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- - A la mañana siguiente - -

Eran las [6:30] cuando el teléfono de Victoria empezó a sonar, no era una alarma, era una llamada.

~ ¿Hola? ~ contestó Victoria con una voz casi inentendible

~ Hola Vic, perdón por despertarte a esta hora, pero ¿Podemos vernos? ~ dijo Carolina con una voz ligeramente agitada

~ Ah- Ahora? ~ preguntó Victoria, abriendo recién sus ojos

~ Estaría genial, paso por ti en una hora ~ dijo Carolina colgando el teléfono

Victoria no pudo decir nada más, tomó una de sus suaves almohadas y gritó dentro de esta.

Entró al baño, se lavó y entró a su gran armario para salir con un vestido medio largo negro con tacones altos de aguja.

Victoria bajó a la cocina donde ya se encontraban desayunando Allison y la niña, Francis tomaba su café mientras leía un libro.

~ Buenos días, Señora ~ dijeron Allison y Francis al unísono.

La niña no dijo nada, solo miró a Victoria.

~ ¿A dónde vas? ~ preguntó la niña

~ Voy a salir ~ respondió Victoria

~ Quiero ir ~ dijo la niña

~ No ~ contestó Victoria

La niña no dejó de insistirle, pero Victoria sabía que no podía estar al pendiente de ella a cada segundo, entonces no la llevó y se fue, dejando a la niña con la promesa de que después se la llevaría a algún lugar.

Carolina pasó por Victoria y se fueron al centro, a una parte bastante tranquila.

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Ambas paseaban por el pequeño parquecito; Carolina se disculpó por haber despertado a Victoria tan temprano, Victoria solo reía ante las disculpas de su amiga y le repetía una y otra vez que no era problema.

En un momento de silencio algo incómodo, Victoria le cuestiona a Carolina el porqué de su reunión y más en un ambiente tan tranquilo [algo de lo que Carolina tiene curiosidad]. Carolina intentaba desviar las preguntas de Victoria, pero esta no lo permitía e insistía más con sus preguntas. Carolina trataba de no ceder ante Victoria, pero la mirada firme e intimidante de esta, le complicaba las cosas. Carolina solo se limitaba a responder las preguntas que a ella le parecían más fáciles de responder, pero Victoria era muy insistente, entonces. . .

~ Tu mascota, ¿Hace cuanto que la tienes? ~ preguntó Carolina

La pregunta confundió a Victoria, pues creía que el motivo de su encuentro sería para pedirle algo, nunca se imaginó que fuese por su «mascota».

~ Pues, simplemente llegó a mi mansión, Francis la encontró y me la quede ~ contestó Victoria

~ ¿Así nada más? ~ preguntó Carolina

~ Si, solo llegó y listo ~ dijo Victoria

~ Y... Ella nunca ha dicho algo relacionado... Conmigo? ~ preguntó Carolina un poco nerviosa.

Victoria no entendía el porqué de las preguntas de Carolina, sólo las respondía y trataba de dar respuestas coherentes, pero las preguntas de su amiga se le hacían bastante sospechosas. ¿Por qué querría saber acerca de mi mascota?, se preguntaba ella misma en su cabeza, intentando encontrar una respuesta a su propia pregunta.

~ Pues... Ella nunca te ha mencionado ~ contestó Victoria ~ ¿Por qué? ~

~ Nada, solo es curiosidad ~ dijo Carolina con al voz temblorosa

~ ¿Hay algo que necesites decirme sobre mi mascota? preguntó Victoria ~ Porqué si es así, creeme que te escucho ~

Con una voz sumamente nerviosa, Carolina hace el intento de mentirle a Victoria, afirmando que solo era curiosidad la que tenía por su mascota y nada más.

Victoria se da cuenta de las mentiras de Carolina y finge creerle...

Pasado un rato, ambas chicas se despiden y se van a sus respectivas mansiones.

- - - - - - - - -

- - En la mansión de Carolina - -

~ ¡Luiiiiis! ~ gritó Carolina con una voz chillona ~ ¡Luis Ángel! ~

~ ¿¡QUÉ!? ~ contestó Luis algo irritado

~ La encontré, pero necesito que investigues las actividades de ella ~ dijo Carolina, alterada

~ Mary está trabajando en eso ~ contestó Luis

~ Pero necesito saber más de ella ahora... No puedo arriesgarme a perderla otra vez cuando ya la encontré ~ dijo Carolina caminando de una lado a otro muy desesperada

~ ¿Sabes? Mejor sube a tu habitación, yo me encargare de todo, llamaré a Mary para que me ayude, tu tranquila, la atraparé ~ dijo Luis tratando de calmarla

Carolina medio se tranquilizó y se fue a su habitación donde intentó dormir.

~ Mary, puedes venir porfa... «Silly» se puedo más insoportable que antes y necesito ayuda ~ dijo Luis en llamada

~ No jodas, estoy en el rancho ~ contestó Mary [de fondo se escuchaba lo que parecía ser un tiroteo]

~ Por favor, tu también estás en esto asi que ayudame ~ dijo Luis cansado

~ Perame, ya voy para allá ~ contestó Mary colgando el teléfono

Pasado un rato, Mary llegó a la mansión de Carolina.

Luis Ángel le contó sobre el comportamiento de Carolina y que ya habían encontrado a la niña.

Mary estaba lista para ir por ella, pero Luis la detiene.

~ No puedes ir directo, estupida, ¿Quieres que te maten? ~ dijo Luis

~ Deja tus mamadas Luis, hay que traer a esa pinche niña culera, antes de que nos haga mierda ~ contestó Mary serie y malhablado

~ Sabes, ya no me voy a meter, si quieres traer a la niña de esa manera, hazlo, pero no me llames diciendo que te atraparon ~ contestó Luis alejándose de Mary

~ Pinche perro desgraciado, ¿No fuiste tú el que me llamó por que necesitabas ayuda? Ahora que te la estoy dando no la quieres pinche culero de mierda ~ contestó Mary de forma muy grosera [esa es su presonalidad]

Mary sabía que Luis no la estaba escuchando, entonces decidió ir por la niña sola. Se equipo con armas de Carolina y algunos accesorios.

En la computadora de Luis, buscó la ubicación de la niña y fue directo a ella...

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- - En la mansión de Victoria - -

Victoria se encontraba comiendo sola en la cocina, Allison en su habitación escuchando música a todo volumen, Francis en el sótano mirando su computador y la niña, quien sabe donde estaba.

Victoria escuchó que tocaban al timbre, algo bastante raro, pues los únicos que hacían eso eran Allison, Francis y pocas veces la niña. Victoria creía que se trataba de la niña y abrió la puerta mirando hacia abajo, pero no era la niña, levantó de a poco la mirada, viendo a una chica con una vestimenta bastante familiar

...

| Blood, Sweat & Tears | Season 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora