Salma, una chica de 18 años. Está en su primer año de universidad junto a sus dos mejores amigas, Paula y Rugueya.
Salma tiene dos pasatiempos favoritos: la lectura y salir con sus dos mejores amigas.
Sentir algo por Anas no estaba en los planes de...
Eran las 19:20 de la tarde y ya estábamos todas preparadas y arregladas para ir a la boda.
Era la primera vez que Paula y Rugue iban a una boda marroquí, estoy segura de que les encantará.
-¡Vámonos ya que se hace tarde!-gritó Rugue desde la otra punta de la casa.
-¡Ya voy!-contestamos Paula y yo al unísono.
Al salir de la habitación me encuentro con mis amigas.
-Joder, que guapas van-digo con una sonrisa amplia.
-Vamos a sacarnos una foto-dice Paula
Asentimos con la cabeza Rugue y yo.
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Al terminar de sacarnos las fotos fuimos directamente al garaje hacia mi coche.
Así es chavales,tengo coche. Es un BMW X4 blanco.
Al meternos pusimos unas cuantas canciones de morad.
Llegamos al sitio y estaba lleno de coches. Al salir me encuentro con Iman.
-Ayyy pero mira estas hermosuras-nos dice con una sonrisa de oreja a oreja.
La saludamos y nos guió hacia una sala donde se encontraban los novios y los invitados.
-Vamos a sentarnos allí, así estamos cerca de los novios-nos dijo Iman mientras señalaba el puesto.
-Vale,vamos-le contestó Rugue.
-¿Salma,podrías venir conmigo a coger los regalos porfavor?-
-Porsupuesto, no hay problema-le digo asintiendo con la cabeza.
Aviso a las chicas y salgo junto a Iman.Vinieron unas cuantas mujeres y le dieron unos cuantos regalos a Iman.
-Ahora vuelvo, ire a dejar estos regalos-me dice Iman.
-Vale.
Veo como vienen hacia mi su madre,sus tías y su abuela con unos cuantos regalos.
-Salam hija mía ¿Qué tal estás?-me saluda su abuela.
-Bien alhamdo lillah ¿y usted?-le pregunto
-Muy bien cariño, ¿podrías coger esto?-me señala el regalo.
-Claro, sin ningún problema.-cogí la bolsa gigante y pesada.
-Y está también porfavor -me dice la madre de Iman mientras me daba su regalo.
-Este también, porfavor Salma-me dijo su tía mientras me daba dos cajas de regalo.
En ese momento tenía las manos llenas, llevaba unos cuantos regalos y estaban amontonados encima de mi. Los invitados estaban entrando a la sala y yo me quedé atrás intentando que no se me cayese ningún regalo de las manos.
-¡Ayy no!-reclamé cuando se me calló una de las cajas de regalo
-¿Y ahora como lo voy a coger?-me pregunté mientras intentaba cogerlo sin que se me cayese ningún otro regalo.
Me intento agachar para recogerlo y derepente veo como alguien coge ese regalo por mi. Al levantar mi mirada me encontré con esos ojos marrones.
Oh no
Oh si
Era él, ese maldito imbecil que casi me atropellaba el día anterior.
En ese instante me reconoció y el muy maldito me dedicó una sonrisa completa y odiosamente arrebatadora.
-¿Te ayudo?-me preguntó.
-No gracias, puedo yo sola-le conteste furiosamente.
-¿Estás segura de que no necesitas ayuda?-me volvió a preguntar.
-Si, completamente segura-le dije dándole una última mirada.
Me dio el regalo y me fui intentando que no se me cayese nada otra vez.
