I feel bad | HyunLix

[ 1O ] Hoy no es suficiente

Chan pensó si estaba bien tocar o irse por donde había llegado, sabía que lo que estaba por hacer era lo correcto para ambos, en especial para Felix, más eso no significaba que no le estuviera doliendo y que las ganas de irse corriendo fueran mayores.

No quería hacerlo, porque toda esa capa de valentía se había ido en cuanto piso la casa del menor.

Aún así, evitarlo y lastimarlo más no era algo que deseaba.

Su mano tembló cuando la levantó listo para golpear la madera suavemente, pero esta terminó siendo abierta de golpe por un pelinegro con el cabello revuelto.

— ¿Qué haces aquí? —Preguntó Hyunjin con tono serio. Talló sus ojos con los dedos sin dejar el desagrado de lado—

Chan enarcó una ceja y le miró incrédulo. 

— ¿No debería hacer yo esa pregunta?

— Felix es mi mejor amigo. ¿Tú que haces aquí?

— Es mi novio.

— ¿En serio? —Preguntó burlón, cosa que Chan no aguantó—

— Deja de hablar entre líneas y dime qué mierda te pasa.

— ¿Qué más debería de pasarme? Lastimaste a la persona que más amo, y aún así vienes y te paras frente mío como si no supieras quién soy.

— Sí, el mejor amigo de mi novio que no tiene porqué meterse entre nosotros.

— No me estoy metiendo entre 'ustedes', aunque si te soy sincero creo que está de más el decir que ustedes siguen siendo algo después de lo de antier.

— Le pedí disculpas.

— ¿Y crees que eso va remediar sus sentimientos? Prácticamente lo ignoraste, y estoy seguro que hay algo más en todo esto, porque Felix no llora de esa forma por un simple berrinche.

— No es de tu incumbencia.

— Mira, Christopher, a mí tú no me importas en lo más mínimo, pero sí ese chico que está ahí, —Apuntó al rubio hecho bolita en medio de la cama, con su cuerpo y mitad de la cara siendo cubiertos por una sábana. Chan sonrió al verlo y quiso llorar por no poder besarlo y abrazarlo como siempre hacía— dormido después de haber llorado por dos horas, mismas en las cuales me preguntó qué es lo que había hecho mal para que llegaran a esto.

— Por eso tengo que hablar con él. —Se notaba el desespero, las ganas de hacerlo, pero Hyunjin no estaba de acuerdo—

— ¿Y no puedes esperar a que despierte? —Preguntó harto de la presencia del mayor— Tardó mucho en llegar hasta donde está ahorita como para que vengas y le quites también eso.

Chan no podía negar que lo que salía de la boca de Hyunjin le estaba doliendo, porque esos comentarios le eran tan ciertos, pero no era como si no supiera ya de eso.

No quería ser débil ante Hyunjin, no quería absolutamente nada. Sólo quería estar ahí con su rostro serio diciéndole a Felix que lo amaba pero que tenían que estar lejos.

Porque lo había arruinado tan rápido como lo había tenido.

— Me quedaré. —Pasó de largo, escuchando las quejas de Hyunjin mientras cerraba la puerta. Pero aún así, se sentó en una de las esquinas mientras veía al menor dormir—

Porque de todas las maneras era lindo y delicado, y él sólo era un tipo que la iba terminar cagando una vez más.

[ .. ]

Después de dos horas, Felix parecía no querer dormir más. Pero no se había dado cuenta de su presencia, porque en cuanto sus ojos se abrieron buscó el cuerpo de Hyunjin para abrazarlo.

Chan mentiría si dijera que no le dolió, porque esos mismos abrazos eran los que él recibía cuando Felix no se sentía seguro, era algo simple, pero tan bonito que le hacía sentir bien.

Ahora ya no había nada.

— Pequitas, —Hyunjin tomó su cara entre sus manos y le hizo que lo mirara— Chan va hablar contigo, será breve y después se va ir, yo estaré abajo y después vendré, ¿sí? —En eso, la mirada de Felix lo buscó y cuando por fin lo halló sintió ese alivio que dejó libre el dolor—

No respondió, tan sólo agachó la cabeza.

Hyunjin besó sus cabellos y se movió con cuidado de regreso a la puerta, miró por última vez a Chan y terminó por salir dejando una rendija abierta.

Pasaron los minutos, Felix no hacía más que jugar con sus manos y el mayor no hacía más que verlo embobado, guardando un último recuerdo de lo que ya había sido.

— Tenemos que terminar. —Agradeció que su voz no temblara, pero para Felix, sonó cómo terciopelo negro que le caló dentro—

— Que bueno que lo dices, porque yo no me habría sentido capaz de hacerlo.

— Sí. Yo no quiero hacerte daño y tampoco quiero que me hagas daño. Esto... no quiero un ciclo lleno de dolor y desconfianza.

— En eso estamos de acuerdo, tampoco quiero ir por ahí regalando mi confianza sabiendo que voy a recibir migajas. —Y Chan sabía, que Felix trataba de no hacerle daño, pero aún así, terminaba doliendo lo que su voz transmitía— Estamos bien así, tú no me mereces y yo a ti tampoco.

Quería decirle que lo dejaría sanar, que le dejaría ser libre de todo eso. Y que después volvería a conquistarlo, pero eso solo causaría el llanto y la desesperación del menor.

Por eso se guardó lo último que tenía.

Se levantó y caminó hacia él, tomó de su carita y le besó la frente mientras le decía que lo amaba. Sintió las manos de Felix aferrarse a su camisa y cuando llegó la hora de irse lejos, tan sólo vio como el brillo en sus ojos se iba perdiendo.

Y la sonrisa de Chan también quedó en el olvido.

Porque no era algo que pudieran arreglar juntos cuando se habían hecho tanto daño.

Porque ya no había confianza, sólo amor, y hoy no era suficiente.