¿Por qué me engañas con promesas sin final?
¿Por qué me ilusionas sin plan?
Se desmorona mi mundo y tu no estás ahí,
se desmorona mi muralla y mi corazón expuesto queda.
Frágil y ajeno, pidiendo a gritos un nuevo hogar,
pero tu no estás ahí y no puedo evitar preguntarme ¿por qué?
¿Por qué lucho para que me ames?
¿Por qué lucho para que te quedes?
¿Por qué lucho para que te sanes?
¿Por qué lucho para que no me dañes?
Mis emociones casi vacías están,
del drenaje constante que ocupa mi día.
Mi color es casi opaco por la sangre derramada,
que se seca ante mi cuerpo frío.
¿Por qué dices amarme y me apuñalas con tu cuerpo?
¿Por qué me enseñas a volar si no vas a sostenerme cuando llegue al final?
¿Por qué caminas en círculos y me encierras en medio con malicia?
¿Por qué me haces tuya y me destruyes a mi misma?
¿Por qué me besas pasionalmente y me huyes al tiempo vulnerable?
La pregunta incesante sin respuesta quedará,
mientras las olas violentas se hacen,
mientras las flores jóvenes se marchitan,
mientras las rosas en espinas se convierten,
y en mi piel nacen cicatrices.
¿Por qué marcarme para amarme y atraparme para dejarme amarte?
