𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐀𝐋 𝐒𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | Ivy Grimes, la hija de Rick Grimes, es una chica dura y apasionada de 16 años. Cuando comienza el apocalipsis y su padre ya no está con ella, tiene que aprender a adaptarse, eventualmente aprende a cuidar de su fa...
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IVY GRIMES ESTABA SENTADA AL BORDE DEL ACANTILADO, contemplando la cantera. La vista la hacía sentir algo tranquila. Como si no estuviera perdiendo la cabeza lentamente.
—No te caigas.— Escuchó a su hermano menor, Carl, decirle.
Ella giró la cabeza en dirección a su voz. Le sonrió gentilmente y se puso de pie. —¿Y si lo hiciera?— Dijo, manteniendo un pie fuera del borde.
—Hazlo. No lo harás.— Carl sonrió.
—Estás pidiendo por mi caída niño.— Ivy sonrió.
—Mamá te mataría.
—Ella no tendría ninguna oportunidad. Moriría en mi camino hacia abajo.
—Estás enferma.— Carl sonrió.
—Sí, lo sé. Me mantiene despierta por la noche.
Ivy miró a su hermano menor; le recordaba mucho a su padre. Carl tenía los ojos de Rick, los de Ivy eran más parecidos a los de su madre teniendo un color verde. Los dos hermanos Grimes regresaron al campamento donde estaba su madre.
—Oh, hola preciosa.— Su madre le sonrió.
—Lo heredé de ti.— Ella sonrió mientras rodeaba a su madre con sus brazos.
Ivy miró a su mamá, era hermosa. Más que hermosa en realidad. Admiraba a su madre, cuidar sola de dos chicos es difícil, ella era su ídolo. Ivy no podía imaginar la vida sin ella.
Lori se levantó y sonrió. —Voy a ir a preguntarle a Shane sobre estas bayas, ya vuelvo.— Lori le sonrió a su hija. —Carl, quédate cerca de Ivy y Dale, no vayas demasiado lejos.
—Tú tampoco irás muy lejos, mantente a una distancia de gritos, si necesitas algo, grita, iré corriendo.
Ivy le sonrió al anciano que estaba parado en lo alto de la casa rodante. Escuchó a su madre susurrar algo inaudible mientras se alejaba. Ivy la vio caminar hacia el bosque. Tenía curiosidad por saber adónde iba. También estaba pensando en Glenn y algunos otros que habían ido a la ciudad en busca de suministros. Su cerebro empezó a doler y estaba cansada. Extrañaba a su papá. Siempre le dijeron que era hija de papá, lo cual no estaba mal. Se aferró a su padre desde que tenía uso de razón, él nunca fue cruel ni malo con ella. También compartían muchas de las mismas opiniones y moral. En su mayor parte, él le enseñó todo lo que sabía. Ahora ya no estaba.
