Salma, una chica de 18 años. Está en su primer año de universidad junto a sus dos mejores amigas, Paula y Rugueya.
Salma tiene dos pasatiempos favoritos: la lectura y salir con sus dos mejores amigas.
Sentir algo por Anas no estaba en los planes de...
-Vámonos ya que se hace tarde-le digo a mis amigas, Paula y Rugueya, mientras me abrazo a mi misma.
Hace mucho frío y más a las 21:30. Habíamos salido al centro comercial para ir a comprar unas cuantas cosas que necesitábamos. Nos dirigíamos a nuestra casa, vivimos juntas lo cual vamos juntas a casa.
-Hoy el centro comercial esta llenísimo eh-nos dice Rugueya cuando entramos al ascensor.
-Si, supongo que será porque es fin de semana-digo mientras miro mi cara roja por el frío en el espejo.
Llegamos al segundo piso y nos dirigimos a nuestra puerta. Al entrar, enciendo la luz que está en el pasillo que nos lleva directo a un salón amplio y lo primero que hacemos es tumbarnos a la vez en el sofá dejando las bolsas en el suelo.
Dirijo mi vista hacia el balcón, de ahí puedo ver mucho de la ciudad y de noche es un lugar muy bonito de contemplar.
Estoy muy cansada, habíamos recorrido todo el centro comercial de Madrid buscando un vestido para ponernos en la boda de la hermana de nuestra amiga Iman, que sería el sábado,quedaban solo dos días. Al final no encontramos ningún vestido que nos llegue a gustar. Así que decidimos en ir mañana a una amiga de mi madre que vende unos caftanes muy bonitos.
-Que sueño-bosteza Rugue exageradamente haciéndonos reír a Paula y a mi.
Se levantó torpemente del sofá para ir a su habitación y sin darse cuenta se tropezó con las bolsas cayéndose al suelo,hizo un ademán de levantarse pero la pobre se cayó de culo.
Y como muy buenas amigas que somos Paula y yo, nos reímos primero y luego la ayudamos a levantarse.
Ya habíamos cenado así que después de lo sucedido cada una se fue a su habitación.
Al llegar a mi habitación me di una ducha rápida,hice wudu y al salir del baño resé. Al terminar me metí en la cama para ver un poco el móvil hasta quedarme dormida.
***
Al día siguiente me levante sobre las nueve más o menos, las chicas seguían dormidas así que fui a la cocina a preparar el desayuno para las tres. Hice unos deliciosos creps con chocolate y café.
-Buenos días-dicen las dos a la vez con voz ronca.
-Buenos días-respondo con una sonrisa.
Después de haber desayunado nos pusimos al día. Teníamos que salir para ir comprar el caftán. Cada una se fue a su habitación para prepararse. Hoy opté en ponerme algo cómodo, me vestí con una sudadera y un pantalón negro junto a un hijab color beige.
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(Les iré dejando fotos para que se hagan la idea)
***
Llegamos rápidamente a la tienda de la amiga de mi madre, se encontraba solamente a unas calles de nuestra casa. Al entrar me llegó un aroma muy agradable, la tienda era amplia y grande a la vez y a los alrededores se encontraban unos cuantos caftanes hermosos y muchas cosas más.
Veo a una señora de aproximadamente 43 años venir hacia nosotras con una sonrisa de oreja a oreja.
-Salam tita Jamila-la saludo amablemente.
-Salam Salma,hace tiempo que no te veo- dice dándome un fuerte abrazo.
-Y dime,¿Qué es lo que buscas?-me preguntó
-He venido con mis amigas a por unos caftanes para una boda,necesitamos los mejores-le digo.
-Creo que tengo los adecuados para ustedes, siganme.
Íbamos detrás de ella recorriendo toda la tienda. Nos paramos junto a unos caftanes azules muy hermosos, eran de una tela fina y venían con su cinturón dorado.
-Debemos llevarnos estos,son muy hermosos-dice Paula muy emocionada.
-Me encantan estos caftanes, quedaremos divinas, ya verán-nos dice Rugue.
***
Nos habíamos probado los caftanes y nos quedaban muy bien. Despues de lo susodicho fuimos a pagarlo junto unos tacones beige altos y unos accesorios.
-Mándale saludos a tu madre cariño-me dice Jamila mientras nos despedimos.
Asiento con la cabeza y salimos las tres de la tienda con las compras.
-Chicas, me da que iré al centro comercial a comprarme un hijab para el caftán-les digo mientras salíamos de ahí.
-Quieres que te acompañemos-me dice Rugue.
-No hace falta,volveré cuanto antes-le respondo
-¿Segura?-me pregunta Paula.
Asiento con la cabeza.
Las chicas me tiran un beso antes de irse a casa.
Al girarme sentí algo vibrar en mi bolso, al abrirlo vi que era mi móvil. Veo que Iman me está llamando.
Paso el peatón sin mirar si viene algún coche, lo sé un fallo bastante grave, y justo cuando le iba a contestar derepente me giro y veo un coche viniendo con mucha velocidad y en vez de moverme me quedo en shok mirando la situación.
Mi respiración estaba muy acelerada y cuando despierto del shok mi mirada se dirige directamente al conductor.
Mis ojos conectan con los suyos durante unos cuantos segundos, luego paso de una cara asustada a una de enfadada.
El conductor sale apresuradamente, podía ver que tenía el pelo de un color castaño y corto, unos labios carnosos y una nariz romana.
-Joder¿Estás bien?-pregunta con una voz ronca.
-Tu que crees ¿Es que acaso no me has visto o que?-digo enfadada, si es que lo que podría ser una mañana tranquila se ha convertido en todo lo contrario.
-Oye oye, que has sido tú la que ha pasado sin mirar-se defiende.
Lo que me faltaba, será imbecil.
-Encima te quejas, ¡Eres tú el que debe de haber parado e ir más despacio, no yo!-digo señalándole con el dedo.
Veo que le están llamando y antes de coger la llamada me dice:
-¿No te ha pasado nada verdad?-dice ya con poca paciencia, no me deja ni responder porque ya empieza a hablar-Me tengo que ir pero ya.
Contesta a la llamada,se mete rápido al coche y se va.
Madre mía y este de que va, lo que hay que aguantar de verdad, colocó un poco mi hijab, una manía que tengo siempre, y me marcho al centro comercial.
