Naruto ni Kimetsu me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.
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Hinata cayó de rodillas mientras tragaba bocanadas de aire con sus manos en el suelo, observó como gotas de sudor caían al piso.
Al frente suyo estaba su padre, llevaba solo la parte inferior dejando su torso musculoso y definido expuesto con múltiples cicatrices en él.
Sudor bajaba por su tonificado cuerpo mientras que se cruzo de brazos viéndole con tranquilidad.
-Es suficiente por hoy-Hablo Hiashi de manera tranquila pero se podía ver una pequeña sonrisa en él.
La razón era simple.
Estos dos años Hinata había demostrado un exponencial crecimientos en sus habilidades y mentalidad.
El trauma había persistido pero ya era poco a poco olvidado como una pesadilla, desde hace un año los arranques violentos en Hinata habían sido controlados.
-Mu-Muy bien-Jadeo Hinata mientras que como podía con pies temblorosos se paraba de donde estaba.
Hiashi observó con ojos complacidos como Hinata por más cansada y adolorida que estuviera tragaba grueso y no expresaba alguna queja dando un paso atrás debido a la debilidad de su cuerpo.
Quería preguntarle a Hinata pero temía que aquello volviera a crear la Hinata débil que fue siempre debido a la sobreproteccion de su esposa.
Su timidez no había sido reemplazada, seguía siendo una chica tímida, muy tímida para su gusto, pero ahora tomaba sus entrenamientos sin dudarlo.
Podía ver a su otra hija menor de 3 años estar a unos metros espiando el entrenamiento de su hermana, podía ver los ojos brillantes de la pequeña viendo con emoción.
Hinata adoraba a su hermanita y su hermana amaba a su hermana mayor, muchas veces se encontró a Hanabi siendo usada como peluche por Hinata y la niña dormida profundamente con una sonrisa, por más que tuvieran cuartos separados alguna de las dos amanecía en la cama de la otra.
-Te noto fuera se sincronía, tus movimientos son un poco más lentos que tu mente-Hablo Hiashi con tranquilidad pediendo el porqué de ese atraso de 1.2 segundos que tenía Hinata.
-El estilo hyuuga es muy tosco y brusco, bueno el que me enseñan mis instructores, con el aprendizaje del Byakugan no tengo quejas, pero hay poses o movimientos que mis músculos no se mueven o flaquean al hacerlo-Hablo Hinata tímidamente ante su padre ya que si el ocultaba algo sería castigado con no dormir con su hermanita.
Era ya finales de año, aunque no nevaba hacia un frío atronador por lo que hermanita servía de calefacción portátil.
-Hmmmm-Fruncio el ceño Hiashi ante la idea que su hija mayor estuviera siendo saboteada por los otros Hyūga.
Hasta que recordo.
Entonces Hiashi relajó postura mientras que seguía de brazos cruzados, entendía y el porqué Hinata se sentía incómodo.
-Se me olvido, es culpa mía...-Hablo Hiashi aceptando su error sintiéndose estúpido de paso.
-¿Padre?-Pregunto Hinata al oír a su padre decir aquello, nunca había dicho esas palabras.
Al observar la confusión de parte de su hija Hiashi decidió aclarar aquella gran pregunta.
-Veras Hinata el estilo Hyūga o el Junken es uno de los primeros Taijutsu que incorporaron sus poder ocular en ellos, en los tiempos de antes se usaban senbon para hacerlo mas efectivo a la hora de luchar y matar, bueno me desvío, el primer maestro del Junken con el Byakugan fue una mujer que a causa de su debilidad invento algo que pudiera hacer frente a los mejores de sus años, así nació el Junken...-Hablo Hiashi un poco de la historia de su Clan