Confianza || Merlina Addams x TN Fem

Rowan falso

Estábamos afuera de la comisaría esperando a que Homero fuera liberado, Merlina se acercó a su madre, vi a Pericles sentado en la acera, así que fui a sentarme a su lado.

-Hey -lo saludé, me miró con una sonrisa pequeña.

-Hola TN -nos quedamos en un silencio cómodo, a pesar de que no nos conociéramos mucho.

Podía escuchar la conversación entre Morticia y Merlina, pero no quise ser chismosa, así que me levanté y me acerqué a ellas en el momento en el que hicieron una pausa.

-Iré al Veleta, ¿quieren algo? -ofrecí.

-Oh no, gracias cielo -rechazó Morticia. Miré a Merlina.

-Un cuádruple con hielo -me imaginé que pediría eso.

-¿Homero querrá algo? -miré a la mujer.

-Tráele un café fuerte y sin azúcar -respondió.

-Perfecto -me acerqué a Pericles y le pregunté lo mismo.

-Un chocolate caliente -me sonrió.

-Bien, ya vuelvo -caminé rápidamente hasta el Veleta.

Estoy agradecida con el de arriba, Tyler no está, qué bendición. Ordené el chocolate de Pericles y los cafés de Merlina y Homero. Yo decidí pedir lo mismo que el Addams menor.

Una vez listos los pedidos, volví sobre mis pasos hasta la familia Addams, Homero ya había salido, se encontraban abrazándose, aunque Merlina simplemente estaba allí, existiendo, reí internamente. Se percataron de mi presencia a los segundos.

-Ven tú también TN -me invitó Homero.

-Eh, no gracias, no quiero estorbar en su momento familiar -me excusé.

-Tonterías, ya formas parte de la familia al salir con mi pequeña escorpión.

No me quedó de otra que obedecer, coloqué la bandejita de cartón con las bebidas en el capó del auto fúnebre de los Addams y me acerqué.

Me coloqué entre Merlina y Pericles, con un brazo envolví al niño y con el otro enlacé el meñique con mi novia. Momento después nos separamos.

-Traje lo que pidieron -tomé los vasos-: chocolate caliente para Pericles, cuádruple con hielo para Merlina y un café amargo sin azúcar para Homero -enumeré mientras entregaba los vasos a las respectivas personas.

-Vamos a Nunca Más, tienen que volver -nos dijo Morticia.

Subimos al auto, Pericles al frente con Largo -el chofer-, la pareja Addams iban juntos y Merlina y yo nos sentamos frente a ellos.

El trayecto fue silencioso y tranquilo, menos mal, no podría seguir soportando las muestras de afecto de mis suegritos. Llegamos y nos bajamos del auto para despedirnos mejor.

Pericles abrazó a Merlina, aunque la chica no le devolvió el gesto, me miró dudoso, abrí los brazos invitándolo, segundos después nos separamos, se colocó a un lado del auto. Homero se nos acercó.

-Bueno, nunca podrán decir que la visita de padres fue aburrida -dijo con tono cómico, le sonreí.

-Sabía que tú no podrías ser un asesino -dijo Merlina.

-Ay, por mucho que doliera eso, gracias, mi pequeña victimaria -Homero le dio un sonoro beso en la mejilla, me miró y para mi sorpresa me abrazó-. Recuerda la promesa -me susurró al oído.

-No se preocupe Homero, su hija estará a salvo conmigo -le dije de igual forma, nos separamos y se alejó.

-El estar hojeando las páginas de este anuario, pude recordar todos los maravillosos momentos que pasé aquí, pero fueron eso, míos -le entregó el anuario a Merlina-. Debes recorrer tu propio camino. No quiero ser una extraña en tu vida mi cielo. Si me necesitas para algo, cualquier cosa, la bola de cristal siempre está ahí.

-Gracias madre -parece que mejoraron su relación, me alegra saberlo. Merlina dio un paso hacia ella, Morticia le dio dos besos al aire y pasó sus manos por sus perfectas trenzas, luego me miró.

-Gracias por todo TN -asentí.

-Fue divertido -me encogí de hombros-, estos días fueron... unos que jamás olvidaré -sonreí cómplice, ella me devolvió la sonrisa.

-Nos veremos en un futuro -dijo en forma de despedida.

-Probablemente -se acercó y me acarició la mejilla de forma maternal y se alejó.

La familia se subió al auto para luego alejarse, dejándonos a Merlina y a mí allí.

-Abre el anuario, quiero chismear un poco -le dije.

-Hay veces que me recuerdas a Enid -se quejó, pero igualmente abrió el anuario.

Lo hojeamos un poco hasta que vimos el artículo sobre el show de talentos donde participaron Morticia y Weems, en ese momento nos miramos sorprendidas y salimos en dirección a la oficina de la directora.

-Lo sabíamos -fue lo primero que dijo Merlina cuando entramos sin tocar la puerta a la oficina-, sí vimos como mataron a Rowan esa noche.

-Disculpen -Weems trató de calmar a Merlina, pero yo la interrumpí.

-Esa mañana no era Rowan, era usted, usted es una cambiaforma -acusé.

-Cuando participó en el show de talentos con mi madre, no sólo imitó a Judi Garland -colocó el anuario abierto en su escritorio-, se convirtió en ella -terminó de acusar. Weems se quedó en silencio un momento y luego soltó una risa corta y seca.

-Que fascinante teoría -esta vieja...

-Me pregunto cómo va a reaccionar el sheriff cuando le digamos -Weems se levantó de su silla y se apoyó en el escritorio.

-No va a decirle a nadie señorita Addams, usted menos señorita Thornhill -nos dijo en voz baja y amenazante-, y no importa si lo hicieran, el padre de Rowan ya sabe lo que pasó y él apoya por completo mi decisión de no involucrar a las autoridades.

-¿Por qué está de acuerdo con eso? -inquirió Merlina. Weems se separó del escritorio.

-Porque Rowan perdió la cordura por completo, sus habilidades telequinéticas lo volvieron loco y trató de matarte dos veces -dijo esto último mirando a Merlina-. Su trágico deceso nos permitió rectificar la situación sin dejar a la escuela, ni a Rowan, en una mala situación.

En fin, gente sin corazón, yo fuera familia de Rowan y no aceptaría esto, haría lo que fuera para que encontraran al responsable y hacerle justicia. Sí, estaba loco, pero por más que sea...

-El alcalde y usted son iguales, ¿verdad? Entierran cuerpos para cubrir sus secretos sucios -habló Merlina.

-Hice lo que debía hacerse para proteger a la escuela de la controversia y para proteger a los estudiantes del peligro.

-¡¿Por qué no le dice eso a Eugene?! -exploté, Merlina tomó mi mano para tratar de calmarme-, ¿cómo lo protegió? ¿ah? El pobre está ahora mismo entre la vida y la muerte, y usted no hizo nada.

Weems estaba por decir algo, pero se escucharon gritos desde afuera, las tres nos acercamos al balcón. Merlina seguía sin soltarme la mano, le agradecí internamente por eso, necesito relajarme.

-¿Qué es eso? -inquirió Weems en voz baja.

Nos asomamos en el balcón y vimos fuego en el césped, pero no era fuego aleatoriamente, éste formaba una frase.

"Lloverá fuego".

¿Qué mierda?