𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓞𝓫𝓼𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷

VI

—¡Hijo ven!— Missa se encontraba en la cocina preparando algo de cocinar para llevarlo a la escuela y el feliz niño pequeño se acercó a su padre.
Se sentó en una de las sillas del comedor y tiempo después llegó el desayuno junto con su padre y tuvieron un desayuno relativamente normal, hablando sobre los gustos del niño y cosas que sabía si padre que le compartía al menor.
—Oye, Chayanne ¿Ya has pensado en lo que quieres de navidad?—Le preguntaba mientras recogía los platos que habían usado para comer.
—¡Ya se! ¡Quiero una corona y capa como las de Technoblade!— Le respondia alegremente simulando que tenía una espada, corona y capa como el héroe que le contaba su padre Philza sobre Technoblade.
—¡Claro que sí mijo! ¡Te vas a ver bien guapetón!—Missa se acercó al niño y le puso una de su mano libre en el hombro.
—Deja dejo estos platos y vamos a cambiarte Chayanne— Se alejo del pequeño y dejo los platos en el fregadero para luego tomar a su pequeño entre sus brazos y llevarlo al cuarto de su hijo.
—¡Pero papá ya estoy grande!— Chayanne le dijo mientras estaba sentado en la cama viendo cómo su padre le sacaba algunas prendas del armario y las ponía a un lado de su hijo.
Missa se sentó a un lado de su hijo y se le acercó al oído susurrando algo.
—Pero mijo aún estás pequeño...— Le respondia mientras con una de sus manos le tocaba el cuello delicadamente jugando levemente con el cabello de su niño.
La mano de Missa empezaba a resbalarse debajo de la camisa de su hijo toqueteando ligeramente su suave piel haciendo que el niño rubio se incomodara y quisiera irse de ahí pues esos toques no le gustaban nada.
—Pero hijo mío, estos toques son  para demostrarte amor— Le decía tratando de colmar su paciencia con el niño.
—Papá Philza me dijo que no es así — Le respondía tratando de safarse de su agarre.
Missa lo tomo con su mano libre del brazo con fuerza para que se hijo no se fuera a lo que el menor estaba sufriendo de dolor.
—Cállate, Philza no sabe nada de este tipo de caricias—Le respondía con un semblante serio e irritable.
El niño no sabía que decir pero no se iba a dejar dar ese tipo de "cariños".
Missa la quitó sin presión alguna su camiseta del niño haciendo que se incomodara.
El amante de calaveras le gustaba como se veía así su hijo, exploraba el pecho pequeño del niño y, de vez en cuando toqueteando ligeramente los pezones del niño (ayuda🤠🔫).
—Papá no me gusta esto... Déjame ir, vemos a llegar tarde a la escuela...— Chayanne ya no quería estar ahí, no quería seguir con ese sentimiento de incomodidad y más de su propio padre.
—¡No vamos a ir a ningún lado pendejo!— Le respondió con algo de brusquedad y golpeando sin mucha fuerza el brazo de su pequeño.
El adulto sin que se diera cuenta el niño le quitó de un tiro la tela que cubria sus delicadas piernas.
—¡Mira que lindo te ves!— Le dijo con una sonrisa detrás de su máscara contemplando las suaves piernas de su cría.
—Papá tengo frío, déjame ponerme mi ropa..— Trataba de agarrar con sus manitos  la ropa que había puesto se padre momentos antes de su encuentro desagradable.
—¿Quieres aguantar un poco más de frío? Anda, en un momento no vas a sentir frío, vas a sentir un calor intenso por todo el cariño que te voy a regalar hijo mío— Missa empezó a colocar sus manos grandes entre las piernas de su hijo mientras las acariciaba suavemente.
Sus manos comenzaban a acariciar todo el delicado cuerpo del niño, Chayanne empezaba a forcejear y pedirle a su padre que pare.
—¡Papá para! No me gustan estos toques...—
Missa hizo caso omiso a la petición de su hijo tomando sus pequeñas manitas con una mano ejerciendo presión en sus muñecas.
Con la otra mano libre bajo el cierre de su pantalón y una parte de sus bóxers para sacarse su miembro viril. Le abrió las piernas para que el pudiera meterse sobre el, ahora ya en medio puso su miembro y rozaba de vez en cuando la entrada del otro con suma delicadeza, oh pobre Chayanne (que rico) , no sabía lo que le esperaba.
Missa empezó a jugar un poco sobre el vientre del otro para distraerlo e irle introduciendo lentamente su intimidad dentro del otro.
—¿Es genial no lo crees?— Pregunto sin pudor alguno mientras observaba como se le hacía un pequeño bulto en el vientre fino.
El otro quería llorar pues el dolor era desgarrador y trataba de gritar para que parara aquel infierno que apenas estaba apunto de empezar.
Missa comenzaba a moverse bruscamente dentro del cuerpo del niño provocándole un gran dolor y desgarrando la entrada del menor para aquel pequeño era casi imposible soportar el dolor, todo su cuerpo estaba desesperado por huir.
De un momento a otro empezó Missa comenzó a embestirlo con lentitud pero sus movimientos eran profundos, poco a poco el chico se empezaba a ser más agresivo en cuanto las embestidas y el toque de sus manos pues había ocasiones que lo pellizcaba y mordía en sus piernas.
El chamaco empezaba a gritar de dolor pues no soportaba aquel dolor.
—¡Los niños no lloran maldito mocoso!—
Missa tomo fuertemente el cabello de aquel niño estirando lo mientras lo regañaba, causando que el niño llorará más.
Chayanne en acto de desesperación el mismo empezo a lastimarse las manitos con sus uñas clavando en las palmas de sus manos.
Aquellas acciones de ambos duraron demasiado tiempo, en el cual, el niño lloraba y gritaba de dolor mientras su padre soltaba jadeos y se burlaba de él con su gran sonrisa.
El amante de calaveras seguía embistiendo el pequeño cuerpo hasta llegar al punto donde sintió una corriente eléctrica recorrer toda su espalda hasta llegar a su entrepierna terminando por tener un orgasmo dentro del pequeño sonriendo con una cara juguetona a lo que su hijo lo miraba horrorizado.
Termino por salir del cuerpo y solo se acercó para darle un suave beso su la frente del niño para luego subir sus pantalones y yéndose de aquel lugar donde dejó un caos con el líquido que había manchado a su hijo.
Chayanne estaba en la cama inmóvil mientras seguía llorando por lo que había pasado y luego se fue a la esquina de su cuarto tapándose sus piernas con unos shorts limpios.
Chayanne se paró de su esquina y camino difícilmente por la casa hasta llegar al patio y su padre lo alcanzo a ver por el rabillo de su ojo por la ventana y salió de la casa y le gritó a su hijo para que regresará.
Chayanne ante un impulso con miedo y estrés solo corrió hasta el borde aventando se al risco.
Missa con los brazos cruzados se acercó al borde para con un catalejo observar el cuerpo ahora sin vida de su hijo.

Equipo creativo hablando!! Miyo no está lamentablemente murió al tragar un pan con frijoles <3
Esperemos que dios la ilumine pues le dio diarrea explosiva y no va a regresar hasta que Jesucristo venga (5 meses regresa)
Aparte de que la tengo secuestrada y obligada a escribir esto ¡Te quiero Miyoo!