Capítulo 2: El desafío
A medida que Samuel crecía, su condición se volvía más evidente. Sus compañeros de clase a menudo se burlaban de él, llamándolo "Samuel el cojo". Pero Samuel no les prestaba atención. Sabía que tenía un sueño que cumplir, y no iba a dejar que las palabras crueles de los demás lo detuvieran.
A pesar de su condición, Samuel se esforzaba al máximo en cada entrenamiento. Corría por los campos hasta que sus piernas no podían más, y luego corría un poco más. Cada caída, cada rasguño, cada dolor, era un recordatorio de su sueño. Y con cada día que pasaba, Samuel se volvía más fuerte.
Pero no todo era fácil. Había días en los que Samuel se sentía desesperado, días en los que sentía que su sueño estaba demasiado lejos. En esos días, Samuel se sentaba en el campo, mirando la pista de carreras en la distancia, preguntándose si alguna vez podría correr como los demás.
Pero incluso en esos momentos de duda, Samuel nunca dejó de creer en sí mismo. Sabía que tenía que seguir adelante, que tenía que seguir corriendo. Porque para Samuel, cada desafío era solo otro obstáculo en su camino hacia su sueño.
Y así, a pesar de los desafíos, Samuel continuó corriendo. Porque sabía que, al final del día, no importaba cuántos obstáculos se interpusieran en su camino. Lo que importaba era que nunca dejara de creer en sí mismo, y nunca dejara de correr.
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Solo Corre y Persigue Tus Sueños
Actionesta historia hace reflexión de nunca rendirse y alcanzar sus metas.