I feel bad | HyunLix

[ 14 ] Lo más bello

— Te he notado triste. —La voz de la señora Lee se coló por los oídos de Felix, el cual, bajó la mirada apenado, no quería que ella se diera de lo que estaba pasando—

De alguna forma, eso iba a terminar sucediendo, Chan ya no iba a verlo, y su madre no era tonta, su padre menos, pero él solía ser menos entrometido porque no le gustaba Chan, jamás había logrado complacer los estándares de su padre.

Aún así, todos estaban bien si él lo hacía feliz.

— Mmm. —Buscó una excusa, algo rápido, algo que fuera lo suficientemente convincente. Pero nada, hoy no estaba funcionando— Bueno, eh... e-stoy algo estresado por todo lo de la escuela, Hyunjin y Changbin me piden que no me lo tome muy personal, que todo va salir bien porque soy un nerd, pero me sigue dando desesperación el no poder alcanzar el nivel que deseo.

Si era sincero, también tenía que ver con eso, Felix solía explotarse de más para no recibir malas notas. No le gustaban, las odiaba. Y lo que menos quería era que sus padres se sintieran decepcionados, ellos hacían todo por verlo estudiando, para que nada le hiciera falta, lo que menos podía hacer era eso, estudiar.

Ella pareció entender y le sonrió, acarició sus cabellos haciendo que Felix cerrara los ojos por inercia.

— No importa si sales con un seis, porque yo sé que das lo mejor de ti, ¿sí? Sé que las notas son importantes para una buena universidad, pero a mí no me interesa, porque no todo lo que te enseñan en la escuela terminas aplicándolo en tu vida.

— Igual, mamá, no puedo fallarte con la única obligación que tengo. —Ella rió y dejó un pequeño golpe en su cabeza. Felix también rió sin apartar sus ojos de la mesa—

— ¿Y? —Rió— Aprecio mucho que nos tomes en cuenta, pero no quiero un hijo que el día de mañana me llegue con su carita hinchada, con sus ojos cansados y su cuerpo débil por la escuela. Yo todo lo que te pido es que des lo mejor de ti, si puedes dar más: hazlo. —Ella se levantó, yendo a abrazar al menor que ya lo esperaba con los brazos abiertos. Felix sonrió, se recostó en su hombro y se permitió cerrar sus ojos, sentir paz por primera vez en tantas semanas— Pero no te descuides, no te hagas esto.

Y quiso llorar ahí mismo, porque su madre era tan linda que sentía que no la merecía.

Pero de igual forma, se dio cuenta de que estar así por Chan, no valía la pena.

[ .. ]

Felix se veía animado, después de una semana, donde Hyunjin lo abrazaba y mimaba, donde por las noches se preguntaba qué era lo mejor para sí, que era lo que tenía que hacer para seguir siendo el Felix que por un momento le había gustado ser.

Quería esa seguridad y esa belleza que solía rondar por sus ojos, quería de nuevo esa poca importancia que le daba a los que no eran importantes en su vida... quería que Chan jamás hubiera aparecido en ella.

Pero no era así, y al menos podía hacer algo más que sólo llorar. Al menos ahora.

Felix iba dando pequeños brincos, tomaba la mano de Hyunjin mientras Changbin venía quejándose del sol. Ninguno le hacía caso, sabían que él era así, que no podían cambiarlo.

Y amaban eso, que todos fueran distintos que hacían un encaje bonito.

— Ten cuidado, no quiero verte con las rodillas raspadas otra vez. —Felix se sonrojó ante la advertencia de Changbin, así que sólo asintió dejándose caer en el pasto—

Alzó su mano cubriendo el sol con ella, por ratos abría sus deditos y dejaba que el sol pasara por ella golpeando su cara. Estaba emocionado, se sentía nuevo en todo eso a pesar de que lo hacían seguido.

Se sentía lindo volver a lo mismo.

Tomó la pequeña florecita, que encontró en el pasto, entre sus dedos, jugó con ella un rato, se tomó fotos y la apreció, tal y como solía hacerlo cuando era pequeño y le gustaba inspeccionar hasta lo más mínimo.

Después cayó en cuenta que, la flor no era para él.

— Hyun, hyun, hyun. —Canturreó el menor mientras se acercaba puesto de rodillas al pelinegro, su cabello era sujetado por una coleta y eso le causaba ternura a Felix, pues sabía que Hyunjin era lindo, casi tanto como él—

— Dime, cariño. —Se sonrojó ante el apodo, Hyunjin solía ponerse más cursi, y desde que su humor parecía ir mejor, él no dejaba de darle amor—

Sonrió de lado, llevando su mano hasta la oreja del pelinegro, el cual le miró con el ceño fruncido pero con una pequeña sonrisita burlona en los labios.

— ¿Tú-?

— Se ve más linda en ti, Hyunnie. —Rió, rizando sus ojos y haciendo brillar esas pecas que resplandecían bajo el sol. Hyunjin se sonrojó y no hablo— También, tómalo como un gracias, te mereces lo más bello del mundo, Hyunjin, porque tú das felicidad.

El pelinegro llevó su mano hasta la mejilla de Felix y la acarició con lentitud.

— Todo lo bello que deseo está frente a mis ojos, sólo estoy esperando el momento en que podamos tener por fin el nuestro...