Nathalia.
Mi mente estaba en un torbellino de emociones de vuelta a casa después de la noche que había tenido. No sabía qué pensar, qué decir ni qué hacer. Solo caminaba hacia mi pequeño departamento, el cual compartía con... Por un momento, se me olvidó que mi hermana estaría allí al llegar. Esto mismo me hizo intentar tardar en llegar, pero no podía retrasar esto para siempre. Estaba cansada y solo quería llegar y descansar antes del trabajo.
- Aquí vamos. . .
Diría, abriendo la puerta de mi casa. Y allí la vi, pensé que el enojo había pasado tras toda esa noche, pero apenas ver su cara, sentí como toda la rabia volvía a mí.
- He-hermana, por fin llegaste. P-por favor, tenemos que hab!!.
No pude más cuando sentí que se acercó a mí. Lo único que pude hacer fue darle una fuerte cachetada antes de que terminara de hablar, haciéndola caer al suelo... Se sintió increíble.
- Tienes hasta que vuelva de mi trabajo para sacar tus cosas e irte de mi casa.
Diría mientras miraba a mi hermana en el suelo con la mano en su mejilla. Era la primera vez que no sentía lástima por su hermana, ella la había traicionado de la peor manera posible.
- N-nathalia, no me puedes hacer eso. S-soy tu hermana menor, n-no puedes d-dejarme a mí suerte.
- ¿Acaso pensaste en eso cuando follaste con mi novio? ¡No!, no pensaste en que era ¡tu hermana! No pensaste en mí y me traicionaste. Esto es algo que nunca te voy a perdonar.
Un silencio se hizo en la habitación por un par de minutos. No la quería ver más, por lo que me disponía a ir a mi habitación. Quería tomar un baño y quitarme todo... lo que tenía dentro. Pero en eso, escuché una risa y volteé a ver a su hermana, la cual se levantaba del suelo.
- Jaja, sí lo hice y te lo mereces.
- ¿Qué?
La miraba confundida. Era la primera vez que veía a su hermana con una sonrisa así. ¿Satisfecha?
- ¿Qué? Jajajaja, ¿no lo entiendes? Siempre has sido privilegiada. Pudiste venir a Estados Unidos sin ayuda de nadie. Estás en una de las mejores universidades. No te mereces todo eso, no te lo mereces. Y ahora, ahora te quité lo más valioso para ti. Jaja, tu novio está loco por mí, y te lo juro, nunca te dejaré tener pareja. Crée lo que te digo, todos me van a preferir a mí.
Sus palabras me destrozaban el corazón. Mi hermanita, a la cual le había dado todo, me estaba confesando que la quería ver mal a propósito.
- ... Ya veremos eso... Tienes tres horas para sacar tus cosas de mi casa. No me importa si duermes en la calle.
Diría, sin más, para luego irme a mi habitación y mirarme al espejo.
- . . .¿En serio va a ser así?. . . ¿Ella siempre va a estar por encima de mí?
Me preguntaba a mí misma. Siendo sincera, siempre le había dicho a su hermana lo hermosa que era, pero ahora se sentía insegura. Después de todo, el hombre que siempre le había jurado amor, la había traicionado.
- Nathalia, no pienses en eso.
Me diría a mí misma mientras me dirigía al baño.
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Una Joya Entre La Mafia
Romanceuna joven se ve envuelta en un torbellino de engaños y traición cuando descubre que su novio la ha traicionado con su propia hermana. En su huida, conoce a un enigmático hombre que se convierte en su confidente y compañero de cama en una noche llena...