Cap.4 Ira

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Se sentía extraño, sentado ahí, viendo a chicos pasar, que le hacían ojitos, había pasado mas de un año desde la última vez que hizo esto, así que, era extraño, y veía a esos chicos, muchos de ellos atractivos, pero a todos los que veía les hacía falta… algo, y ese algo a final de cuentas lo hacía no corresponder a los muy obvios coqueteos. Se gruñó a si mismo después de que simplemente ignoró la sonrisa de un lindo chico al otro lado del bar, para eso estaba aquí!! Pero… sabia internamente que no quería estar aquí, la verdad, solo quería estar en casa, cenando la comida que Dan hubiera cocinado, relajándose con uno de los masajes que Dan le hubiera dado, y probablemente después lo haría que se quedara en su habitación… y ahí estaba de nuevo pensando en el doctor, sacudió la cabeza y se volvió a gruñir, tenia que superarlo, después de todo, Kim Dan era el que lo había abandonado, no tenia por que dedicarle ni un solo pensamiento más! Él  no era así!

Así que, reacomodó su postura sobre el banco del bar, había estado encorvado sobre si mismo, irguió la espalda, sacando el amplio pecho, levantando la altiva mirada, buscando al chico que le había sonreído, le devolvió la sonrisa de forma seductora, y eso fue suficiente, el lindo chico se acercó, hubo un rápido intercambio de palabras, y eso fue suficiente para convencerlo de ir a los baños, no quería esperar más, al demonio con Dan, había mas culos dispuestos por el mundo.

Tan pronto como entraron a los cubículos, el chico tomó la iniciativa, lo cual honestamente lo sorprendió, el muchacho había intentado besarlo, pero al ser más alto lo evitó sin problemas. – Que estás haciendo? -. Preguntó burlón.

El chico se quedó confundido por un momento. – Amm, trato de besarte?? -. Contestó, a lo cual Jaeckyung solo se rio en su cara.

- No hagas cosas innecesarias… - siguió con el tono burlón, el chico había querido protestar, pero el peleador no le dio oportunidad, de inmediato se había acercado y metido una mano a sus pantalones masturbándole sin pudor alguno, mientras la otra le arrugaba la camisa, lo acercaba a si arañándole la espalda, lo hacia soltar gemidos ahogados.

sonreía satisfecho consigo mismo, con las reacciones que obtenía del chico frente a él, pero no lo tuvo mucho tiempo de frente, lo giró para que le diera la espalda, haciendo que pusiera las manos sobre la pared, usaba demasiado perfume que ya lo estaba fastidiando, además, que las muecas que hacía no eran lo que él consideraría sexi, así que prefería mejor no verlo.

Era rudo en su trato y al chico parecía gustarle, le bajó los pantalones de un tirón y escuchó un gritito de sorpresa de su parte, su trasero era más pequeño que el de… Ahhhh!! Que importaba!!, Le metió los dedos a la boca, en parte para que ya se callara, sus gemidos ya lo estaban fastidiando y en parte para que los ensalivara, así después los movió al trasero del chico penetrándolo sin consideración, dilatándolo a la fuerza, de nuevo otro grito, ¿por qué tenía que gritar tanto?, ya quería terminar con eso, llevó la otra mano a sus pantalones y… algo estaba mal, muy mal… no había respuesta de sus partes bajas.

-Pero que carajos?! -. Se dijo para sí mismo, le sacó los dedos al otro, se intentó masturbar, ayudarse un poco… - Que pasa cariño?? -. Dijo la voz melosa y chillona del chico con el que estaba, el oír esa voz solo hizo que se le bajara más, estaba completamente flácido, no lo podía creer, su atención se enfocó completamente en su pene, el chico con él le importaba una mierda en esos momentos.

- oh!... mmmm creo que alguien necesita algo de ayuda -. Dijo meloso el chico, acercándose a Jaeckyung, llevando una mano al miembro del peleador para ayudarle. Pero apenas lo había rosado con los dedos, el peleador reaccionó empujándolo. – Quien te dijo que podías tocarme? -. Le gritó al pobre chico que había quedado semi sentado sobre la tasa, con la ropa desarreglada y completamente confundido con lo que estaba pasando ahí. 

- Cual es tu problema?! -. Le reclamó el chico mientras se levantaba y acomodaba la ropa con molestia. – Ugh esto me pasa por venir a este bar snob, vete al demonio impotente, pene flácido -. Le dijo el chico, empujándolo, quitándolo de la puerta y saliendo del baño. 

Hubo un momento en el que su cerebro paró tratando de procesar todo lo que estaba pasando, ni siquiera había reaccionado al insulto o al empujón, volvió su mirada hacia abajo, donde su amigo entre sus piernas simplemente no reaccionaba, y entonces la frase “Pene flácido” resonó en su cabeza. – Puta Madre!!-. gritó mientras le daba un puñetazo a una de las paredes de madera de los cubículos, con tanta fuerza que la rompió.

Salió muy malhumorado desde el baño, caminando rápidamente hasta la barra, el bar tender tembló por un momento porque los ojos del peleador parecían echar chispas, de repente frente a sus ojos, varios miles de wones fueron azotados contra la barra. – Por los daños -. Fue lo único que comentó antes de dar la media vuelta y salir del bar, el bar tender no entendía a que se refería hasta que otro de los clientes le comentó que uno de los cubículos del baño estaba básicamente destrozado. 

El bar no había servido de nada, completo fiasco, estaba aún mas encabronado, y para agregarle al problema, al parecer ahora era impotente… simplemente no lo podía creer. – Que maldito día de mierda -. Se dijo para si mismo, ya en su cuarto, se dejó caer en su cama, ni siquiera se quitó la ropa, ya no quería pensar, pensar solo hacia que le doliera la cabeza, y lo enojaba más, el tratar de encontrarle sentido a todo lo que estaba pasando.

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El olor del café y tocino siendo cocinado fue lo que lo alentó a moverse, no quería admitirlo, pero una de sus imágenes favoritas por la mañana era ver a Dan moviéndose de aquí para allá haciendo el desayuno, le daba cierta sensación de… estabilidad, era algo con lo que podía contar, él llegando de correr por la mañana, el olor a café y tocino, minutos después Dan y él sentados comiendo. Durante ese tiempo no hablaban mucho, generalmente sobre los planes del día, Dan no era exactamente platicador, y lo agradecía, nunca se lo dijo, pero ese era uno de sus momentos favoritos, solo él y Dan desayunando.

Y esa mañana no era la excepción, había entrado a su penthouse, el característico olor del café lo saludaba, mientras se quitaba los tenis en la entrada, mientras se acercaba a la cocina escuchaba el sonido de los platos siendo movidos de las tasas siendo servidas, esbozó una media sonrisa, veía a Dan moviéndose de aquí allá, él recargado en el marco de la puerta que daba acceso a la cocina, esa sensación de estabilidad, de paz, de “hogar” le inundó, era la primera vez que sentía aquello tan intensamente, no podía explicarse el por qué, solo sabía que el ver a Dan ahí le hacía que el corazón le palpitara más rápido, se acercó a Dan e instintivamente le abrazó por la espalda sorprendiendo al doctor que respingó por el repentino y fuera de lo común de la situación.
- Se… señor, ah… necesita algo? -. Preguntó el joven doctor, la sangre se le subía a la cabeza y se sonrojaba hasta las orejas, y no sabía por qué, la necesidad de abrazarlo en ese momento fue tan grande, así que solo lo hizo.

- Sip… - Fue lo único que respondió antes de darle vuelta entre sus brazos, acercarlo hacia si de la espalda baja, se sonrió más ampliamente al ver la muy sonrojada cara del castaño, le dejó una mordida sobre el cuello, le encantaba oír los suspiros ahogados que trataba de suprimir Dan, se estaba acercando a besarle, Dan ya había cerrado los ojos, todo era perfecto, y un incesante sonido inundó la cocina, su celular desde los bolsillos de sus pantalones de ejercicio, maldijo por lo bajo, y soltó a Dan, se dio media vuelta para contestar de mala gana. – Quien mierdas es?? Hola??? -. Alejó el aparato de su rostro para poder ver la pantalla… no escuchaba más que estática, el número era el del entrenador, pero del otro lado no había respuesta. - qué demonios?!- Dijo para si, no le dio importancia, giró hacia Dan para seguir en lo que estaban, pero … ya no había nadie.
- Dan??... -. Le llamó con molestia, no le había dado permiso de alejarse de él! Como se atrevía??.- Hey Kim Dan! -. Volvió a llamar caminando al comedor… tal vez había llevado la comida, pero no había nadie… de repente, todo estaba frio y solo, giró confundido en su lugar, mirando a todos lados. – Kim Dan?! -. Volvió a llamar con más desesperación, no hubo respuesta, regresó a la cocina, no había comida siendo servida o café siendo preparado, todo estaba en su lugar, limpio como lo solía tener, todo se veía tan… estéril, tan falto de vida, trago saliva. – Pero que mierda está pasando… KIM DAN ESTO NO ES GRACIOSO!!-. Gritó a nadie, salió desesperado de la cocina a las escaleras, a la habitación del doctor, sola, todo en su lugar, pero con esa misma falta de alma como la cocina… 

Sintió una opresión en el pecho, donde estaba Dan? Por qué no podía encontrarlo? Intentó correr hacia su cuarto tal vez estaba ahí, sentía los pies tan pesados, la desesperación estaba haciendo presa de él, quiso gritar, llamarle de nuevo, la voz no le salía, se estaba desesperando y… se despertó bruscamente, se había quedado dormido, levantó la cara de la almohada, desorientado, aún ese sentimiento de pesadez, de soledad y desesperación dentro de él, se quedó sentado en la cama un momento, tratando de poner sus ideas en orden, la ropa arrugada, su cabello desaliñado, había estado soñando, Dan ya no estaba ahí, la opresión en el pecho no se le iba.

Se levantó y se dirigió al cuarto que había sido de Dan, todo estaba oscuro, frio, como en su sueño, tragó saliva, de verdad el doctor se había ido, ya hacían mas de 24 horas que no sabía de él, y la realidad de la situación le estaba golpeando. Se sentó en la cama, observando hacia la nada por momentos, soltó un profundo suspiro, se acostó, en cuanto su cabeza hizo contacto con la almohada una sutil pero muy conocida fragancia llegó a su nariz, era reconfortante, su cuerpo se relajó, cerró los ojos solo aspirando profundamente. – Dan… -. Musitó para sí, el efecto fue inmediato, su entrepierna despertó, quedó sorprendido un momento, llevo una de sus manos hacia su pantalón desabrochándolo rápidamente, comenzó a tocarse, soltó un ligero gemido, mientras cerraba los ojos y giraba la cabeza, tratando de percibir lo más posible la dulce y fresca fragancia que el joven medico había impregnado en la almohada.

Una media sonrisa se hizo presente en su rostro, comenzaba a fantasear con el doctor, podía ver su rostro rojo hasta las orejas, sentir sus nerviosas manos tocándolo torpemente, y soltó otro ronroneo contra la almohada. Se imaginaba al joven castaño, entre sus piernas, sus mejillas rojas, la mirada avergonzada que le dirigía desde esa posición, mientras tomaba nerviosamente entre sus manos su pene, podía evocar la sensación que esas manos le daban mientras se movían de arriba abajo, soltó otro gemido que fue ahogado por la almohada que se empeñaba en oler, luego, el rostro de Dan abriendo los labios con timidez, podía sentir su aliento caliente contra su piel, sintió una corriente eléctrica por su espina, pensaba en Dan tratando de meterse todo su miembro en la boca, siempre había sido torpe al hacerlo, pero lo hacía sentir tan bien, Soltó un gruñido placentero sentía hormigueo en su bajo vientre, la imagen de Dan chupando y tocando, sus propias manos imitando todo lo que recordaba cada punto que Dan tocaba en su mente, lo seguía inconscientemente con sus manos, otra corriente eléctrica, el hormigueo se acentuó, sus piernas temblaron, soltó un gemido mientras se venía, pensaba en Dan en su rostro cubierto de su semen, y una sonrisa satisfecha cruzó su rostro.  

Hasta que abrió los ojos, estaba de nuevo solo - Ah carajo…-. Se dijo a si mismo viendo el desastre que tenia entre las manos, sintiéndose ahora miserable y patético por lo que acababa de hacer, sobre todo porque tuvo que recurrir a la imagen mental del castaño para poder tener una erección y para acabar… Era patético!! Él no tendría por que estar haciendo estas cosas!! Él, el campeón del mundo y uno de los solteros mas codiciados, teniendo que masturbarse con el recuerdo de alguien? Es que era inconcebible… y sin embargo lo había hecho.

Y de sentirse patético, pasó a sentirse muy, muy irritado, con sigo mismo, con la situación, como había permitido que esto pasara? Se levantó de la cama, fúrico. – Puta vida! A la mierda todo!! AH! -.  Ya que no tenia con quien desquitarse físicamente, fue a desquitarse con la cama, había levantado el colchón para lanzarlo al otro lado con todas sus fuerzas mientras gritaba con frustración. Se fue contra la base de madera golpeándola incesantemente con los puños desnudos, descargando todo lo que sentía en ese momento mientras soltaba berridos histéricos. Dejó la madera hecha trizas… dejó sus puños sangrando, ni siquiera le importo, se dejó caer al suelo, sentándose y llevándose las manos a la cara restregándosela, el destrozar algo que había “pertenecido” a Dan le ayudo a calmarse.

Respiró profundamente, tratando de calmarse, cerró los ojos unos momentos, pensando, en qué momento se había ablandado tanto como para haberle permitido a Dan irse como si nada? No!, tenia que remediarlo, iba a buscarlo, iba a encontrarlo, iba a traerlo de regreso y a encadenarlo de ser necesario, le iba a demostrar que él no se andaba con jueguitos y que este estupidez de querer dejarlo, no iba a volver a suceder, jamás!.

HOLA!!
Gracias de nuevo a todas las personas que se toman unos minutos de su tiempo para leer :)
Espero les guste este nuevo cap, y como siempre el disclaimer, nada de jinx me pertenece, ni la imagen del display, creditos a sus creadores.

Away (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora