Capítulo 4

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|CAPÍTULO 4|
Duele el no verte

AXEL

Llueve con fuerza.

Y una parte de mí se va junto a ese ataúd que descendía por aquel agujero fúnebre.

Éste ha sido otro de los golpes que la vida me ha dado. Pero, por alguna razón, duele mucho más que los anteriores.

Ni me preocupo por tener un paraguas a la mano. Dejo que las gotas caigan sobre mi ropa y mi cabello, el cual está empapado.

Solo ha pasado poco desde que la había visto y ya la extrañaba.

Cristine siempre fue la única a la cual le contaba todos mi secretos y angustias. Siempre la consideré un gran apoyo para mí. Y desde que supo que amaba a Liz con cada célula de mi cuerpo me motivo a buscarla y pedirle perdón. Por eso le contentaba mucho el que hubiéramos vuelto.

Pero qué decepción hubiera tenido si le contaba que todo se había esfumado de nuevo.

Sí, aunque dije que le contaba todos mis secretos, también me guardé la decisión que Elizabeth había tomado.

Luego de que sepulten su cuerpo, muchas personas se acercan para lamentar nuestra pérdida.

Pero ninguna de esas miradas o palabras de consuelo sirven para olvidar todo esto.

Entre esas personas que se acercaron... está Alice.

Mi expresión cambia a una neutra al apenas verla.

¿Qué hacía aquí?

Su aspecto físico está algo cambiado. El brillo de sus ojos parece estar más vivo que nunca. Puedo ver que no llevaba mucho maquillaje como de costumbre, solo tiene un pintalabios algo claro. Y en vez de llevar uno de sus extravagantes vestidos solo lleva unos jeans ajustado, con una camisa vinotinto holgada.

Ella solo se acerca, saluda a mis padres, y luego me mira.

—Lamento mucho lo que pasó Axel.

Me reservo las palabras y solo doy un leve asentimiento.

Ella al notar mi silencio, aclara su garganta y se aleja unos centímetros más.

—Sé que no quieres verme, pero de verdad vine con buenas intenciones.

—Conozco a la mujeres como tú, Alice, sobre todo a ti. Sé que solo quieres aprovechar éste momento de vulnerabilidad que tengo, y ganarte de nuevo mi confianza y mi amor —paso mi mano por mi nunca y la dejo ahí para darme un ligero masaje.

No he dormido absolutamente nada.

—Nada es como dices. De verdad lamento el que hayas perdido a Cristine, sé lo importante que era para ti—

—No, no lo sabías —aclaro con mucha frialdad.

—Bueno —suspira pasando su cabello tras su hombro—, yo solo vine a eso, y como veo que estás algo agitado, te dejaré. Nos veremos otro día.

Luego de una ligera sonrisa de boca cerrada, se marcha.

No sé si en verdad sus supuestas intenciones son sinceras. Pero algo muy dentro de mí me dice que es cierto.

Pero no tenía tiempo para realizar el acto de "Volvamos a ser amigos". Tenía que ver a Zoé, la cual había despertado seis horas después de que me enterara que Cristine había muerto.

Me acerco a su lápida para darle una sonrisa como "despedida".

Me cuesta mucho el aceptar que ya no la veré más, pero tengo que seguir adelante. Después de todo... Ella siempre me motivó a caminar hacia el futuro sin voltear al pasado.

Stay With Me © #2 [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora