Una Joya Entre La Mafia

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏

Esto no es justo, ¿qué hice para merecerlo? Siempre me guardé para él y ahora . . . Esto no puede ser, no puede estar sucediendo. Solo quería tener un aniversario con él y ahora... Todo terminó.

- ¿Por qué?

Fue todo lo que pude decir al ver a mi novio caer de la cama. Segundos antes, había encontrado la peor escena posible: mi hermana menor encima de la cama con mi novio, penetrandola como si ella fuera la mayor delicia del mundo. Mi novio . . . el hombre con el que quería pasar mi vida y al que esa noche entregaría mi virginidad. Ahora no podía procesar lo que estaba pasando.

- N-nati, podemos e-explicarlo.

Soltaba mi hermana mientras intentaba levantarse de la cama. Su cara estaba llena de sudor y no puedo siquiera describir su cuerpo, estaba lleno de chupones y marcas de nalgadas. ¡Mi hermana! La persona en la que más confiaba en el mundo.

- ¡Eres una maldita zorra! ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡Eres mi hermana!

- A-amor, lo hicimos p-por ti, para que no te sintieras o-obligada. . .

Dice el perro de mi ex novio, levantándose del suelo y acercándose a mi. Por instinto di un paso atrás.

- ¡MUÉRETE! ¡No los quiero volver a ver nunca en mi puta vida!.

Tras decir eso, salgo corriendo de aquel hotel, dejando caer el regalo que le había comprado por nuestro aniversario. Nuestro primer aniversario, el momento en que me entregaría a él. No quería pensar, solo corrí hasta no escuchar más su voz, hasta perderme en el bullicio de la ciudad. Eran apenas las 19:30 pm, por lo que aún había muchas personas, pero no quería detenerme, corrí hasta casi perder el sentido de orientación.

- (¿Por qué?, ¿por qué?, por qué?)

Pensaba mientras paraba de correr y veía hacia la nada. Me encontraba a algunos kilómetros de aquel hotel, pero sentía aún aquel maldito aroma en mi nariz, el aroma de mi hermana y mi novio mezclándose en el aire. Los gemidos de mi hermana volvían a mi cabeza sin cesar. ¡¿Cómo pudo hacerme esto?! Yo la ayudé con sus estudios, la traje desde el pequeño pueblo donde vivíamos, y así me paga, ¡acostándose con mi novio! Las lágrimas no tardaron en bajar por mis mejillas mientras me apoyaba en la pared de un edificio cercano. Era una noche tranquila de miércoles, por lo que en esa zona no había muchas personas.

- ¿Qué haré ahora? No quiero volver a casa . . . No quiero verla, sé que la mataré si llego a verla ahora.

No quería volver bajo ninguna circunstancia. En este momento, el dolor era demasiado fuerte como para volver. Sabía que si volvía y la veía allí, a mi hermana, la mataría a golpes. Necesitaba tranquilizarme, por lo que vagué por un par de horas, caminando sin un rumbo fijo, hasta llegar a un bar que se notaba prácticamente vacío.

- (No tengo nada mejor que hacer).

Pensaba, suspirando, para después entrar a aquel bar. En definitiva, no había casi nadie en aquel lugar, lo cual no me sorprendía por el día. Tomé asiento en la barra y pedí una margarita. Por suerte, traía mis tarjetas, ya que planeaba pasar toda la noche divirtiéndome con mi novio, pero al final gastaría el dinero en alcohol. En ese momento, mi celular sonaba y veía el número de mi hermana. Mi ceño se frunció en segundos y puse el celular en silencio.

- (No quiero volverlos a ver nunca más).

Pensaba mientras agarraba la margarita que el bartender me daba. Me la había terminado en menos de 1 minuto y pedí otra.

1 hora después.

Ya había estado tomando hace un buen rato. Había bebido tanto que sentía mi boca agria, pero quería más. Quería olvidarme de lo que había visto, quería olvidar aquella escena tan asquerosa que hacía revolver mi estómago y me daba tantas ganas de vomitar (aunque podría ser por todo lo que había bebido). Al pedir otra bebida, levanté la cabeza y me di cuenta de que había un hombre sentado a mi lado, mirándome con tal intensidad que me sentía como una presa siendo asechanda por un lobo.