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Regulus estaba seguro de varias cosas, una de estas era que los humanos eran terribles y prefería estar solo, otra era que sin duda James Potter era estresante  y no valia la pena, pero igual sentía algo leve por ese desagradable ser humano

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Regulus estaba seguro de varias cosas, una de estas era que los humanos eran terribles y prefería estar solo, otra era que sin duda James Potter era estresante  y no valia la pena, pero igual sentía algo leve por ese desagradable ser humano. Se encontraron de camino a el patio y estaba seguro de que lo volvería a golpear en ese momento.


— No entiendo porque sigues rogando que Severus te perdone, es un prince,  tiene a los Black y Malfoy de su parte, así que estarías acabado antes de poder hacer algo malo. — Dijo Regulus recostandose en la pared fijándose en la forma en la que Potter se asustó.

— Me quito a Lily y a mis amigos, quiero que sienta lo mismo. — Respondió James deteniéndose para mirar a Reg.

— Los perdiste, porque hiciste las cosas mal. Incluso pusieron a otras personas sobre ti, sabían que estarían mejor de esa forma y acabaría su dependencia por ti. — Dijo Regulus retomando su camino y mirando a Barty a lo lejos. Miro una ultima vez a James y se alejo de este.

— Haré sufrir a Sev y no podrás hacer nada, nadie lo hará. — James sonrio y siguió su camino manteniendo su mirada en Regulus.

Sirius trataba de prestarle atención a la clase, pero su mirada siempre se desviaba hacia Severus en el asiento delante de él

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Sirius trataba de prestarle atención a la clase, pero su mirada siempre se desviaba hacia Severus en el asiento delante de él. Sirius estaba seguro de que cada día que pasaba, Severus estaba mucho más bonito, agarró su celular y entro en su chat con el, quizás podría distraerse un poco de esta clase y ser feliz un rato.

Sirius podía decir que el día paso rápido después de su primera clase, ese día salían más temprano de lo que normalmente lo hacían, asi que al salir se despidió de sus acompañantes que lo miraban raro por la sonrisa que tenía y agarró a Severus de...

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Sirius podía decir que el día paso rápido después de su primera clase, ese día salían más temprano de lo que normalmente lo hacían, asi que al salir se despidió de sus acompañantes que lo miraban raro por la sonrisa que tenía y agarró a Severus de la mano empezando a correr fuera de la universidad. Corrieron casi media cuadra, antes de detenerse, ambos chicos respiraban pausadamente, esperando recuperar el aire.

— Estás... Demente. — Sirius sonrió, estaba seguro de que lo golpearía apenas lo soltara.

— Lo sé, pero no esperaba más por poder salir otra vez contigo. — Severus volteo su mirada, pero Sirius pudo ver un leve sonrojo en sus lindas mejillas. Volvió a sonreír y entrelazó sus manos caminando hacia el lugar de visita.

— Vamos, iremos a un museo astrológico. — Severus lo miro fijamente y sonrío. Hablaban de diferentes cosas y sentian que podían hacer esto todo el día, hablar sin cansarse y desviar su mirada del otro cuando decían algo que los avergonzaba, realmente sentía que este día era muy especial.

Al llegar al museo, les dieron un mapa con los lugares más visitados, también una figura de una estrella como recuerdo por visitar el lugar. Ambos chicos tenían una sonrisa por diferentes cosas, los colores hacían que los ojos de Severus brillarán más o eso pensaba Sirius, Severus creía que los ojos de Sirius tenían un aspecto más oscuro con el lugar y podía decir que se veía muy bien, pensaba que quizás esos labios se sentían tan suaves al tacto y que seguro sabían a algo dulce, pero solo lo pensaba. Al salir del lugar, estaba recién anocheciendo, decidieron caminar hasta llegar a el apartamento de Severus. Sirius estaba seguro de lo que haría, nada lo detendría.

— Venus. —  Severus detuvo su paso y lo miro a los ojos que brillaban según Sirius.

— ¿Venus? Es algo nuevo. — Severus se fijo nuevamente en los bonitos labios antes de volver a hablar. — ¿Qué quieres, Black? - Sirius dirigió su mirada a los ojos negros delante de él y hablo sin detenerse a pensar en ello.

— Posiblemente me esté apresurando, pero de aquí podremos tomar las cosas más lento. — Severus asintió y Sirius volvió a hablar, realmente sentía mucho en ese momento.

— Te amo, nada se compara a lo que siento por ti. Al verte por primera vez en los pasillos, quedé totalmente rendido ante ti, puedes pedirme lo que quieras y aún así, sería muy poco para ti, simplemente no tengo alguna palabra que decirte para expresar todo lo que siento. Realmente te bajaría la luna, pero es tan poco. — Severus se quedó quieto, casi sin respirar y Sirius volvió a decir algo, antes de que se arrepintiera de esto.

— Je t'aime bien et je veux passer ma vie avec toi. — Severus dejo de respirar al tener esos lindos labios sobre los suyos, tardo en corresponder el beso, pero lo hizo. Sus bocas encajaban perfectamente con la del otro, como si estuvieran hechas para encontrarse y realmente para nunca dejar de sentirse.  Sintieron una corriente eléctrica recorrerlos cuando se separaron, sus ojos brillaban bajo la luz de la luna que presenciaba la confesión de unos jóvenes tontos ambos con una sonrisa deslumbrante.

—  ¿Qué dices? ¿Aceptas? — Pregunto Sirius con sus manos en la cintura de Severus y una linda sonrisa.

— Acepto querido. — Severus dejo un último beso en esos labios y retomaron su camino, ambos teniendo una sonrisa y sus manos entrelazadas.

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Apuesta / SniriusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora