CAPÍTULO DOS.
Georgia.
Caminaba con mi gata detrás de mi hacia el balcón de mi habitación ya que venia llegando de mi cita de la psicología y quería aprovechar de leer un libro por que el clima estaba espectacular para mi gusto, ya que existía un perfecto clima el cual era un nublado inesperado con un viento ni tan pesado y yo como amaba el invierno estaba más que conforme de estar leyendo un libro pero cuando me iba a sentar en el sillón que estaba en mi terraza sentí ruidos hasta que una voz me interrumpió...
──Rapunzel...Deja caer tu cabello ──dijo una voz femenina en el lugar.
Rápidamente cuando escuche esa voz observe hacia donde provenía y era del balcón de mi mejor amigo que no estaba tan lejos pero sabia perfectamente que era Samantha la que me llamaba.
──Eso es imposible ridi...Estas muy lejos ──comente mientras me ponía de pie y caminaba hacia el lugar mas cercano de mi balcón hacia donde estaba ella.
──¿Por qué no vienes un rato? ──Pregunto la pelinegra mientras me observaba──Asi tomamos algo y pasamos la tarde. ──Termino de conversar mientras me regalaba una sonrisa sincera.
Yo le di un vistazo al libro entendiendo que iba a quedar para otro minuto pero no dude que era lo mejor, en estos entonces tenia que aprovechar de pasarlo bien con mis cercanos.
──Voy, chismosa. ──Le di un grito mientras tomaba en brazos a mi gatita para llevarla a mi habitación.
No dude en dejar mi gata en mi cama y comenzar a prepararme para irme de mi casa un rato, tome algunas cosas y me fui hacia la entrada de mi casa...No tuve que despedirme de nadie ya que Jorge había salido con mi mamá a penas me dejaron en mi casa después de mi terapia.
──¿Cómo andas bella? ──pregunto ella. ──Tenia unas ganas
de verte...Pasa. ──Abrió la puerta mientras me hacia pasar.
──Ay perdona por andar tan perdida, he estado durmiendo demasiado es que extrañe tanto mi cama. ──Mencione mientras caminaba adentrándome a la casa que estaba a mi lado.
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Forever Young.
RomanceDonde esos ojos castaños llenos de emociones inesperadas en el paddock llamaron completamente la atención del piloto rubio que se consideraba que tenia una vida totalmente hecha trizas. En una fiesta todos llegamos a dudar encontrarnos con algún amo...