Capitulo 3 ; Consuelo Nocturno.

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Scott últimamente no estaba durmiendo bien; muchas noches de insomnio seguidas con el mismo tema rondando su cabeza.

Era difícil comenzar de nuevo. Si bien ahora tenía trabajo y había comenzado la terapia, una parte retorcida extrañaba a Envy. No podía soltarla; habían roto, eso lo destrozó y dejó su corazón hecho jirones.

Pero, ¿si Envy Adams no lo quería, quién lo haría entonces? Ella lo había engañado, debió ser un pésimo novio. Tal vez si se hubiera esforzado un poco más en la relación... No podía dejar de pensar en eso, en que tal vez debido a su culpa, las cosas se fueron al carajo.

Su terapeuta le había dicho que no era así, Wallace le había dicho que no era así, pero una parte de sí mismo quería seguir culpándose. Una parte de sí mismo no lo aceptaba, y eso solo lo hacía sentir más tonto.

Todos se cansarían del mártir tarde o temprano.

Había algo mal con él, si es que realmente todo estaba mal. Le resultaba difícil olvidarse de los momentos lindos, cuando cenaban juntos y pedían comida china, escuchar a Envy hablar y hacerla  reír. ¿Todo eso era mentira? ¿Envy siquiera lo amó?

Pero luego pensó en todo lo demás, en los golpes, en lo fácil que era sacarla de quicio. Se revolvió en la cama solo para ver a Wallace a su lado durmiendo tranquilo.

Wallace, no podia  dejar de pensar en todo lo que había hecho por el, no se merecía alguien como wallace...

Se levantó de la cama, rendido a dormir porque ya le resultaría difícil. Fue al baño, empapó su cara, se cambió, agarró su campera y salió afuera. Tonto él, porque no se dio cuenta de que llovía, pero eso le importó poco porque salió de su casa y caminó, su mente estaba en blanco.

Terminó debajo de un tejado, abrió su celular solo para ver fotos de él con Envy, al principio de la relación, cuando todo estaba aparentemente bien... Mierda, era un jodido dramático en este momento.

¿Quién hacía esto debajo de la lluvia?

Empezaba a hacer frío, no quería irse a casa, no quería ser una carga para Wallace. Pensó varias veces en volver con sus padres... Sabía lo difícil que sería si lo hacía y hacerlo significaría dejar todo lo que había logrado hasta ahora.

—¡Ahí estás! —Scott levantó la mirada con sorpresa, solo para ver a un Wallace en pijama abrigado con una campera enorme corriendo hacia él. Su mejor amigo se resbaló y casi se cayó, sin embargo, Scott fue hacia él rápidamente y lo sostuvo antes de que eso sucediera. Scott estaba agarrando a Wallace de la cintura, ambos estaban muy pegados, no sabe por qué aquel pensamiento lo hizo sonrojarse un poco.

—¿Estás bien? —preguntó; Wallace asintió, pero se separó rápidamente, parecía enojado de repente.

—¡Eso debería preguntarlo yo! ¿¡Qué haces aquí afuera en medio de la lluvia tan tarde?!  —protestó el pelinegro; Scott se avergonzó de sí mismo.

—Eso no importa, vamos a casa... No quiero que te mojes. —se sentía mal por hacer que Wallace saliera a buscarlo; ahora podría enfermarse por su culpa.

—Bien, pero en casa me dirás qué pasó... —Scott estuvo de acuerdo y ambos se dirigieron directamente al apartamento.

Una vez allí, Wallace preparó dos cafés para ambos y encendió las estufas, hacía mucho frío y veía cómo Scott seguía temblando y tenía la cara algo pálida.

—Bien... —se sentó en la mesa al lado del pelirrojo y repartió las tazas de café, aunque Scott ignoró la suya completamente. —¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué saliste bajo la lluvia? —él lucía preocupado.

—... —Scott no soltó palabra, solo se quedó mirando a la nada por veinte segundos, lo que sí alteró un poco la paciencia de Wallace. Estaba frustrado; a veces, quería ayudar a Scott, pero este era difícil porque costaba hacer que soltara algunas cosas, y él lo entendía, pero mierda que era complicado hacerlo, aunque él no se rendiría, no dejaría de nuevo a Scott solo, no lo abandonaría tan fácil si es lo que piensa el jodido Scott Pilgrim.

—No sé leer mentes, así que a menos que me digas qué está te está pasando, no puedo ayudarte... —

—Voy a... Voy a volver con mis padres... —esa declaración dejó incrédulo a Wallace, no, lo dejó atónito.

—¿T-tú qué? —estaba confundido y paralizado; ¿por qué Scott tomaría esa decisión? Había una razón por la cual Scott y su hermana se habían ido de su casa tan temprano. Los padres de Scott eran controladores y abusivos, malas personas en general.

Nadie los quería cerca, ni los miembros de su propia familia; Scott y su hermana se fueron apenas cumplieron los dieciocho. La hermana de Scott se fue mucho antes al ser mayor, lo que hizo que el pelirrojo soportara el resto de abusos solo. Wallace no comprendía, no entendía nada.

—¿Por qué volverías con ellos? —Wallace hasta llegó a pensar que quizás hizo algo mal, quizás él estaba presionando a Scott más de lo que debería y eso fue lo que lo incomodó.

—Realmente no quiero hacerlo... Pero... No quiero que te sigas ocupando de mí... No quiero molestarte más... —escupió al fin, y Wallace tenía ganas de estrangularlo. —Yo necesito estar solo; me siento un inútil de esta forma.

—Scott... No es una molestia para mí cuidarte. Además, ahora cuando vuelvo a casa, tengo todo el departamento limpio y alguien que me prepara el almuerzo para ir a trabajar... Mira... El hecho de quedarme solo otra vez yo... No tienes idea de cómo lo llevé. —Scott lo miró con sorpresa; Wallace siguió hablando, algo avergonzado de seguir. —Me acostaba con cada chico que veía, me  alcoholizaba de sobremanera en las miles de fiestas porque quería evitar volver a casa, porque sabía que al volver... Este lugar estaría vacío, no habría nadie esperándome al regresar... No estarías... Tú. —Scott se sonrojó a tope; ¿realmente Wallace lo extrañó tanto? Scott se preocupó entonces; ¿tanto lo había ignorado cuando estaba con Envy? Él pensaba que Wallace estaría mejor sin él, ya que tampoco había recibido mensajes o llamadas de Wallace durante todos esos meses.

—¿Por qué no me llamaste? ¿O mandaste un mensaje? ¡Hubiera venido! —sonaba alterado; Wallace suspiró con pesadez.

—Lo hice, pero siempre respondía Envy. Decía que estabas dormido u ocupado... Los chicos de la banda me habían llamado también preguntando dónde estabas y por qué no ibas a los ensayos. Tu hermana también se preocupó, pero yo no sabía qué responderles porque tampoco sabía nada de ti... —Scott parpadeó varias veces sorprendido y asombrado. Si es verdad que Envy podía entrar a su teléfono las veces que ella quería, Scott nunca vio el problema en eso porque no tenía nada que ocultar; sin embargo, jamás esperó que ella respondiera mensajes y llamadas por él... Eso lo hizo pensar que nadie se preocupa por él lo suficiente como para llamar por teléfono o mandar mensaje; tampoco estaba mucho con su celular, Envy lo tenía la mayor parte del tiempo.

—No lo sabía... No tenía idea de que Envy controlara tanto mi vida. Y eso me frustra más porque... —le costaba decir, especialmente frente a Wallace. —Aun la extraño. No puedo soltarla y eso me hace sentir más impotente y tonto. —Wallace se sorprendió, pero comprendió.

—Y es normal; estuviste mucho tiempo con ella. Nadie espera que la sueltes de la noche a la mañana. Demonios, Pilgrim, nadie espera que estés completamente bien de la noche a la mañana después de todo lo que has pasado. Tú tampoco deberías entonces. —Scott miró a Wallace incrédulo.

—¡Pero se siente muy mal! No debería extrañarla, no debería querer regresar con ella! —Scott se lanzó a Wallace con desespero y frustración; Wallace acarició su cabello, intentó calmarlo.

—Te prometo que estarás bien; tú eres fuerte, la superarás y yo estaré aquí para ayudarte. Tu terapia también te ayudará y con el tiempo solo será un dolor pasado. —afirmó con seguridad; Scott solo lloró.

—Es curioso —habló Scott muy bajito, apenas Wallace podía oírlo, ya que la voz de Scott estaba completamente quebrada. —Cómo siempre terminamos de la misma forma... Tú consolándome. —sollozó; Wallace lo abrazó más fuerte.

—Y terminaremos así las veces necesarias, hasta que entiendas lo especial que tú eres para mi.

Eη ¢αмιησ α ℓα яє¢υρєяα¢ιóη  | ᴬᵁ ˢᶜᵒˡˡᵃᶜᵉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora