¡Aprende tu lugar! [KatsuDeku]

ʀᴇᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ

Pov de Deku:

Tuvieron que pasar muchos días para que la situación se calmara. Pero yo aun seguía en shock.

Mi madre trabajaba todo el día así que casi nunca la veía, no me afectó mucho porque ya estaba acostumbrado. Ella dejó una pequeña nota en la nevera.

Ella me pidió que hiciera la compra. Estaba aburrido así que cogí mi chaqueta y mi teléfono, me puse mis botas rojas abrí la puerta para salir. Dude un poco antes de salir. Había pasado casi todo el verano en casa por el shock que tenía. Decidí salir. Ya no había villano que amenazara la ciudad.

Decidí ir por los callejones, ya que las calles estaban llenas de personas y además, el callejón era un atajo para el supermercado.

Fui a por los ingredientes, la lista era un poco larga, al ver el contenido de la lista me di cuenta de que posiblemente mi madre planeaba hacer un caldo de pollo. Hacia una calor increíble, así que al llegar a casa deje las bolsas de compra en la encimera de la cocina y volví a salir a la calle para refrescarme un poco.

Era divertido pasar por los callejones, podía llegar a mis sitios favoritos rápidamente.

Decidí comprarme un helado de vainilla, después de eso, caminaba de regreso a mi casa. Pase de nuevo por el callejón esta vez vi a alguien. Intente salir del callejón pero cuando vuelvo a fijarme, me doy cuenta de que la persona había desaparecido. Seguramente podría haber tenido una especie de ilusión, ya que hacia una calor increíble. Decidí seguir mi camino en el callejón para llegar más rápido a mi casa.

Estaba a punto de salir del callejón hasta que alguien me agarra del brazo, me alerto.

Cuando volteo la cabeza me sorprendo. Era Kacchan, hacia un año que no nos veíamos pero el se veía más fuerte y más poderoso.

Kacchan me hace un gesto de silencio.
- Shh, Hola Deku. Soy yo, Katsuki Bakugou, ¿aún me recuerdas verdad?- dice Bakugou, sus ojos rojos como el rubí brillaban. Tenía un nudo en la garganta, este encuentro me tomo por sorpresa.

- H-hola, si aún te recuerdo- contestó, nada más había pasado un año y él ha hecho cosas que nunca se olvidan ¿como se supone que lo olvidaría?

Kacchan me miraba fijamente a los ojos. Me intimidaba mucho esa mirada .Lo único que deseaba era salir de allí lo más rápido posible.

- lo siento pero me tengo que ir. Mi madre me espera en casa- dije, fue la primera excusa coherente que me pude inventar.

- pero si tú madre está ocupada trabajando, por eso fue que tú hiciste la compra ¿me equivoco?- dice Bakugou con una sonrisa.

Me sorprendo, ¿como es que el sabía eso? No recuerdo haberle contado eso a alguien.

- ¿¡Como lo sabes!?- le pregunté, empecé a sospechar de él, ¿como rayos él sabía eso?

Kacchan pone los ojos en blanco- Eso no importa ahora, lo importante es que por fin nos volvemos a encontrar- contesta Bakugou sonriendo- Ven, sígueme, quiero hablar contigo- me hace un gesto para que le siga.

Claramente no quería hacerlo pero no tenia opción, estaba acorralado. Le seguí, cuando llegamos al final del callejón, había un coche rojo estacionado. El me abrió la puerta para que me sentara, me senté, me quede en silencio, estaba muy incómodo como para hablar. El se sentó en el asiento del conductor y empezó a conducir. Sentía que tenía que salir de allí pero no fui capaz.
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Cada vez nos alejábamos más y sin darme cuenta ya había pasado una hora.

- ¿Que me querías decir?- le pregunto, intentando empezar la conversación y así acabarla más rápido.

- Te lo diré cuando lleguemos- responde con una voz cortante. El realmente no me estaba dejando ninguna manera de escapar, me estaba llevando allí a la fuerza.

En unos pocos minutos ya habíamos llegado. Me había llevado a una casa en medio de la nada. El me guió hacia dentro de la casa. La casa era grande, para el colmo tenía muchos niveles. Me llevo dentro de un ascensor, la casa tenía 5 pisos; planta 1, planta 0, planta -1, planta -2 y la planta -3. Sentía que tenía que salir de allí lo más rápido posible. Esto está pasando los límites.

El me llevo hasta la planta -3. Era un bonito salón alumbrado y había una sala lujosa. Me indicó que me sentará en el sofá y le se sentó él sillón que había delante de mi. Me miro fijamente durante unos segundos y por fin hablo.