𝐌𝐨𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐚𝐧 𝐜𝐡𝐨𝐜𝐨𝐥𝐚𝐭𝐞 (𝐖𝐢𝐥𝐥𝐲 𝐖𝐨𝐧𝐤𝐚)

𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐨

Muchos dicen que para lograr una fortuna, se necesita de varios años de experiencia, trabajo y, sobre todo, de aun mas dinero.

Pues Willy Wonka no pensaba eso.

Solo se necesitaba de tres cosas importantes: el chocolate, doce monedas y una maleta con todos los ingredientes mágicos.

Porque Willy Wonka no solo era un chocolatero mas del montón. Era un mago, un genio y un inventor, el primero en su clase.

Y ese día, se lo probaría a todo el mundo.

Subido en el mastil de su barco, admirando la belleza de las Galerías Gourmet, dio sus pensamientos al mundo.

- Navegando e pasado siete años, hoy me voy de este mar a despedir. La ciudad que ah vivido en mis sueños, ya la veo y sus campanas a lo lejos puedo oír- la ciudad se alzaba majestuosa entre la neblina, y Willy ya podía oler el delicioso aroma a chocolate- ¡Tierra a la vista! - Grito cual niño pequeño al ver algo que le gustaba.

- Tengo una maletita vieja y sucia, tengo un par de botas rotas en mis...- su canto se vio interrumpido por el agua que cayo en sus zapatos rotos. Lejos de enojarse, acepto las disculpas de la mujer que aseaba el barco, dandole una vuelta y entregándole su maleta para ponerse su mochila- pies ¡Tengo que abrirme paso con astucia, tengo que ponerme en marcha sin dudar ni una vez!

Mi riqueza se que esta en mi chocolate, ya es hora de que vean mi creación. Tengo doce monedas y un sombrero, lleno de ilusión.

Al subir al autobús, este lo condujo hasta el interior de las Galerías Gourmet.

- Un famoso restaurante en cada calle, el Brand Tidels y el bar Parousi Elle.

-¿Mapa de las calles? - el hombre le extendió el papel con el mapa.

- Ah, gracias - Willy le extendió una moneda y el hombre le dio la compra.

- Este mapa me orienta con detalle - volteo a sus botas, encontrando a un niño que limpiaba. Le dio una moneda y continuo el recorrido-, eran doce mis monedas ya me quedan solo diez.

Se olvido de su preocupación acercándose a un puesto de verduras.

- Los mejores vegetales yo...¡prefiero! - dejo caer la calabaza, la cual se rompió.

- Son tres monedas señor.

- Estos precios yo sospecho que altos son - sin mas le dio las monedas correspondientes a la mujer. -Tengo, 5...6...7 - las cuentas cesaron al encontrar al mismo niño lijando las botas. Le dio la moneda - son seis monedas y un sombrero, lleno de ilusión.

- Llegue a la Galería Gourmet, soñé en verla yo lo se - admiro los múltiples estantes de chocolate - Es justo como dijiste mamá... Y hay mucho mas, chocolaterías muy famosas hallarás, ya me vi, aquí es esto lo que quiero, hoy despego o me voy al basurero. Tengo, mi chocolate y un sombrero, lleno de ilusión, ¡Sí!

Un policía que venía vigilándolo desde un tiempo se acerco, señalándole un cartel que había en el escaparate del abandonado local.

"Prohibido soñar despierto. Multa, tres monedas"

Triste, le dio el dinero que pedía el oficial.

- Aquí todos lograrán ser exitosos, si trabajan y hay calor en su lugar, pero no te dicen que será angustioso ver que tu docena de monedas no te durarán.

Su caminar fue interrumpido por el llanto de un recién nacido. Al girarse, encontró a una mujer cuidando a su bebé.

- ¿Le sobrará una moneda para pagar un lugar para dormir? - pregunto la mujer aguantando el frío mientras cargaba a su bebé.