MI SUFRIMIENTO

Él queria que jugarás con su "gusanito".

Oh pequeña y dulce niña, tus cabellos negro azabache rizados se ondean cada vez que corres jugando con los demás niños, eres tan pequeña que nisiquiera alcanzas a tu madre arriba de su estómago, tus ojos marrones miran con curiosidad el mundo, con pureza e inocencia, no tenias ni idea de lo que te esperaba.

Eras totalmente ignorante de lo que te iba pasar en tan solo unos minutos.

Saludaste a tu tía, aun no comprendías totalmente pero sabias que eran familia, ella es tu vecina, vive al otro lado de tu casa. Tu madre conversaba con ella hablando cosas de adultos, nada que te interesará realmente.

Jugabas con los juguetes de tu primo, siempre te gustaba jugar sola ya que no tenias hermanos, estabas acostumbrada a la soledad, pero empezabas a aburrirte de jugar con los carros y las figuras de acción de batman y spiderman.

El grito de tu primo en su habitación te llamo la atención, parece que estaba jugando, curiosa te acercaste a la puerta y lo viste en su cama jugando con su celular, tu no tenias celular y tampoco conocías esos juegos, inmediatamente te llamo la atención.

—¡hola! ¡estas jugando! ¿Qué estás jugando?— preguntaste curiosa mientras te acercabas a la cama.

Tu primo te miro y te sonrió, el era un niño grande, muy grande, tenía 13 años, tu apenas tenías 4, pero aun así el hablaba y jugaba contigo.

—estoy jugando un juego de spiderman, ¿quieres ver?—

Tus ojos se iluminaron, te encanta spiderman, es tu superheroes favoritos.

—¡si quiero!— gritarte, te subiste a la cama y te acostaste mientras veías como el tecleaba su celular, para ver en la pantalla como tu héroe favorito se columpiaba por los edificios, era increíble y divertido. —¿puedo jugar yo también?—

—estas muy chiquita, no podes jugar, no sabes—dijo tu primo mientras te miraba.

Hiciste una mueca molesta y le rogaste para que te dejara jugar un poco.

—¡daleee! Yo quiero jugar, porfavor ¿no puedo?—el te miro a los ojos y sonrió.

—conozco otro juego que puedes jugar, es más divertido— te dijo mientras se sentaba y comenzaba a mirar a la puerta.

El se levantó de la cama y cerró la puerta suavemente, tu mirabas confundida porque cerraba la puerta, el volvió a subirse a la cama y te miró con una sonrisa traviesa.

—¿sabes? Yo tengo un gusanito— dijo mientras comenzaba a desabrochar sus shorts y bajarse el ziper.

—¿un gusanito?— preguntaste curiosa, te gustaban los animales, también los insectos, así que querías ver a su gusano, tu también solías atrapar insectos y meterlos en frascos para mostrarselos a todos.

Pero viste algo diferente cuando el se bajo los shorts, tenía un "gusano" de carne pegado a su entrepierna, es parecido al de tu papá, solo que el lo tiene más grande, eran parecido y distintos al mismo tiempo. Estabas a punto de decirle que eso no era un gusano pero el empezó a tocarse sacudiendo su miembro.

— este es el juego...— decía el mientras tomaba la piel y la estiraba hacia atrás, mostrando la carne más rosa, eso llamó más tu atención— tienes que chuparlo—

—¿Enserió? ¿Porque?—preguntaste confundida mientras veías con atención el gusano de tu primo.

—porqué ese es el juego ¿acaso no quieres jugar?—preguntó mientras te miraba a los ojos.

Estabas algo confundida, pero no querías dejar de jugar con tu primo, así que te acercaste a su entrepierna y miraste fijamente su miembro.

Nunca habías visto uno tan de cerca, tenía una forma curiosa, pero hiciste caso y apretaste con los labios ella gusano.

Ciertamente sabías que no era un gusano, ya que no se movía, pero tampoco sabía el nombre de su miembro, algo que si sabías era qué todos los niños y los hombres como tú papá tienen uno.

Lo que no sabías era qué estaba mal chupar o lamer el miembro de otros niños, aun no te enseñaban esa parte.

Porque si, tu madre siempre te decía lo que los hombres no debía hacerte.

"No debes dejar que los hombres te toquen el "miquito" tampoco el pecho ni tus piernitas"

Eso es lo que decía tu madre, lo decía casi todos los días que te daba un baño, tu siempre decías que si, ya era una rutina.

"Si algún día alguien te toca, debes decirme ¿oíste?"
"Bueno mamá"

Que ingenua eres, estaban abusando de ti y no lo sabias.

—¡esperate! Vení acá—tu primo te agarro de los hombros y te acostó en la cama y volvió a mostrarte su celular, tu estabas confundida pero pensabas que era parte del juego y continuase viendo a spiderman columpiarse por la ciudad.

—¡____! ¡amor!, vení para acá— escuchaste a tú mamá llamarte desde la sala.

Tu obedeciste algo triste porque y no podías jugar con tu primo. Cuando tú mamá te miro, tenis una mirada preocupada, tu no lo sabias pero ella sospechaba que algo había pasado.

Pero no dijo nada...

Tu luego de unos minutos más volviste a entrar al cuarto de tu primo y volvió a suceder lo mismo, el hizo que lo hicieras dos veces, hasta que tú madre te llamó para irse a casa.

Seguías sonriendo, seguías jugando días después, no pasaba nada, realmente nisiquiera te diste cuenta que habían cometido una atrocidad contigo.

Simplemente seguiste tu camino, saltando y riendo como la niña inocente que eras...