Después de un mes, Moon Ga- Young se estaba preparando para su boda, Lisa también lo hacía porqué no solamente había sido invitada, era una de las damas de honor.
Jungkook le había dicho que se acostumbrará, porque estarían viajando seguidamente con Eun Woo y Ga- Young, y si lo pensaba mejor, no era para nada una mala idea.
Mientras Sana y Nayeon la maquillan, Jihyo le coloca los zapatos y Dahyun me terminaba de colocar piedritas en el cabello.
Jungkook estaba sentado con Eun Woo que estaba felizmente emocionado, quería estar con ella todos los días de su vida y ahora que podía hacerlo se sentía más que emocionado. Jungkook le comentó que también quería casarse con Lisa, estaba emocionado por ese día, así que estaba preparando la propuesta que quería hacerle.
La boda se realiza y en el momento en el tiran el ramo se alista para recibirlo, aquel ramo vuela a lo alto y Lisa corre mientras Jungkook está sentado, con serenidad mientras se toma una copa de whisky y observa con atención a las mujeres que se matan entre ellas mismas por un ramo. Entre ellas ve a su mujer, con el ramo y luchando para que no se lo quiten. Finalmente corre hacia Jungkook y le enseña el ramo sonriendo.
— Te casas conmigo si o si, Jeon— Dice, Jungkook sonríe y asiente, cosa que hace que se siente de golpe en su regazo y lo bese.
Su lengua toca la suya y experimenta el sabor del Whisky, sin importar aquello, siguen el beso como desesperados.
En la fiesta de celebración la pasan muy bien juntos y en la noche de igual manera que algunas de las anteriores hacen lo que son felices haciendo. Dahyun, Sana, Nayeon y Jihyo duermen en las habitaciones del hotel, mientras ellos están en la habitación más lujosa, reservada por Jungkook especial por la boda. El regalo de bodas que les dieron a los novios fue un viaje para conocer África, su destino estaba para la luna de miel y aprovechando ese regalo partieron esa misma noche.
Los gemidos son como alaridos y se siente tan bien saber que no está en brazos de otra persona, y en ese tiempo que llevaban juntos se dió cuenta que solo necesita saber hacer las cosas. Recuerda mucho cuando estaba con Sehun en ocasiones, así como también se lamenta de las cosas que hizo cuando estaba en sus brazos, sin embargo, no se permitió dañar la noche por pensamientos estúpidos.
Aunque el destino fue una mierda y decidió darle un giro a su vida, a la mañana siguiente se levanta gracias a los besos que Jungkook le deja en el cuello, se recuerda desnuda, aunque tiene un buzo largo puesto. Se da una ducha y se coloca uno de los vestidos sencillos pero sexys que Jungkook le había comprado, unos tacones muy hermosos y a juego con su vestuario, y unos pendientes de oro.
Se siente como una princesa.
Probablemente hubiera caído sorprendida al suelo, o tal vez hubiera corrido y huido de tal situación, pero no. Cuando Jungkook la llevo al restaurante, habian personas sentadas conversando y disfrutando el ambiente, sin embargo, la piel se le puso de gallina y sintió unas ganas de correr lejos donde no pudieran verla, no obstante, sus piernas se plantaron en aquel piso fino de color vino tinto y solo se dedicó a mirar fijamente y horrorizada por lo que veía.
Hace años que no veía a su madre y eso que ni siquiera sabía que hacía en Japón, aquello la hizo dudar, pero la situación no era para pensar el porqué estaba aquí, lo importante era que estaba aquí y ahora fue vista. Los ojos de aquella madre se llenaron de lágrimas y solo se obligó a quedarse quieta. Su hijastro la observaba con extrañes, a su madre, porqué aún no se había dado cuenta de la presencia de su hermanastra y apenas la vio sintió una fuerte corriente de rencor volver.
Lo que Lisa apenas pudo hacer fue jalar de la mano a Jungkook y sacarlo del restaurante, él se confundió un poco pero al llegar nuevamente al hotel fue dado en contexto. Esperaba todo menos lo que Jungkook le dijo y sintió que verdaderamente tenía la razón, aunque en eso momento no lo acepto y solo negó yendo a llorar al baño, habían pasado muchos años después de decir a escapar del hogar y ahora solo se dedicaba a llorar después de verla nuevamente; Aunque no podía culparse, era su madre y tenía el derecho de llorar por no verla en años, sin embargo, se negó a tener que verla nuevamente así que cuando salió le pidió a Jungkook que mañana en la mañana se fueran lo más rápido posible.
— No puedo hacer eso, Lisa— Dijo, Lisa se siente decepcionada y solo voltea los ojos hacia otra dirección tratando de no enojarse.— No hay vuelos para mañana, además ya te dije lo que debes hacer. Ella niega y lo aleja.
— No quiero, Jungkook— Lo mira por última vez y decide caminar hacia el balcón de la habitación y calmar la rabia que empezaba a consumir su cuerpo. Y aunque ella no lo aceptará sabía que él tenía la razón, solo que no se la daba por mantener el mismo orgullo que tuvo para marcharse.
Las manos de su novio se enredan en su cintura y su mejilla se apoya en la espalda de ella, suspira y se queda quieta ante el abrazo.
— Sabes que no quiero pelear, Lisa— Murmura, haciéndole cerrar los ojos a Lisa y escuchar perfectamente lo que decía.— Solo quiero que sepas que tu madre está aquí por un motivo, y tal vez no sea eso, pero está aquí y ahora que te ha encontrado, quiere verte.— Lisa abre los ojos y Jungkook se reincorpora observando como se da la vuelta para verse a los ojos.
— Lo sé, Jungkook—Dice, sus ojos se llenan de lágrimas que pronto salen y es trapada por las fuertes manos del hombre, aquellas que la noche anterior la envolvieron y le daba mil vueltas tratando de descifrar en que pose de veía mejor, y descubriendo que en todas era la misma perfección.— No sé cómo actuar, no sé que hacer, no sé cómo explicarle que soy novia de un mafioso, no sé...— Se calla y Jungkook solo acaricia su cabello.
— Debe saberlo muy bien, en las noticias lo informaron—Lisa asiente, levanta la cabeza y unen un beso con futuro a sexo.
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