Capitulo 13: "Emociones".

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—Incontables han sido las veces que me he sentido atrapada en mi propia mente. Es como si mis pensamientos controlarán mi vida y mis emociones tuvieran siempre el control de mis movimientos hasta el punto de bloquearme... Pero, supongo que todos hemos pasado por esto alguna vez ¿No?

Tal vez sólo sea producto de la adolescencia, de mi imaginación o de los cambios hormonales que vienen con las diferentes etapas de la vida, las cuales sé y entiendo que son necesarias para lograr crecer y madurar. Pero ¿Alguna vez podré controlar mis emociones, en vez de dejar que ellas me controlen a mí? ¿Quién tiene el control, mi ansiedad o yo?..

  Las emociones son la manera natural en la que los seres humanos reaccionamos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Las emociones cumplen la función de adaptarnos a nuestro entorno, no son buenas ni malas, son señales e información acerca de lo que nos rodea y de nosotros mismos que nos preparan e impulsan para actuar.

Todos compartimos el grupo de emociones básicas que son: alegría, tristeza, furia o ira, miedo y desagrado. Las demás emociones como: odio, adrenalina, ansiedad, lujuria, etc, son producto de los cambios hormonales y el crecimiento, sin embargo no todos llegan a desarrollarlas de la misma forma y son emociones que se presentan en situaciones y momentos específicos. Debo aclarar que la ansiedad se considera una emoción sólo en momentos específicos, cuando estás bajo una situación de estrés, preocupación, angustia o presión en la cuál puedas sentirte ansioso. Pero cuando estás ansioso la mayor parte del tiempo y tienes ansiedad de forma constante, ya se considera que estás padeciendo de la ansiedad como un
—trastorno— y no como una "emoción".

Cuando sufres de ansiedad tus emociones sufren un gran descontrol la mayoría del tiempo, esto se produce gracias a la alteración que produce dicho trastorno o "condición" en nuestro cerebro. Comienzas a estar en una montaña rusa de emociones, estás feliz 10 segundos y luego te sientes triste durante horas, pasas horas sobrepensando y eso poco a poco te desgasta. Sientes miedo y angustia en niveles que sobrepasan lo normal y esto te produce estrés y preocupación, lo que puede causar un episodio depresivo, ansioso, maníaco e incluso, un ataque de pánico. 

Cuando tus emociones sufren este tipo de descontrol, comienzas a sentirte atrapado. Sientes que actúas sin pensar, como si todos tus movimientos estuvieran controlados por impulsos y no pudieses  razonar.

No lo notas, pero de un momento a otro, pareciera que tus emociones te dominarán. Te sientes molesto pero no sabes el motivo, te sientes cansado pero no conoces la razón, te sientes triste pero no ha pasado nada malo. Te sientes frustrado pero no fracasaste en nada, tal vez ni siquiera lo intentaste y no porque no quisieras, simplemente no tenías ánimos. Te sientes en una completa montaña rusa y te preguntas ¿Por qué me siento así? ¿Por qué estoy triste y quiero llorar por todo? ¿Por qué siento que nada de esto,  tiene sentido?..

Así se siente cuando tus emociones se salen de control gracias a la ansiedad, no sabes cómo sucede, tampoco sabes la razón o el motivo. Simplemente pasa.

Pero el hecho de no entender porque te sientes así y no saber cuáles son las razones que te llevaron a  "estar"/ "sentirte" controlado por tus emociones, no quiere decir que no puedas volver a tener el control de tus acciones y movimientos, porque tu mente controla tu cuerpo, pero tú controlas tu mente. 

Para lograr ayudarte a sobrellevar e intentar controlar tus emociones, lo primero que debes hacer es respetarlas. No reprimirlas, no ocultarlas. Si reprimes lo que sientes, tarde o temprano se acumularán y explotaras, serás como una bomba que estallará por cualquier cosa y ésto será peor, porque te sentirás miserable luego. 

Debes dejar de ignorar lo que sientes, si no lo puedes decir, escríbelo. No lo calles, no lo guardes, no lo reprimas porque tragarte tus emociones es un veneno para tu corazón .

Escucháte, si no puedes contarle a nadie como te sientes (siempre habrá alguien a quién podrás contarle sin que te juzgue ni te minimice, pero quizás no lo ves) entonces habla contigo, cuéntatelo a ti mismo, escríbelo y luego lo lees. Cuentaselo a un desconocido, a un amigo, a quién desees, pero habla. Porque callar se siente como un puñal que poco a poco te desangra, te amarga y te mata. 

Si sientes dolor llora, si estás triste asumelo y si estás feliz disfrútalo. No te vuelvas un iceberg ni evites tener emociones, eres humano y aunque no quieras ver tus emociones, ellas van a seguir existiendo y vas a seguir sintiendo. Pero al reprimirlas, las obligas a tomar el control y a expresarse, porque ellas necesitan  ser expresadas para que tú puedas sentirte liberado y para quitarte un peso de encima. 

Puedes controlar tus emociones, pero tienes que entenderlas para poder controlarlas. Tienes que expresarlas para liberarte de ellas. Tienes que que drenar para dejar de sentir el peso de guardarlas. 

Tus emociones no te controlan a ti, tú las controlas a ellas. Pero si las obligas a esconderse, ellas te obligarán a actuar a su modo y te sentirás en una cárcel. 

Dicen que a veces el remedio es peor que la enfermedad, y reprimir y guardarte todo para ti lejos de ayudarte, va a matarte. Así que porfavor, dedícate a ti, a conocerte y a entenderte. Respeta tus emociones y tu forma de sentir, e intenta encontrar la forma de drenarlas. 

Expresalas de la forma que puedas, de la forma que sepas, de la forma que te sientas mejor. 

Escribelas, cantalas, lloralas, bailalas, háblalas,  pero porfavor expresalas, no las calles. 

El bloqueo emocional que sientes no es permanente, sólo es una señal de que haz guardado demasiadas cosas con las que ya no puedes cargar. Necesitas soltar las cargas que no te suman y guardar tus emociones en un baúl para no expresarlas es una carga que terminará aplastandote.

Debes expresarte.

Mi Ansiedad y Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora