Mi nombre es Daniel James Howell, aunque prefieron que me llamen Dan. Hoy cumplo 18 años, ¿mi plan? Quedarme en casa, delante de la pantalla del ordenador, sin hacer absolutamente nada, mirando vídeos en YouTube y publicando tweets estúpidos. Yay, planazo. Mi madre me ha preparado un desayuno especial. Tortitas. Cojo el caramelo líquido y le dibujo unos bigotes de gato. Río, no sé por qué. Cojo la bandeja y me la llevo a mi habitación. Antes de que pueda decir nada, mi madre me agarra del brazo y me mira a los ojos. -Daniel -dijo con su dulce voz. -Ya eres todo un hombretón, felicidades, cariño.- le dedico una sonrisa y subo al cuarto. Me siento delante de la pantalla y como. Pongo un vídeo de Smosh para hacerlo todo más ameno. Todo parece genial, pero sigo solo, sin nadie con quien pueda celebrar mi mayoría de edad. Noto como una fría lágrima recorre mi rostro. Estoy llorando y no tengo a quién contarle mi sentimiento de soledad. Qué mal se siente. Rápidamente me levanto de la silla y revuelvo todos los cajones de mi habitación, en busca de algo. Ni siquiera sabía si aún estaba ahí, o si siquiera lo tenía. Finalmente lo encontré. Mi cámara de vídeo. No tenía una mota de polvo, y tampoco tenía batería. Me puse a rebuscar de nuevo entre los cajones. No había ningún cargador. Mi madre escuchó el jaleo, me preguntó qué buscaba con tanta ansia. Le dije que el cargador de la videocámara. Ella lo encontró al instante, y pude cargarla.
Al terminar de cargarla la encendí. Funcionaba, y tenía la memoria suficiente para varios vídeos. La coloqué encima de un montón de libros. Menudo soporte cutre... Grabé varias tonterías. Al pasarlas al ordenador no podía parar de reír, pero de lo jodidamente tonto que era. Aún así me animé y grabé varias cosas. Mi canal iba a despegar. ¡Dadle la bienvenida a Danisnotonfire!
