Capítulo 2

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Día 2 semana 1

Dos de la madrugada.

-Sabes que no puedo conservar ese suéter, Fred se enojaria mucho- dijo mientras se abrazaba a si mismo.
Los dos niños yacían sentados en la cama vieja y desgastada de Bill.

-Entonces puedes ocultarlo, realmente no me da problema que te lo quedes- dio una mordida a la manzana -mamá no se da cuenta de lo que sale y entra de mi armario- habló con la boca llena, haciendo reír un poco a Bill.

-Si no se da cuenta que sales por las noches, menos se dará cuenta de lo que sale y entra de tu armario- comentó divertido haciendo reír a los dos. Aun Bill no entendía porque Tom le visitaba todas las noches, no le comprendía.

-¿Cuando es tu cumpleaños?- preguntó el niño de rastas.

-El veinticinco de septiembre.

-Oh, ya pasó- se notaba la ligera tristeza en la voz de Tom.

-Si... ¿Cuando cumples tú?

-Primero de septiembre, ¡somos del mismo mes! Aun que yo soy más mayor- presumió arrogante, haciendo fruncir el ceño a Bill.

-¡Solo por días!

-Calla, no grites a tus mayores- Bill hizo un puchero -cuando yo tenía tu edad, me comportaba.

-Lo dudo mucho.

Día 3 semana 1

Dos de la madrugada.

-¡No puedes poner esa carta!

-¿Por que no?

-Por que es irrelevante, no sirve- Tom empezó a explicar durante un minuto -¿Comprendes?

-Oh, si si, entiendo.

-...

-¿No entiendes, cierto?

-No...

Día 4 semana 1

Dos de la madrugada

-¿Por que usas ropa tan ancha?

-Por que me gusta.

-¿Por qué?

-No lo sé... ¿A ti que tipo de ropa te gusta?

-¿Hay tipos de ropa?

-Claro que si, no es como si todos estuvieran en tan horribles fachas como tú...

-¡Oye!- Bill jaló una de las rastas de Tom.

Día 5 semana 1

Dos de la madrugada, ya empezaba hacerse costumbre.

-¡Feliz cumpleaños!- Tom tendió una pequeña cajita pintada de negro, pues Tom no sabía envolver regalos.

-Pero... Ya pasó mi cumpleaños hace meses.

-¿Y? Esto es un regalo atrasado de mi parte- vio a Bill tomarla cajita entre sus manos. Ahora que lo recuerda, el día en el que fue el cumpleaños de Bill, Tom salió a divertirse en la fiesta de una "compañera"
Tuvieron vidas, días y momentos demasiado diferentes.
Observaba el rostro curioso de Bill, lentamente abriendo la caja.
La mano del niño saco el pequeño peluche, un perrito blanco con manchitas negras.

-¿Que es?- preguntó con sus ojos brillando de la belleza del peluche, claro que ese perrito fue de Tom a sus cinco años, pero era hora de darlo a quien realmente lo necesita.

-Es un peluchito, lo puedes abrazar por las noches cuando tengas miedo, o cuando Frederick no te vea... Es un compañero especial.

-¿Tan especial como tú?- el pequeño Tom no evitó el ligero sonrojo en sus mejillas, ¿le consideraba especial? Lo dejó de lado, nos quería pensar más cosas.

Erwisht | TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora