El caos, el rendirse y el empezar.

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CAPÍTULO UNO.

CAPÍTULO UNO

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GEORGIA.

Cansancio, pena, soledad, corazón roto y entre esas emociones definían como me sentía actualmente, discutir horrible con tus padres y terminar de golpe una relación con tantos altos y bajos o idas y vueltas era un sentimiento horrible y asi me sentía actualmente tirada en la cama de mi cuarto en la soledad del hogar donde vivía.

Agradecía totalmente tener un hogar donde vivir, donde comer y donde estar pero últimamente todo estaba pasándome la cuenta de una manera horrible y lo único que pasaba por mi mente sabia perfectamente que estaba mal pero después de meses de tanto caos sabia que esa era mi única opción, no dude ningún minuto más en ponerme de pie y caminar hacia mi escritorio donde tenia algunas cosas guardadas, asi que rebusque en el cajón hasta encontrar lo que necesitaba....Llevaba prácticamente ocho meses sin tener esto en mis manos, llevaba esa cantidad de meses sin consumir cocaína y jamás nadie supo sobre esto ni mis mejores amigos pero acá estaba tomando con fuerza la bolsa blanca donde tenia una mini regla y un billete adentro, todo listo para atacar.

Dando un fuerte suspiro tome asiento en mi escritorio y abrir rápidamente la bolsa por que sentía una desesperación inexplicable recorrer contra mi cuerpo asi que no dude en derramar el polvo blanco en el mesón y comenzar a ordenarlo con precisión con la regla que tenia en mis manos y cuando lo tenia listo para consumir tome el billete lo enrolle y sin pensar ningún segundo mas baje mi cabeza fuertemente para consumir las tres líneas que había hecho...No tarde nada en aspirar ese polvo en mi y me levante rápidamente cuando termine para limpiar los restos de polvo y guardar todo lo utilizado, asi no dejando ningún rastro.

Asi que como si el destino estuviera de mi lado escuche el timbre cuando ya tenia todo guardado y no dude en salir rápidamente de mi habitación por que sabia que era Román o Samantha ya que eran los que eran los únicos que me daban visitas inesperadas en casa...Asi que a penas abrí la puerta de la casa le di una gran sonrisa al pelinegro que tenia al frente de mi.

──¡Hola Román! Ven pasa, pasa──Le jale el brazo con una sonrisa bastante extraña de mi últimamente.

Y el no tardo en notarlo y me observo en breve.

Y ahí me di cuenta que mi mundo se cayo al suelo en menos de segundos.

──¿Qué tienes en la nariz ridícula? ──Pregunto totalmente molesto tomándome la mandíbula fuertemente para observarme.

──Estaba cocinando, ya sabes estaba haciendo galletas y asi──Comente intentando sonar tranquila.

Pero al ver esos fuertes ojazos cafés molestos me di cuenta que no me creyó ni la primera palabra que dije.

──Jajaja, claro yo me creeré esas mentiras siendo que odias cocinar Georgia camina a tu cuarto...Tienes segundos para llevarme──Reclamo con una notoria molestia mientras me tomaba de ambos hombros y me entraba a mi hogar para cerrar la puerta.

Forever Young.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora