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Cuando llegamos abracé a cada una de las chicas, pero tuve que observar y escuchar como Jungkook les daba un castigo.
— ¡Se van para el zotano! — Gritó molesto, hice un puchero molesta y me acerque para empujarlo.
— ¡Yo iré al zotano! Ellas dormirán tranquilas — Dije molesta, Jungkook solo me observó.
— Puedes hacer lo que te dé la gana — Mascullo y subio al segundo piso.
— Lisa... No tienes porqué hacer esto... — Dijo Sana acercándose.
— Dormiré bien, no puede ser tan malo...
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Creo que debia arrepentirme e ir a dormir en una cama, pues en el zotano tendría que dormir en un colchón tirado en el suelo y absorber todo el frío. Bufé y cerré la puerta para acostarme y tratar de dormir.
Justo cuando miraba al techo me acordé de toda mi infancia.
— Lisa es hora de desayunar — Ese grito era mi gloria, pero él siempre me lo arruinaba.
Le echó seguro a la puerta y escuché:
— Dice que no quiere comer...
— Ella se lo pierde.
También como daño la muñeca que con tanto anhelo había deseado, cuando por fin la tuve en mis manos sonreí, lastima que mi hermanastro a arrebatará y la tirará al suelo de un golpe, cómo era de porcelana se hizo pedazos.
Cuando logré cerrar los ojos por completo una lágrima salió de mi ojos izquierdo y luego me dormí.
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