No lo quiero - Sterek

Capítulo 12

Tanto el lobo como yo nos quedamos viendo fijamente la puerta por la cual había salido el vampiro, yo sujetando mi vientre plano suavemente. El primero en romper el contacto visual fue Derek quien no dudo en agacharse frente a mí y empezar a olfatear mi abdomen intensamente.

— No mentía... son un zorro y un lobo. Quizás cuando fuiste poseído dejó rastros de zorro. Tendremos un lobito y un zorrito...

Dijo con una leve sonrisa antes de abrazarme fuertemente. Abrazo al que correspondí inmediatamente con los ojos llorosos de la emoción. Duramos unos minutos abrazados disfrutando de la emoción de los cachorros hasta tuve que romper el abrazo.

— Tenemos que ir a la consulta con Deaton, seguro tiene algo importante que decirnos sobre estos cachorros.

Dije con una sonrisa antes de tomar las llaves de la casa y salir junto a Derek, cerrando con llave antes de dirigirnos a su camaro. Ni chance tuve de tan si quiera acercarme cuando el lobo corrió al auto para abrirme la puerta, a lo que yo solté una pequeña risa antes de subirme. Me puse el cinturón y acomodé en el asiento mientras Derek igual se subía y ponía el cinturón antes de arrancar el auto y dirigirse a la clínica. El camino fue un tanto silencioso, pero afortunadamente era uno de esos silencios cómodos en los que no sientes la necesidad de decir nada.

Al llegar a la clínica de igual forma el pelinegro se apuró en bajar para ir a abrirme la puerta y ayudarme a bajar. Al entrar al lugar vi al contrario fruncir el ceño levemente, entramos al consultorio vimos a Deaton con una expresión un tanto preocupada.

— Ya llegaron, qué bueno. Por favor tomen asiento, tenemos que hablar sobre un detalle muy importante sobre su embarazo que, por cierto, felicidades.

Volteé a ver a Derek con algo de angustia mientras nos sentábamos en unas sillas que había ahí. Ambos miramos de forma inquisitiva al veterinario incitándolo a hablar.

— Tenemos que hablar sobre el parto. Como obviamente sabrán, Stiles no es mujer entonces, estuve investigando cómo procederá este asunto. El problema es que aunque si hay registros sobre situaciones así, de embarazos en hombres, son únicamente de la misma especie. Ambos hombres lobos... Y él claramente no es un hombre lobo. Lo que hace este detalle tan importante es que el motivo principal por el cual no ha habido complicaciones en estos partos, es porque por el sistema de curación de tu especie es el que los ayuda. Pero Stiles no tiene ese sistema.

Sostuve fuertemente la mano del lobo llenándome de miedo mientras que con mi mano libre acariciaba mi vientre. Se estaba volviendo un hábito que me ayuda a calmarme.

— Entonces, ¿Está sugiriendo que le demos la mordida a Stiles?

Preguntó con suma cautela el ojiverde.

— Para nada, eso es mucho más peligroso para él y los cachorros. Es solo que hay otro detalle que hace más extraño este embarazo. Stiles, siendo humano, se embarazó. Lo cual me hace creer que quizás no es tan humano como creemos... Solo los hombres sobrenaturales son los que se pueden embarazar.

Nos miramos confundidos con miradas de asombro, antes de que Derek acercara su cara a olfatearme por segunda vez en el día.

— Eso podría explicar porque uno de nuestros cachorros es un zorro, pero no hueles a kitsune como Kira...

Murmuró, pero no lo suficientemente bajo para que el veterinario no escuchase.

— ¿Uno de sus cachorros es un kitsune?

Preguntó levantándose de la silla donde estaba sentado, antes de ir a buscar uno de sus libros.

— Sí, lo notamos hoy en la mañana, pero creímos que es porque quedaron rastros de zorro en mí después de ser poseído, ¿por qué? ¿es algo malo?

Hablé por primera vez desde que llegamos.

— No, de hecho, me ayudó a tener una idea de qué eres. Verán, esas posesiones no dejan rastro en el habitante, a menos de que hayan poseído una chispa.

Dijo dejando el libro que tomó abierto en la mesa.

— Las chispas son seres sobrenaturales muy poderosos, usualmente aparecen como humanos, pero están llenos de esta magia. A veces las chispas eran confundidas con brujas o brujos.

Me levanté de la silla igualmente para acercarme a leer lo que decía el libro junto al lobo.

— ¿Está diciendo que soy una especie de hechicero? ¿De verdad? ¡Soy sobrenatural!

Dije emocionándome por la idea de por fin ser más útil para proteger la manada y proteger a mis cachorros.

— No te emociones aún Stiles... No todo es tan bueno. El problema con las chispas es que usualmente este poder permanece dormido hasta que empiezan a usarlo, aunque sea de forma accidental. Creo que tú despertaste tu chispa al hacer la barrera de ceniza cuando iban a atrapar al kánima. Me dijiste que se te acabó y cuando te concentraste mucho con ese poco, pareciera que esa pizca se multiplicó, ¿no?

Asentí sin pensar.

— Bueno, el problema no acaba ahí, ya despertaste tu chispa y ella ayudó a que te embarazaras, todo bien. El gran problema con las chispas es que si las despiertan y no aprenden a manejar su poder, este suele consumirlo hasta el punto de perder la cordura... Alrededor de los 30 años, no sé si lo mencioné, pero este gen es hereditario...

Caí de vuelta en mi silla con la boca abierta y los ojos llenadose de lágrimas del asombro mientras unía las piezas de lo que nos decía Deaton.

— Stiles, creo que tu mamá era una chispa... No murió por esquizofrenia, si no porque nunca supo lo que era ni como manejarlo...