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- ¿Estas bien, hermano? - preguntó a Ramón el cual traía un poco de leña, podía verlo algo mortificado

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- ¿Estas bien, hermano? - preguntó a Ramón el cual traía un poco de leña, podía verlo algo mortificado.

- si... - contestó tratando de no preocuparla, aún sabiendo que para ella el era transparente. Hope le tomo de la mano evitando que se alejará - es solo que nos invitaron a la fiesta... - la troll se puso pálida de forma ligera, significaba que habría mucha luz y ruido capaz de atraer a los bertenos - tranquila, no iremos. Estaremos a salvó - siempre era preocupante ese tipo de ocasiones, donde los trataban de locos o más bien a Ramón. Hope no salía si no era acompañada por su hermano y realmente no tenía muchas ganas de salir del búnker.

- Bien, pero eso no es lo que te preocupa ¿Cierto? - pregunto la de cabellos claros. Sabía mucho de su hermano y solo había una persona con la influencia suficiente en el para hacerlo hacer aquélla expresión.

- Si, lo hice de nuevo - dijo con exasperación hacia si mismo.

La pequeña supo hacer sentir mejor a su hermano, no había nada que un poco de chocolate no ayudará. Más tarde solo podían estar en lados distintos de su hogar, sin saber que había pasado en la fiesta.

Hope cocinaba mientras tarareaba una canción (Once upon a december-Anastasia), los dulces eran su amor, su alma gemela, así que era común para Ramón verla haciéndolos en casi cualquier momento. Algo bueno del búnker era que se perdía el dulce aroma de los postres al salir, y como Hope tenía una voz muy fuerte que se podía escuchar a gran distancia, también hicieron un esfuerzo por insonorizarlo lo más que pudieron.

- Ya está listo - comentó para si misma con una sonrisa, sacando unas lindas galletas. Un fuerte ruido se escuchó de la entrada, haciéndola voltear. Justo en ese instante una avalancha de trolls llegó a su cocina, había demasiados trolls de la nada, su corazón dió latidos fuertes y dolorosos que la pusieron alerta. Estaba tan asustada que soltó la bandeja de galletas y antes de que los trolls llegarán a dónde ella soltó un grito tan fuerte y agudo que los hizo parar su paso, aturdidos por la potencia del sonido.

La pequeña troll se escondió con su cabello formando un capullo, temblaba de miedo, las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos. La última vez que había estado tan rodeada era cuando escapaban de los bertenos y en aquella ocasión casi la agarran múltiples veces.

Sintió como alguien se abría paso entre su cabello, ella tenía los ojos cerrados mientras se hacía bolita y se tapaba los oídos no queriendo escuchar a la multitud de trolls. Unas manos conocidas tomaron las suyas que estaban en sus orejas para hacerla bajarlas.

- Hope, ven conmigo - le ordenó su hermano, sabiendo que dejarla era peor que llevarla con él - cierra los ojos - le volvió a decir, la ayudo a levantarse guiandola entre los trolls logrando salir del búnker.

La pequeña al sentir el aire nocturno abrió los ojos y miro a su hermano esperando una explicación.

- Los bertenos secuestraron algunos trolls - dijo de forma rápida, la más pequeña se puso pálida - y Poppy fue a salvarlos sola, dejando a los demás en nuestros búnker - explicó.

- ... No, nos vamos a ir detrás de ella ¿O si? - pregunto aterrada la más pequeña, apretando la mano de Ramón con miedo, temblando.

- No podemos dejarla sola - le respondió tratando de hacerla reaccionar ante su propio terror, sabía que su hermana se podía dejar cegar por el miedo - mientras más tardemos, es más probable que se encuentre en peligro - dijo jalandola de la mano. Solo pudiendo arrastrarla unos cuantos pasos antes de que se plantará en el piso tan fuerte como si de un árbol se tratara.

- ¡No! - exclamó fuerte, provocando eco, llamando la atención de alguien no muy lejos de ahí que podía visualizar lo que pasaba muy bien - ¡Por favor, regresemos! ¡Ocultemonos en otro lado! ¡Por favor! - exclamó la pequeña con pánico.

- Hope - la llamo Ramón, viendo los ojos llenos de lágrimas de su hermana - Hope, entra al búnker - le dijo soltando su mano, haciendo que la pequeña retrocediera unos pasos - quédate aquí donde estas segura - Hope tembló en su lugar al ver cómo su hermano se alejaba.

- ¡Ramón! - grito, pero él ya se había alejado a gran velocidad - ¡Ramón! ¡Regresa! - lo llamo asustada, sin importar si su voz era demasiado fuerte como para alertar a las criaturas a su alrededor. Avanzó unos pasos de forma lenta - ¡Dijiste que estaríamos juntos! - lágrimas se caían por las mejillas de la pequeña troll, era posible que no lo volviera a ver si se dirigía hacia los bertenos - ¡Dijiste que jamás me abandonaría! - la pequeña troll ya no era escuchada, y al avanzar se alejó hasta el límite donde conocía tratando de seguir al mayor - ¡Hermano! - aquel que la espiaba podía notar como su voz se ahogaba con su llanto - ¡Hermano, estoy en el límite! - exclamó viendo una marca que habían dejado hace mucho cuando trataban de hacer que ella saliera - ¡Es el límite! - la pequeña estaba a oscuras apenas logrando ver el camino - ¡Ramón no puedes irte sin mi!.. ¡Eres mi hermano!

Aquel troll que la observaba no pudo evitar sentir pena por Hope, así que sin ser visto, lanzó una pequeña roca hacia una flor que al ser tocada se iluminaba. Trato de la mejor forma, guiar el camino hacia donde había visto irse al troll de tonalidades grises.

Hope se abrazaba a si misma tratando de calmar su llanto, sabía que Ramón no volvería por más que gritará. Pero quería intentarlo.

Mientras trataba de limpiarse unas pequeñas luces llamaron su atención a lo lejos. Así que recordó las palabras que le decía su hermano cada que se alejaba un poco más del búnker.

- Eres muy valiente, pequeña...

Suspiro tratando de calmarse un poco antes de dar un paso fuera de su límite.

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Hope // TrollsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora