Capítulo 1

116 13 0
                                    

No había pasado más de doce horas desde que Tom salió de la casa de su vecino psicópata. Evitaba cualquier contacto con el, pues su madre siempre quería ir a saludarlo, ¿por que? Por que Simone es demasiado social.

Volvió de la  escuela junto con sus amigos, los tres estaban en la habitación de Tom jugando a las cartas, el niño de rastas, que apenas y llegaban debajo de la oreja, seguía mirando a la ventana, exactamente a esa ventana sellada. Sabe que Bill esta ahí, encadenado con poca ropa en una habitación echa mierda.

-¡Tom!- llamó Andreas haciendo que Tom vuelva a la realidad -¡Deja de ignorarnos!- oh... Realmente los estaba ignorando.

-¿Que te pasa Tom?- pregunto Gustav aun extrañado por la actitud de su amigo. Tom buscaba una respuesta, una coherente pero sólo pensaba en decirles la verdad a sus amigos.

-No dormi bien- contestó seco sin darle más vueltas al asunto. Colocó una carta sobre la pila desordenada que habían acumulado durante el juego -¿Como te va con tu padre, Andy?- preguntó cambiando el tema sabiendo que iba a ser muy fácil.

-Sigue en su "viaje de negocios"- comentó rodando los ojos disgustado -es obvio que esta engañando a mamá.

-¿Tu crees?- preguntó Gustav colocando una carta -¿O solo has visto muchas telenovelas?

-Los dos.

Los tres rieron, sabían que Andreas últimamente veía telenovelas con su abuela, de un día a otro ya estaba suponiendo cosas trágicas en cualquier situación.

La madre de Tom les llamó para comer, sus amigos rápidamente bajaron sin antes escuchar el aviso de Tom que bajaría después de ellos.
El de rastas guardo las cartas en un cajón, seguido de eso se dirigió a la ventana, viendo a esa sellada con tablones de madera.

¿Que haces?

Pregunto mentalmente al niño que se encontraba encerrado, de alguna manera Tom estaba preocupado por las cosas, sabe que debe hacer algo pero aún le cuesta reaccionar. Ese señor tendría que irse en unos días, hasta entonces esperaría. Aun que Frederick no aparentaba ni los treinta.
Se alejó de la ventana, salió de su habitación y bajo con sus amigos y madre.





Después de comer salió de casa junto con Gustav y Andreas, los cuales estaban confundidos, ¿no se suponía que iban a estar todo el día jugando videojuegos?
Tom tomó su bicicleta con dos miradas confundidas sobre el.

-¿A donde se supone que vamos?- pregunto Andreas saliendo de casa junto al segundo rubio.

-¿Vamos? Ustedes pueden quedarse si quieren, me lo paso por los huevos- Andreas y Gustav compartieron miradas extrañadas. Siempre se acompañaban entre ellos a cualquier lugar, que Tom no quiera o no le importe era algo poco usual.
Ambos tomaron sus bicicletas en cuanto Tom empezó a andar en la suya.

Todo mientras Bill les miraba desde lejos.

Al cabo de unos minutos Gustav y Andreas se dieron cuenta que llegaron a la escuela, a ninguno de los tres les gustaba estar ahí, y menos a Tom, entonces, ¿que hacían en ese lugar tan despreciable?
Tom bajo de su bicicleta dejando a ambos ruidos atrás.

-¿Le pico algo?- pregunto Gustav al platinado.

-Probablemente.

Dejaron sus bicicletas tiradas en el pasto mientras seguían a Tom, quien ya había entrado a la escuela.
El de rastas siguió caminando por los pasillos vacíos, se dirigía al área de iniversitarios. Las clases de todos los alumnos habían terminado, la escuela aun no cerraba ya que se quedaban algunos profesores, director o conserjes.
Encontró la puerta, "Sala de maestros" sin dudarlo abrió con descuido. Era una habitación con una mesa larga de varios asientos y computadoras, estantes con libros y mesas con carpetas.

Erwisht | TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora