿Había dicho algo malo?