Cartas no leídas

Sexta carta

Mi odio no ha cambiado. 

Sigue estando.

¿Qué harás?

¿Más daño o lo arreglaras?

Sabes, estoy cansada, nunca estas, ahora esta feliz danzando y yo arrodillada llorando.

Me observas pero no haces nada, como siempre.

Se supone que éramos amigos, pero los amigos no hacen este tipo de daño, ¿ o si?

Antes de irte, ¿me podrás dar algo?

Algo que venga de ti, seria un bonito detalle, ya te tengo en mis recuerdos, quiero algo físico

Tu ya sabes a que me refiero, no hace falta que te lo diga.

Sabes mucho de mi, más que yo se de ti y de mi. Sabes demasiado, por eso te vas, junto a piezas mías, junto a mi odio.

Mi respiración se corta en cada sollozo que le doy a tu nombre, te quiero olvidar, así no te llevas partes de mi, ni mi odio.

Decir tu nombre y oírlo me duele, quiero hablar contigo pero no puedo, no me lo permites.

¿Tan mal estábamos?

Te diría, "creemos nuevos recuerdos, pero que sean sanos", pero no puedo hablarte.