Vacaciones

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"¿Cuánto tiempo vas a irte?"

"no lo sé... un mes, tal vez menos, tal vez mas" trataste de cerrar el cierre de tu maleta una vez terminaste de revisar por tercera vez que todo estuviera listo y empacado, solo que se atascó a mitad del camino. El espacio era muy poco para la cantidad de cosas que llevabas. "No es para tanto"

" ¿¿No es para tanto?? Papá está muy preocupado. No tenemos ni idea de quién es ese chico ni de donde vive ¿Por qué no nos quieres decir?"

"Porque quiero mantener mi vida personal privada" con la última palabra aplicaste más fuerza y el cierre se deslizó.

"¿Entonces solo te vas a ir sin trabajo y sin nada por un mes o quien sabe y regresar?" Inhalaste profundamente, preparándote para iniciar esa discusión que ya habías tenido varias veces los últimos días con tus padres. Luego soltaste.

"no veo nada de malo en querer tomar unas vacaciones, tengo suficiente dinero ahorrado, hace años que no dependo económicamente de nadie, ese trabajo lo iba a dejar tarde o temprano de todas formas, Y... " alzaste más la voz remarcando lo último. "tu actitud hace cuestionarme el querer regresar"

"No puedes solo irte así..." dejó a un lado su molestia y habló en un tono más tranquilo, casi triste.

"Obsérvame" te mofaste colocando la maleta en el suelo. Tu hermana finalmente soltó una pequeña risa, o más bien un bufido mientras giraba los ojos. "No entiendo porque necesitas llevar todo eso" dijo señalando tu otra maleta llena de cosas enlatadas, frascos, cereales, fruta, entre otras cosas. Ya se había rendido y al menos quería despedirse sin pelear. "¿Qué? ¿Acaso no hay tiendas por donde él vive?"

"Hmmm... no realmente" su cara burlona callo con tu respuesta. "Dios ¿a donde fuiste a meterte?" presiono la palma de su mano contra su cara y luego masajeo en las sienes.

Eras consciente que desde la perspectiva de tu familia estabas actuando de manera inconsciente, casi como un loco. Después de todo la información que poseían era solamente que tenías una pareja misteriosa que vivía muy lejos de ahí, que ellos no conocían y tú te negabas a dar cualquier información sobre el. Además de que constantemente te ibas por días a visitarlo y ahora habías dejado tu trabajo para tomarte unas vacaciones con él por tiempo indefinido... hasta tu querrías abofetearte y tratar de hacerte entrar en razón si fueras alguien mas y aparecieras con ese tipo de historia de la nada.

El resto de la mañana te despediste de tu familia. Tu madre que era un poco religiosa te dio su bendición y tu padre te dio mil y una recomendaciones para estar a salvo a donde quiera que fueras. Por la tarde, cuando ya no había nadie en casa, tomaste tus cosas y caminaste en dirección al bosque.

De tantas veces que habías recorrido ese trayecto, te era fácil reconocer exactamente donde estabas, contrario a las primeras veces, donde creías que te perderías igual que cuando Mychael te encontró, solo que posiblemente no podría hacerlo mas.

Un buen rato después de caminar entre la maleza, divisaste una figura recargada en una gran roca en medio de un claro, con su chamarra café y una ballesta colgada en el hombro. Aceleraste el paso haciendo que las dos maletas que llevabas rebotaran contra el suelo. El doloroso peso de la mochila en tu espalda te dejo de importar con tal de envolverlo en tus brazos lo más pronto posible.

Te recibió con los brazos extendidos y terminaste colgado de su cuello, iniciando un empalagoso abrazo con el que dieron un par de vueltas sobre el pasto. Después le dio múltiples besitos a tu rostro.

"Te extrañe" habló entre besos y ronroneos.

"Para tu buena o mala suerte vas a tener mi compañía por un largo rato"

Aprendiendo a no estar soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora