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07

desde que hanni y minji son novias, el amanecer tiene más brillo

Minji miró la pantalla de su teléfono, sonrió y volteó su mirada a hanni, quien estaba al lado suyo sentada.

- cinco y media -dijo, provocando una sonrisa cansada en la conejita.

A ambas chicas les gustaban los amaneceres, especialmente los que se podían ver desde el momento en el que comienzan. Es por eso que las dos se convencieron de pasar una noches despiertas con la intención de mirar el amanecer desde la terraza de su hogar.

Hacía frío y estaban cansadas, los dos cuerpos se cubrían con una manta, pero sin duda era mejor el calor que se daban las dos.

- Aún... no puedo creer que hicimos esto -dijo risueña pham hanni m, recostada en el hombro de su amada, la cuál sostenía una sonrisa también.

- No me arrepiento -murmuró orgullosa minji, mirando como el brillo del sol comenzaba a salir detrás de las montañas y la fría mañana.

- ¿No? -preguntó hanni, y minji negó - ¿Por qué?

Minji pensó un momento su respuesta, miro el hermoso espectáculo frente a ella, y luego miro los ojos curiosos de su novia que la miraba con atención.

En los ojos de la conejita, se reflejaba el brillo del amanecer y los tonos azules del cielo recién despierto.

- Porque lo hice a tu lado, hanni - respondió.

Las mejillas de hanni ardieron en calor al igual que el hermoso y cálido sol que las saludaba a ellas y a la ciudad entera.

- Yo tampoco me arrepiento - dijo pham segura de sus palabras, minji se acercó a ella y le plantó un cálido beso de buenos días en sus pomposos labios.

El amanecer es hermoso, pero no tanto cómo lo eran la una para la otra.