- ❝En lo profundo de mi corazón, tu recuerdo todavía vive, pero ahora es un recuerdo lleno de tristeza y melancolía....❞
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La pacífica brisa fluía a través del mar, acariciando suavemente las olas que golpeaban suavemente el Thousand Sunny. El calor del sol se extendía por la cubierta, mientras que la brisa de la brisa traía un frío moderado para aliviar el calor. La cubierta estaba en un silencio abrumador, un contraste completo con su habitual bullicio. Una paz apacible pero poderosa dominaba la cubierta del Thousand Sunny, como una caricia tranquilizadora y reconfortante. Las brisas frescas del mar eran un bálsamo en el tiempo de descanso de Zoro, que estaba dormido tras una siesta más larga de lo normal. Podía escuchar los murmullos y susurros de sus tripulantes, pero su sueño profundo le impedía entender sus palabras. De pronto, un dolor punzante en su pecho lo hizo despertar, aunque el dolor no era físico sino emocional.
Mientras comenzaba a respirar con mayor velocidad, los ojos de Zoro se abrían gradualmente, notando que su visión estaba borrosa y sus sentidos se veían afectados. El dolor en su pecho aumentaba con el pasar de los minutos, y el espadachín se esforzó mientras presionaba su mano sobre su pecho en un intento de aliviar su dolor. Sin embargo, todo estaba en vano...
La desesperación y el horror se reflejó en los ojos de Zoro, que quedaron llenos de lágrimas. Los murmullos de alrededor parecieron intensificarse, y a su vez volverse más insistentes y agobiantes, como si estuvieran intentando romper sus oídos hasta que sangraran. Sin embargo, pronto Zoro notó una pequeña figura, y inmediatamente la reconoció, la misma que hizo aumentar su desesperación y su angustia más allá de sus límites.
°˖ ⊹Ꮺ -"N-no....o-otra...v-vez n-no..."- Pensó para si mismo Zoro.
Los ojos de Zoro se cerraron con fuerza, y las lágrimas empezaron a caer de sus mejillas hasta su barbilla. Esa figura era Kuina, su amiga fallecida, y era muy claro que el espadachín aún no podía superar su muerte. Era una persona importante en la vida de él, y ella era la razón por la cual Zoro entrenaba incansablemente para ser el mejor espadachín del mundo y poder cumplir su sueño. Pero no podía verla de nuevo... No podía, no le permitía ser débil. Los ojos de Zoro se abrieron de nuevo, y Kuina estaba enfrente de él mirándolo.
El espadachín no podía descifrar qué era esa mirada tan penetrante de su amiga. Kuina estiró su brazo y apoyó suavemente su mano en su mejilla húmeda, luego comenzó a acariciarla. Zoro no pudo sentir el tacto de su mejilla, sino que simplemente la brisa suave de la acaricia y tranquilizaba. Pero al parecer Kuina estaba diciendo algo, pero no podía escucharla...La mejilla de Zoro eran acariciada por la brisa, y los murmullos estaban callados. Estuvo tanto tiempo en el silencio, que casi se había dormido y la brisa había cesado.
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Cuando Zoro volvió en sí y abrió los ojos, vio con claridad que estaba en el nido de cuervos del barco. Luffy lo estaba mirando con preocupación, y acariciaba su mejilla húmeda con suavidad.
°˖ ⊹Ꮺ - Zo, ¿Estás bien...?-La voz de Luffy sonaba baja y no era muy eventual en su energético capitán.
Los ojos de Zoro estaban clavados en la cara de Luffy, que le estaba acariciando su mejilla. Sus pupilas temblaban, y el espadachín se quedaba en silencio, intentando calmar su respiración. Tomó una gran bocanada de aire y finalmente respondió...
°˖ ⊹Ꮺ- N-no...-
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